HORIZONTE SANITARIO

Poliposis nasal, investigación frente al desconocimiento

En un marco sanitario protagonizado por enfermedades como el covid o la rinitis, la poliposis nasal afecta a numerosos aragoneses con efectos tan adversos como la pérdida permanente del olfato.

A pesar de ello, la poliposis pasa desapercibida entre la población y EL PERIÓDICO DE ARAGÓN quiso reunir a seis expertos para arrojar luz sobre la enfermedad y sus síntomas

La gerente de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN (cuarta por la izda.) junto a Rafael Fernández, Tránsito Salvador, Sonia Tejero, Reyes Abad, Eva Trillo e José Ignacio Alfonso.

La gerente de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN (cuarta por la izda.) junto a Rafael Fernández, Tránsito Salvador, Sonia Tejero, Reyes Abad, Eva Trillo e José Ignacio Alfonso. / Jaime Galindo

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

El pasado 19 de febrero se celebró el Día Nacional de la Poliposis Nasal, una enfermedad que a pesar de su desconocimiento por parte de la población, afecta a un número relevante de personas, alcanzando ya una prevalencia del cuatro por ciento de la población mundial. Esta realidad también tiene su impacto en Aragón, donde se calcula que hay entre 25.000 y 40.000 personas con esta patología.

¿Pero qué es exactamente la poliposis nasal? Los expertos la definen como una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a la mucosa nasal y provoca la aparición de pólipos en las vías respiratorias superiores. Conforme los pólipos se van desarrollando, los pacientes empiezan a sufrir distintos síntomas, algunos de los cuales pueden llegar a ser graves. Entre las consecuencias más comunes que sufren los pacientes destacan las dificultades para respirar, la anosmia o pérdida del olfato y la pérdida de sabor y, en los casos más avanzados, inflamación pulmonar y desarrollo gradual de asma.

La anosmia no es un síntoma exclusivo de la poliposis nasal, puesto que también se encuentra presente en otras enfermedades que afectan a las vías respiratorias como la rinosinusitis crónica o la rinitis. No obstante, sus efectos suelen tener tanto impacto en las vidas de los pacientes que se hace necesario concienciar sobre este síntoma y sobre la poliposis nasal.

Rafael Fernández, jefe de Sección de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Miguel Servet.

Rafael Fernández, jefe de Sección de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Miguel Servet. / JAIME GALINDO

La poliposis es una enfermedad que puede pasar desapercibida en los diagnósticos, debido a que síntomas como la anosmia se han atribuido últimamente en mayor medida a la infección por coronavirus.

Por ello, y dado que el 27 de febrero se celebró el Día de la Concienciación de la Anosmia, EL PERIÓDICO DE ARAGÓN organizó el pasado jueves 22 de febrero una jornada informativa con la colaboración de GSK, que contó con seis ponentes del ámbito médico y farmacéutico para arrojar luz y dar a conocer la poliposis nasal, el perfil habitual en sus pacientes y los retos que se presentan de cara al futuro. 

"La actuación interdisciplinaria es la clave para poder asegurar un avance en la lucha contra la poliposis nasal"

Rafael Fernández

— Jefe de Servicio de Rinología del Hospital Universitario Miguel Servet

Al foro informativo acudieron José Ignacio Alfonso, jefe de Sección de Rinología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Rafael Fernández, jefe de Servicio de Otorrinolaringolía del Hospital Universitario Miguel Servet; Reyes Abad, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet; Tránsito Salvador, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa; Sonia Tejero, paciente de poliposis nasal; y Eva Trillo, directora médica de Atención Primaria. La mesa estuvo moderada por la redactora de este diario, Laura Rabanaque.

José Ignacio Alfonso fue el encargado de abrir la charla reflexionando sobre las principales causas de anosmia, entre las que destacó los traumatismos craneoencefálicos, las enfermedades e infecciones víricas y la ya mencionada rinosinusitis crónica con poliposis nasal. Asimismo, destacó el efecto degenerativo en el olfato que puede desarrollarse a consecuencia de la poliposis o, incluso, de enfermedades como el alzhéimer. 

"Cuando el tratamiento deja de funcionar, es cuando se puede plantear la opción de la cirugía”

Reyes Abad

— Jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet

Sonia Tejero, paciente con poliposis nasal.

