POLÍTICA SANITARIA

El Salud avanza hacia la reducción de la huella de carbono en sus instalaciones de Aragón

La descarbonización de la calefacción del hospital de Barbastro, el único que todavía utiliza gasoil, se acometerá en otoño y durará nueve meses

La acción conseguirá rebajar hasta en un 38% las emisiones a la atmósfera

La zona de colectores y los diferentes elementos que configuran las actuales calderas del hospital de Barbastro.

La zona de colectores y los diferentes elementos que configuran las actuales calderas del hospital de Barbastro. / DANIEL CUELLO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

El Salud va a acometer en los próximos meses la descarbonización de la producción de calefacción en el hospital de Barbastro, el único de Aragón que todavía dispone de un sistema de calefacción de gasóleo –el resto usa gas natural–. La acción, que pudiera parecer un mero trámite para modernizar las instalaciones, va más allá porque va a suponer un salto hacia la reducción de la huella de carbono y un punto a favor del objetivo de alcanzar la neutralidad de emisiones en los sistemas de salud en 2050. Este fue un compromiso fijado durante la Cumbre del Clima de Glasgow en 2021 y un mandato de Naciones Unidas, respaldado, entre otros, por la Comisión Europea.

Las actuales calderas del hospital de Barbastro tienen 40 años de antigüedad y el proyecto contempla su sustitución por un sistema de aerotermia de doble cascada, que convertirá la energía térmica del exterior en calor en el interior . «Con esto vamos a conseguir un ahorro energético considerable y una reducción de más del 38% de emisiones a la atmósfera», explica a este diario Luis Badía, jefe de servicio de Ingeniería en Servicios centrales del Salud.

Las calderas del hospital de Barbastro tienen 40 años de antigüedad.

Las calderas del hospital de Barbastro tienen 40 años de antigüedad. / DANIEL CUELLO

Del mismo modo, la aerotermia de alta temperatura que se va a usar permitirá aprovechar los radiadores del hospital porque será capaz de calentar agua entre 65º y 80º grados, que es el rango que necesitan estos radiadores para poder funcionar. «Con la doble cascada logramos dos objetivos: por un lado la producción de calor y, por otro, elevar más la temperatura, con lo que garantizaremos el tratamiento antilegionela para el agua caliente», explica Badía.

La elaboración y ejecución del proyecto de Barbastro, licitado por 3,3 millones de euros y en estos momentos en fase para que las empresas presenten sus propuestas hasta principios de mayo, empezará el próximo otoño y las obras se desarrollarán durante un plazo de nueve meses. Es decir, que el nuevo sistema de calefacción en el hospital será una realidad en 2025.

Actividad asistencial

La «complejidad» de estos trabajos radica en que el hospital no puede cerrar y debe estar operativo las 24 horas del día, los 365 días del año. Esto supondrá que las obras se desarrollarán simultáneamente a la actividad asistencial. «No puede faltar ni el agua caliente ni la calefacción en el centro sanitario. El proyecto es muy preciso y se actuará de tal manera que la afección sea la mínima posible», añade Badía.

Más allá de los meses de frío y de la producción de calor, con la aerotermia de doble cascada en Barbastro también se conseguirá, en la época de verano, alimentar la demanda de refrigeración.

El paso al frente que va a dar Aragón respecto a la descarbonización de sus instalaciones sanitarias coincide con el compromiso del Gobierno de España de impulsar, durante esta legislatura, el marco normativo necesario para cumplir con el objetivo de la neutralidad de las emisiones en 2050, de acuerdo a Europa.

La «complejidad» de estos trabajos radica en que el hospital no puede cerrar y debe estar operativo las 24 horas del día, los 365 días del año. Esto supondrá que las obras se desarrollarán simultáneamente a la actividad asistencial.

De momento, en el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón no tienen constancia de la hoja de ruta concreta que plantea a este respecto el Ministerio de Sanidad, dirigido por Mónica García. Lo que sí tienen claro en el Salud es que, dentro del Programa Feder Aragón 2020-2027 para iniciativas sanitarias, van a poner en marcha todas las medidas posibles para lograr «una Europa verde y de bajas emisiones de carbono», tal y como reitera Badía.

En el caso del Barbastro, el 40% de los trabajos que empezarán en otoño están financiados por la Unión Europea y el 60% se acometen con fondos propios. «Todas las acciones van dirigidas hacia el mismo objetivo, que es reducir la emisión de energías no renovables a la atmósfera. Vamos a evitar toneladas de co2. Además, con estas actuaciones logramos un mayor ahorro porque el mantenimiento es eficiente», reitera el jefe de servicio de Ingeniería del Salud.

Además, se sigue avanzando en la mejora energética de diferentes centros sanitarios de la comunidad con la instalación de placas fotovoltaicas y un mejor confort térmico en estructuras que habían quedado obsoletas.

A nivel nacional, el ministerio ha incluido el reto de la descarbonización en el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente 2022-2026, que recoge la elaboración del primer estudio detallado de la huella de carbono del sistema sanitario español. Asimismo, también se están elaborando un Plan Nacional de reducción de la huella de carbono sanitaria, que incluirá una guía de recomendaciones sobre cómo avanzar hacia el objetivo. 

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