Javier Lambán: "César Alierta, un gran aragonés"

"Ningún paisano nuestro ha llegado tan alto"

César Alierta, expresidente de Telefónica, ha fallecido este miércoles debido a graves problemas de salud.

César Alierta, expresidente de Telefónica, ha fallecido este miércoles debido a graves problemas de salud. / ARCHIVO

Javier Lambán Montañés

Javier Lambán Montañés

Lamento la muerte de César Alierta, un gran aragonés que, diferencia de otros grandes próceres que presumen de serlo, él lo demostró cada vez que fue requerido para ello o por propia iniciativa. Como empresario, alcanzó una gran dimensión nacional e internacional, con la presidencia de Telefónica como brillante colofón. Ningún paisano nuestro ha llegado tan alto.

Lo traté bastante en mis ocho años como Presidente y le tomé gran afecto. Participé en la entrega de algunos de los premios y distinciones que recibió, en las que tuve ocasión de glosar su figura. En esos momentos, él recordaba siempre a Villanúa, el pueblecito pirenaico en que pasó largas temporadas desde su infancia, y a su mujer, de cuya muerte nunca se recuperó cabalmente. 

En mis conversaciones con él, eran temas recurrentes su buena relación con el Papa Francisco, su empeño en digitalizar a las gentes de zonas abandonadas de África, su obsesión con los algoritmos y la inteligencia artificial, que me animaba a considerar como político, su apuesta por el entendimiento entre el PP y el PSOE y la inevitable referencia a una cena con Angela Merkel, en la que, en cierto modo, le “leyó la cartilla a la canciller”.

La última vez que me visitó, marcó un número en el móvil y, al recibir la respuesta, dijo: “Majestad, le paso al Presidente de Aragón”. Lo cogí y, para sorpresa mía, quien estaba al habla era el Rey emérito. La verdad es que no se me ocurrió otra cosa que preguntarle por su salud y hablarle de los problemas que teníamos con la sequía. Me contestó socarrón que para sequía la del lugar donde él vivía.

Que la tierra le sea leve a este gran aragonés.