Sonia Tejero, paciente con poliposis nasal. / JAIME GALINDO

Por su parte, Rafael Fernández destacó que, por el momento, es difícil estimar un porcentaje de pacientes con anosmia debido a la similitud de síntomas con enfermedades menores y la aparición acelerada de esta afección. "La pérdida de olfato también conlleva riesgos de seguridad, pues un paciente no es capaz de detectar un riesgo de fuga de gas o la presencia de humo a través de este sentido", aseguró Fernández, mientras Eva Trillo subrayaba que la prevalencia de poliposis en población general es del 4%, pero "puede llegar hasta el 35% en pacientes asmáticos, por lo que es una patología prevalente". 

Sonia Tejero, desde su experiencia personal, expuso las consecuencias de padecer poliposis nasal a largo plazo. La paciente lleva ya tres años sin olfato, una afección que comenzó con una sintomatología que ella asociaba a una alergia. Debido a la persistencia de los síntomas, la paciente acabó siendo derivada a un otorrino, quien acabó confirmándole que padecía poliposis. 

"Llevo tres años sin olfato por la poliposis y tampoco puedo dormir bien. Es como lidiar con un catarro todos los días"

Sonia Tejero

— Paciente con poliposis nasal

Su pérdida del olfato se suma a la dificultad respiratoria que le causan los pólipos nasales, el asma y la alergia que posee; un "kit completo", como define Tejero, que "resulta frustrante, porque no puedes oler ni saborear las comidas, ni tampoco puedes dormir en condiciones". "Vives con una obstrucción constante, con una mucosidad que nunca se drena, que te obliga a respirar por la boca y te fatiga, con una mala calidad de vida permanente. Parece una tontería, pero no lo es, la sensación es como si vivieras en un catarro diario", continuó la paciente. 

Primeros síntomas de la poliposis nasal

¿Y de qué manera comienza esta enfermedad? Según Eva Trillo, los pacientes llegan a Atención Primaria presentando una sintomatología relacionada con la rinorrea, con bastante congestión nasal así como picor. "En este caso empezamos a considerar al principio una rinitis aguda o estacional, que depende también de la estación del año en la que nos encontremos (en primavera y verano los casos aumentan), pero sin olvidar tampoco la probabilidad de poliposis. Instauramos un tratamiento estándar de manera precoz que suele durar alrededor de seis semanas. El proceso consiste en una limpieza de la zona mediante lavados con abundante suero fisiológico y el uso de sprays intranasales. Si vemos que no hay una respuesta y los síntomas continúan, es cuando derivamos los pacientes a un especialista", explicó la directora de Atención Primaria.

Eva Trillo, directora médica de Atención Primaria del Sector II.

Eva Trillo, directora médica de Atención Primaria del Sector II. / JAIME GALINDO

"Tras la derivación al otorrino, se realiza una endoscopia para confirmar el diagnóstico y se ajusta el tratamiento. En caso de ser necesario, se incrementa la intensidad de los tratamientos, pudiendo llegar a requerirse corticoides sistémicos. El problema es que tampoco se pueden aplicar corticoides constantemente porque pueden generar efectos adversos en el paciente, como un incremento de la glucemia u osteoporosis. Por eso necesitan ser administrados en tandas cortas. Si tras esa aplicación, el tratamiento sigue sin funcionar, es cuando se puede plantear la opción de la cirugía", matizó Reyes Abad. 

Tal y como señaló Sonia Tejero: "En mi caso, yo también soy doctora y he tenido que pedir la baja porque mi situación laboral era inaguantable en estas condiciones. Tenía que estar trabajando constantemente con una mascarilla FFP2 para no exponerme a infecciones con mis pacientes y con mis síntomas de asma aumentando cada vez más. Ahora necesito usar inhaladores mucho más a menudo". 

Desayuno informativo sobre la poliposis nasal en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN con la colaboración de GSK.

Jaime Galindo

Cirugía como alternativa

Sin embargo, como subrayó Rafael Fernández, la decisión de someter al paciente a una cirugía lleva tiempo y empieza a valorarse "entre los seis y doce meses de tratamiento". "Tras realizar un test de calidad de vida al paciente, se puede decidir la posibilidad de recurrir a la cirugía para eliminar los pólipos nasales y el tejido inflamado. El problema de la cirugía es que tampoco asegura la recuperación, puesto que los pólipos pueden volver a surgir". Tal es la situación que el otorrino afirmó que hay pacientes que han podido ser operados seis o incluso más veces. "Eso hay que valorarlo porque cada cirugía expone a cierto riesgo al paciente, y cada una es más arriesgada que la anterior", indicó Fernández.  

