EL FUTURO ESTADIO MUNICIPAL

El Gobierno de Aragón comprometerá partidas para La Romareda hasta 2027

El Ejecutivo autonómico, el ayuntamiento, el club y la federación aragonesa se reúnen para exhibir fuerza

Zaragoza «mantiene íntegras sus aspiraciones» para acoger partidos del Mundial, aseguran 

Representantes de la Federación Aragonesa de Fútbol, el Real Zaragoza, el Ayuntamiento de Zaragoza y la DGA, este lunes, en la reunión conjunta que mantuvieron.

Representantes de la Federación Aragonesa de Fútbol, el Real Zaragoza, el Ayuntamiento de Zaragoza y la DGA, este lunes, en la reunión conjunta que mantuvieron. / ÁNGEL DE CASTRO

Zaragoza sigue convencida de que albergará partidos del Mundial 2030 que organizará España junto a Portugal y Marruecos. En una demostración de unidad, lastrada en la última semana por la negativa del PSOE a entrar en la operación Romareda a través de la DPZ, el Ayuntamiento de Zaragoza, el Gobierno de Aragónel Real Zaragoza y la Federación Aragonesa de Fútbol se reunieron ayer para comprometerse con la candidatura aragonesa. Y antes de que se produjera ese encuentro, el consejero de Hacienda de la DGA, Roberto Bermúdez de Castro, garantizaba que, por su parte, habrá fondos para construir el nuevo estadio. 

Lo ha anunciado este lunes Bermúdez de Castro en una rueda de prensa sucedido esten la que anunció el techo de gasto de la comunidad para 2024. El responsable de las cuentas públicas del Ejecutivo autonómico adelantó que la DGA ya tiene presupuestadas varias partidas para que el proyecto del nuevo estadio salga adelante.

Concretamente, según informó Bermúdez de Castro, el Gobierno de Aragón «tiene partidas para el estadio para este 2024, para el 2025, para el 2026 y para el 2027». Es decir, que el Gobierno que preside Jorge Azcón destinará dinero en cada uno de los presupuestos que elaborará durante su mandato. 

3.500 empleos y más de 300 millones de euros de impacto en Aragón 

Zaragoza y todo Aragón se verían «muy beneficiados» en caso de acoger partidos del Mundial 2030. Según ha afirmado este lunes el concejal de Urbanismo del ayuntamiento de la capital aragonesa, Víctor Serrano, si La Romareda se convierte en una de las sedes se generarían 3.500 empleos y el campeonato dejaría un impacto económico de más de 300 millones de euros en el comercio, la hostelería y los hoteles, entre otros sectores. Ese dinero no caería solo en Zaragoza, puesto que, tal y como recordó Serrano, si la capital aragonesa es designada como sede, tendrá que haber subsedes en las que las selecciones puedan entrenar y concentrarse, por lo que el beneficio se repartiría «por toda la comunidad». 

En el comunicado conjunto que firmaron el Gobierno de Aragón, la Federación Aragonesa de Fútbol, el Real Zaragoza y el Ayuntamiento de Zaragoza, las instituciones que forman parte de la candidatura exponen que la ciudad «ha superado hasta el momento todos los filtros y controles de la RFEF», por lo que «es necesario impulsar de forma definitiva el proyecto de la nueva Romareda y comenzar las obras el próximo verano», con un margen suficiente para llegar a 2028 con el estadio terminado y evitar que las obras interfieran en los partidos que tenga que disputar el Real Zaragoza. 

Es más: tal y como explicó el responsable de Hacienda del actual Gobierno autonómico, su equipo ha trabajado para incluir una partida dentro de las cuentas de 2023, las últimas que realizó el equipo económico del socialista Javier Lambán. «Hemos hecho modificaciones presupuestarias para aportar dinero», avanzó Bermúdez de Castro, que apuntó que la aportación en este 2023 se dará solo «si es necesario».

No obstante, Bermúdez de Castro no detalló la cuantía que aportará el Gobierno de Aragón, si bien según anunció la alcaldesa, Natalia Chueca, ayer en Cadena Ser, las aportaciones que hagan el ayuntamiento, la DGA y el club serán a partes iguales. La falta de concreción del consejero de Hacienda, eso sí, no evitó que Izquierda Unida criticara que el Ejecutivo autonómico vaya a destinar fondos para la construcción de la nueva Romareda: «No es una prioridad para Aragón ni tan siquiera para la ciudad de Zaragoza, que tiene otras necesidades más apremiantes para invertir el dinero público», criticó el diputado de la formación en las Cortes, Álvaro Sanz. 

