Natalidad

Asmae Belmoudden, madre a los 40 años: "Sabía que podía ser complicado"

Tras más de tres años intentando quedarse embarazada, Asmae recurrió a la fecundación 'in vitro'

"Tuve un buen embarazo", asegura

Imagen de archivo de una mujer embarazada.

Imagen de archivo de una mujer embarazada. / JUAN IGNACIO RONCORONI/ EFE

Judit Macarro

Judit Macarro

Asmae Belmoudden fue madre a los 40 años, tras más de tres años intentándolo con su exmarido. «No conseguía quedarme embarazada, por mucho que lo intentáramos. Decidimos ir al médico y, tras los análisis, nos aconsejaron recurrir a la fecundación in vitro, por nuestros problemas de fertilidad», explica. Un año después, en 2015, nació Omar, su único hijo.

El proceso del embarazo asegura que no fue demasiado complicado, «aunque los primeros cinco meses se me hicieron duros», asegura Asmae, quien estuvo ingresada durante un mes «porque tenía unas nauseas terribles».

Recuerda que llegó un momento durante el embarazo, «sobre los cuatro meses», cuando comer, o incluso beber agua, «se volvió un imposible porque lo vomitaba todo y no tenía fuerzas ni energía», cuenta.

Tras este difícil inicio, Asmae dice que «todo lo demás fue sobre ruedas», aunque sí que recuerda que estuvo muy cansada durante todo el embarazo, «solo quería dormir todo el rato». Ella era consciente de todas las complicaciones que se podían dar. «Los médicos me informaron desde el principio, sabía que iba a ser complicado y que tendría que ir con mucha frecuencia a revisiones», afirma.

Asmae Belmoudden fue madre a los 40 años.

Asmae Belmoudden fue madre a los 40 años. / El Periódico de Aragón

En concreto, recuerda que la mayoría de semanas tenía que acudir al hospital, «aunque para el especialista sí que eran visitas más separadas en el tiempo», añade.

A pesar de los riesgos, Asmae quería ser madre y decidió seguir adelante en contra de lo que los médicos le recomendaron. «Tuve un buen embarazo, a excepción de esos primeros meses», dice, y asegura que no tuvo ningún problema de diabetes, hipertensión u otra enfermedad durante la gestación, que son los principales riesgos.

Recuerda que todo fue bien, hasta que llegó el día del parto. «Me quedaba una semana todavía para salir de cuentas, pero fui a revisión y vieron que el bebé tenía el cordón umbilical rodeándole el cuello. Me operaron de urgencia», recuerda. Describe el momento como «caótico, porque no sabía que pasaba y nadie me decía nada», menciona. Pero el parto pasó, pese a las dificultades vividas, y Omar nació «muy sano», asegura.

Ahora el pequeño ya tiene nueve años, va al colegio en Zaragoza y «es un niño muy fuerte y feliz», asegura Asmae. 

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