Inditex en Zaragoza: un milagro gallego a orillas del Ebro

A 800 kilómetros de Arteixo, el gigante textil ha encontrado en Zaragoza la horma de su zapato para la operaciones logísticas y la expansión de Zara, un éxito en el que el aeropuerto juega un papel protagonista

Un avión carguero de Atlas Air en el aeropuerto de Zaragoza, una de las compañía que cubre los vuelos de mercancías de Inditex.

Un avión carguero de Atlas Air en el aeropuerto de Zaragoza, una de las compañía que cubre los vuelos de mercancías de Inditex. / EL PERIÓDICO

Inditex ha encontrado en Zaragoza la horma de su zapato para sus operaciones logísticas. A 800 kilómetros de Arteixo (La Coruña), donde tiene su origen y sede central, el gigante textil ha obrado el milagro. Hace ya 21 años, abrió en el polígono Plaza un gran centro de distribución de la ropa de mujer de Zara que no ha dejado crecer y ganar funcionalidades. La compañía ha tejido así en la capital aragonesa el corazón de la cadena de suministro que alimenta su red comercial a nivel nacional e internacional. La apuesta ha sido tan exitosa que la compañía ha decidido replicar la experiencia en este emplazamiento y poner en marcha una segunda base logística para empujar el crecimiento del buque insignia del grupo textil.

Las razones que han llevado a la multinacional de la moda ha redoblar sus inversiones a orillas del Ebro son varias. La primera de todas la privilegiado ubicación geoestratégica de la ciudad. Aunque no tenga salida al mar, goza de una privilegiada situación, en el centro del cuadrante noreste de la península. A un radio de 300 kilómetros se sitúan cuatro de principales ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao).

A ello hay que sumar la disponibilidad de suelo que tiene en su entorno con unos precios muchos más competitivos que otras grandes urbes del país. Todo ello hace que la capital aragonesa sea hoy uno de los nodos logísticos más importantes y demandados no solo de España, sino del sur de Europa.

El hermanamiento de la compañía gallega con la capital del Ebro comenzó en 2003, cuando puso en marcha el centro de Plaza. Fue bautizada como Plataforma Europa porque inicialmente abastecía a las tiendas del continente, pero hace ya años que tiene un enfoque mundial. Esta planta, que suma 240.000 metros cuadrados de instalaciones, permite ofrecer la última moda a las más de 1.800 tiendas que Zara tiene en más de 200 países por todos los rincones del planeta.

Lo hace con un movimiento semanal de más de 600 camiones y en torno a 50 aviones de carga desde el aeropuerto de Zaragoza, el otro elemento diferencial que explica el éxito y el excelente encaje que Inditex ha tenido en esta ubicación. Esta terminal se ha convertido en un aliado fundamental de la compañía, que acapara más de dos tercios del tráfico de carga que mueve este complejo aéreo. Gracias a los envíos internacionales de Zara, la pista aragonesa se ha convertido en la tercera de España en mercancías.

La automatización de procesos y el dinamismo de la terminal de Garrapinillos hacen posible el prodigio de que logre abastecer a todos los establecimientos, ya sea a Japón, México o Nueva Zelanda, en un máximo de 48 horas y hasta dos veces por semana.

La ciudad aragonesa pasará a ser la capital logístico del imperio de la moda al acoger dos de los cinco centros de distribución de Zara a nivel mundial

Por si fuera poco, la multinacional que preside Marta Ortega se prepara para levantar nuevas instalaciones de distribución de tamaño XXL en este enclave, esta vez en el nuevo polo logístico de Malpica. Todo ello hace que Aragón sea tras Galicia el mayor motor del imperio español de la moda y que Zaragoza pase a ser la capital logística por excelencia de Zara. El nuevo proyecto ratifica cómo la compañía ha tejido aquí un traje a medida para su expansión internacional gracias a las ventajas y capacidades que le ha brindado este territorio.