El anuncio del consejero de Hacienda ha tenido lugar el mismo día en el que el grupo de trabajo de la candidatura de Zaragoza para el Mundial 2030 se reunieron de nuevo para revisar las opciones de la capital aragonesa para la cita mundialista. Un encuentro que vino marcado por la confirmación de que la DPZ, con el PSOE al frente, no aportará dinero a la construcción del estadio al considerar que el proyecto «es un fiasco». 

En la reunión estuvieron presentes, por parte de la DGA, la consejera de Presidencia, Cultura y Deporte, Tomasa Hernández; la directora general de Deporte, Cristina García; por parte del Ayuntamiento de Zaragoza, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, y el de Deporte, Félix Brocate; por parte del Real Zaragoza, Juan Forcén y Mariano Aured; y por parte de la Federación, Emilio Gracia y Manuel Torralba. 

Del encuentro salió un comunicado en el que las cuatro patas que arman la candidatura de Zaragoza de cara al Mundial 2030 sellaron su compromiso con el proyecto. La capital aragonesa «mantiene íntegras y con absoluta solvencia sus aspiraciones para acoger la disputa de la fase de grupos», reza el texto. 

En ese manifiesto se deja por escrito que tanto la DGA como el ayuntamiento y el Real Zaragoza enviarán, antes de que llegue el 30 de octubre, a la RFEF «las garantías y el confort» de que la ciudad contará con un nuevo campo de fútbol acabado en 2030.

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, aprovechó de nuevo la ocasión para lamentar que la DPZ no haya querido «escuchar, ni informarse ni participar» en la construcción del nuevo estadio, aunque no le cierra las puertas: «Tal vez cuando vean que el proyecto es sólido y que sale adelante se replanteen alguna cuestión».

Serrano tampoco quiso hablar de cifras ni cuantías económicas, pero anunció que habrá noticias en los próximos días. Además, volvió a subrayar que el proyecto sigue abierto «para todo el que quiera participar» y confirmó que la alcaldesa está manteniendo contactos con Ibercaja.

El PP exige un debate en la DPZ

El grupo del PP en la Diputación de Zaragoza ha presentado la solicitud para convocar un pleno extraordinario y monográfico para debatir sobre la participación de la institución provincial en la construcción del nuevo estadio de La Romareda.

La decisión, que hizo pública en una rueda de prensa el portavoz adjunto del PP en la DPZ, Pablo Blanquet, junto al presidente provincial del partido, Ramón Celma, responde al anuncio que el pasado viernes realizó el presidente de la institución, Juan Antonio Sánchez Quero, en la sede del PSOE, de no participar en el proyecto del nuevo estadio.

Blanquet consideró que esta postura debe ser objeto «de un debate tranquilo» en el seno de la institución que permita escuchar la posición de todos los grupos políticos y que «la decisión no se base solo en los intereses partidistas del presidente». Y es que para Celma, el anuncio de Sánchez Quero «no tiene ninguna justificación política ni institucional» cuando se trata de «un proyecto que nos va a poner a nivel internacional en 2030», fecha en la que se disputa el Mundial de Fútbol al que Zaragoza aspira como sede, y por eso considera inexplicable que quiera negar a los zaragozanos» esa posibilidad.

Según Celma, el presidente de la DPZ «no está al servicio de la ciudadanía» y pone la «institución al servicio de los intereses partidistas» y por eso considera «inexplicable que quiera negar a los zaragozanos ser sede del Mundial». El vicepresidente popular aseguró, no obstante, que «el proyecto va a salir» porque hay una alcaldesa y un presidente de Aragón «muy audaz», pero subrayó que lo que denuncia el PP es que «el presidente de una institución básica en la provincia, cuya responsabilidad debe ser solucionar sus problemas y procurar proyectos de interés, ha rechazado el proyecto por puros intereses partidistas políticos».

Blanquet insistió en que se trata de un «proyecto esencial» para la capital y para el resto de pueblos de la provincia dado que el Mundial «dejaría 335 millones de euros» y más de 3.000 puestos de trabajo y además, el nuevo estadio, en caso de ascenso a Primera División del Real Zaragoza «sería un impulso muy fuerte». Blanquet consideró, asimismo, que «una decisión de esta contundencia no puede darse en la sede del partido sino en la institución».