Desde su perspectiva, Tránsito Salvador confirmó que "la cirugía es una alternativa terapéutica más, hasta ahora el abordaje tanto médico como quirúrgico de la poliposis nasal ha sido limitado. Un hecho que Rafael Fernández contestó alegando que "la zona afectada por la poliposis suele ser la zona entre los ojos y la base del cráneo, en unas zonas llamadas etmoides. La cirugía es un proceso mediante el cual con ayuda de un endoscopio (una cámara) se quita el pólipo y el tejido inflamado y esto facilita posteriormente los lavados nasales. "Sin embargo, al tratarse una intervención quirúrgica, esta conlleva habitualmente el uso de anestesia y entre uno y dos días de estancia hospitalaria, por lo que las cirugías se restringen a los casos más graves de enfermedad". Sin embargo, este sigue siendo el tratamiento en los pacientes donde la enfermedad se encuentra más avanzada y los síntomas se agravan. 

José Ignacio Alfonso, jefe de Sección de Rinología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

José Ignacio Alfonso, jefe de Sección de Rinología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. / JAIME GALINDO

Más investigación

Por el momento, la patología cuenta con un halo de incertidumbre alrededor. Puesto que como destacó Rafael Fernández, "hay muchas cosas que todavía no conocemos de la enfermedad. Actualmente, sabemos que hay varios tipos de poliposis. Asimismo, nos consta que la inflamación en esta enfermedad ocurre como un mecanismo de defensa del cuerpo ante unas causas todavía desconocidas en detalle".

José Ignacio Alfonso continuó estas declaraciones manifestando que "ya no solo es necesario tratar la propia poliposis sino averiguar de qué tipo es, pues no es lo mismo una poliposis nasosinusal vinculada o no al asma o asociada a intolerancia a la aspirina. Por el momento, conocemos el rango de edad aproximado en el que surgen, entre los 35 y 40 años, y también que afecta ligeramente más a hombres que a mujeres, excepto en el contexto de pacientes que además tienen asma, afectando por igual a ambos sexos. Todavía se necesita investigar mucho más los mecanismos involucrados en la patología para alcanzar soluciones para los pacientes", expresó el otorrino.

"Todavía se necesita investigar mucho más los mecanismos involucrados en la patología para alcanzar soluciones para los pacientes" "El problema no es solo diagnosticar la poliposis, sino también el grado y el tipo"

José Ignacio Alfonso

— Jefe de Sección de Rinología en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa

Frente a retos como el diagnóstico precoz de la enfermedad, la mejora y personalización de los tratamientos, o el desarrollo de nuevas investigaciones para un mayor conocimiento de la poliposis nasal, es necesaria una mayor coordinación entre los distintos niveles asistenciales para brindar un mejor apoyo del sistema sanitario a los pacientes con poliposis.

Asistencia electrónica

Eva Trillo fue la encargada de definir esta asistencia a través de la interconsulta virtual, que gracias a sus tramitaciones electrónicas permite una derivación y exposición del caso mucho más ágil. De hecho, como ya declaró Trillo, "uno de los retos de futuro es tratar de mejorar y asegurar en todo momento que las derivaciones entre los distintos niveles asistenciales van bien encauzadas y que permiten la aplicación de tratamientos de forma precoz para evitar una mayor carga de la enfermedad". 

"Hay que mejorar las derivaciones desde Atención Primaria para facilitar el tratamiento precoz de la enfermedad"

Eva Trillo

— Directora médica de Atención Primaria del Sector II

Como también complementó Rafael Fernández, "Aragón va muy bien en ese aspecto gracias a mecanismos como la historia clínica electrónica. Esto sirve para que cualquier médico de la comunidad en Atención Primaria pueda conocer con precisión los detalles sobre tratamientos, operaciones o revisiones de sus pacientes. Estamos todos muy coordinados y creo que esa es la clave para poder avanzar en el manejo de la poliposis: una actuación interdisciplinaria". 

En este punto, Fernández también aludió a las unidades especializadas que ya funcionan a nivel hospitalario en otras patologías, como las Unidades de Asma Grave o las Unidades de Inflamación Nasosinusal (UINS), iniciativas que se van a poner a punto para avalar consultas especializadas en el manejo de patologías como la poliposis nasal en centros de referencia. 

Reyes Abad, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet.

Reyes Abad, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet. / JAIME GALINDO

Atención multidisciplinaria

Iniciativas como las citadas unidades especializadas permiten que los equipos médicos multidisciplinares formados por otorrinolaringólogos, neumólogos y alergólogos evalúen a un paciente en un mismo día, en ocasiones en la misma consulta.

De esta forma, según Fernández, "se alcanzan mejores soluciones para el paciente. Es cierto que el sistema recibe a veces cierta sobrecarga de pacientes, pero este diseño de actuación funciona y ayuda al paciente. Esto no puede sino mejorar, cuando también se sume la ayuda de la Atención Primaria y miembros de Farmacia Hospitalaria". 

"Es necesario un avance en investigación que permita un abordaje más completo y personalizado para estos pacientes"

Reyes Abad

— Jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Miguel Servet

Algo que apoyó Tránsito Salvador, subrayando que "es necesario que los farmacéuticos también nos encarguemos de orientar al paciente mediante recomendaciones en cuanto a la aplicación de la terapia médica. Es importante evaluar el resultado de la aplicación de estos tratamientos, y buscar lo que actualmente se está llamando como resultados en salud, es decir, los beneficios de los fármacos en práctica real".

Reyes Abad completó esta propuesta por medio de un ejemplo referente a al grupo de "vía aérea única" de su hospital, en el que participan neumología, otorrino y famarcia. "De manera previa, comentamos y ponemos en común los casos de los pacientes más complejos para poder discutir cuál es el abordaje idóneo para cada paciente. De este modo, es posible personalizar la medicación en base a las necesidades de cada paciente, se fijan consultas periódicas de revisión y, si es necesario, se estudia desde la Farmacia si pueden existir interacciones con otros fármacos que esté tomando y que puedan desencadenar respuestas no deseadas. Propuestas como esta pueden tener mucho futuro", explicó la jefa de Servicio de Farmacia del Miguel Servet.

Tránsito Salvador, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

Tránsito Salvador, jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. / JAIME GALINDO

Retos de futuro en el abordaje de la poliposis nasal

En la última parte de la jornada informativa se lanzó una pregunta que buscó la voz de todos los ponentes. ¿Qué retos de futuro son los más primordiales para resolver ahora mismo? ¿Cómo puede mejorar el abordaje de la poliposis desde el sistema sanitario?

Para Sonia Tejero, la respuesta fue que sí, "todo se puede mejorar siempre. Aunque sigo sufriendo esta adversidad, ha sido gracias al seguimiento médico que me han hecho que la cosa ha ido mejorando poco a poco. Esto tiene que seguir avanzando y conseguir que esta enfermedad deje de ser infravalorada incluso entre los propios médicos". Para José Ignacio Alfonso, el futuro debe encaminarse hacia una apuesta que "mejore la calidad de vida de los pacientes, sobre todo con soluciones a corto y medio plazo dado que la poliposis es una enfermedad que progresa de manera muy lenta y con bastante lista de espera". 

"Es necesario que los farmacéuticos orientemos a los pacientes de poliposis para una mejor aplicación de los tratamientos"

Tránsito Salvador

— Jefa de Servicio de Farmacia del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa

Para Reyes Abad, la clave reside en una investigación que permita determinar un mejor proceso y un tratamiento más selectivo para cada paciente. Por su parte, Eva Trillo vislumbraba el futuro de manera positiva: "A la manera que avanza la medicina, sí que puede haber una posibilidad de contrarrestar por completo el desarrollo patológico de la poliposis, sin importar el subgrupo de la aversión o el paciente". 

Rafael Fernández concluyó la jornada informativa reflexionando sobre la evidencia que muestra el gran deterioro de calidad de vida que sufren los pacientes con poliposis nasal, pudiendo incluso ser mayor que en otras enfermedades catalogadas como más graves, porque es una afección que acabas padeciendo con menos daño pero sí de una forma constante todos los días.

"La gente no debe esperar mucho tiempo para compartir sus síntomas, por mucho que se asemejen a un resfriado o a una alergia. Por mucho que la progresión y la recuperación de los pacientes sea lenta, hay que seguir avanzando, a través de los múltiples tratamientos y soluciones que los profesionales podemos ofrecer. Los médicos no podemos permitir que la gente se rinda frente a la enfermedad, sino que debemos darles esperanza. Gracias a la investigación estamos dando pasos en positivo para poder controlar mejor esta enfermedad".