El polígono industrial de Malpica: Un páramo que revive con Inditex

Las empresas de Malpica ven con ilusión la llegada de la nueva plataforma logística de Zara

«Con las obras ya he notado más trabajo», aseguran desde un bar de la zona

Luis Lafragüeta, jefe del restaurante Mesón del Tejar, ayer en el polígono de Malpica.

Luis Lafragüeta, jefe del restaurante Mesón del Tejar, ayer en el polígono de Malpica. / Laura Trives

Judit Macarro

Judit Macarro

Solo el sonido de las obras, junto al de los motores de camiones que cruzan las carreteras desiertas, llena la zona del polígono de Malpica donde antes reinaba el skyline de la Universidad Laboral. Los hierbajos y las flores, que anuncian que la primavera no tardará en llegar a Zaragoza, llenan las aceras de la zona industrial ahora algo más repoblada que en los últimos años, en gran medida, gracias a las inversiones que la empresa Montepino va a acometer en este páramo. Dos grandes centros logísticos que levantan la expectación de aquellos que trabajan en este salvaje oeste zaragozano.

Frente a lo que será el quinto centro logístico de Inditex, uno de los dos grandes proyectos, los almuerzos comienzan a servirse en el restaurante Mesón del Tejar a las 11.00 horas. Luis Lafragüeta, jefe del local, atendía ayer a los empleados que se sentaban en la terraza a disfrutar del buen tiempo. «Con las obras de Inditex y Montepino hemos notado un aumento de clientes a la hora del almuerzo», explicaba el dueño mientras atendía a los clientes, cuyos chalecos reflectantes ya daban una pista de la empresa en la que trabajaban.

Algunos clientes en el Meson de del Tejar, en el polígono de Malpica, ayer.

Algunos clientes en el Meson de del Tejar, en el polígono de Malpica, ayer. / Laura Trives

Conforme llega la hora de la comida, el ritmo de comandas desciende algo más, aunque Lafargueta no pierde la esperanza de ver cómo su negocio pueda resurgir cuando finalice la construcción de Inditex. «Llegarán al polígono 1.500 trabajadores. Eso se dice que van a contratar», apunta.ba. En el descanso para el café varios trabajadores de Irrigation Component charlaban bajo el sonido de las obras en el solar de enfrente, que hace días se despidió de su anterior ocupante: la Universidad Laboral. Para ellos, la zona industrial cada día está más viva. «Hay bastante movimiento y con la llegada de la nueva ciudad logística aún habrá más ambiente», decía uno de ellos. Solo llevan cinco meses en la zona, pero en su imagen de Malpica lejos queda el desierto y el silencio que antaño se asociaba la superficie. Ha vuelto el ruido por las obras recientes.

La repoblación es algo que preocupa «ligeramente» a algunos de los trabajadores de la zona. En la calle paralela a la del Mesón del Tejar, José Antonio Pérez, encargado de Recubrimientos Carreras, menciona que la única preocupación para él con la apertura de Zara en la zona será «a la hora de entrar y salir del polígono con los coches, aunque si se plantea una buena organización no tiene porqué haber tapones», añadía.

José Antonio Pérez, encargado de Recubrimientos Carreras en Malpica.

José Antonio Pérez, encargado de Recubrimientos Carreras en Malpica. / Laura Trives

Por lo demás, Pérez se mostraba «satisfecho» con la nueva expansión de Inditex y eso que «a nosotros ni nos afecta ni nos beneficia, pero habrá más movimiento por la zona y se agradece», afirma.

Calles vacías

Los accesos y las condiciones del polígono son el principal handicap. Hay aceras en malas condiciones por las que transitar, mientras que un ligero cierzo levantaba ayer el polvo de las dunas que ocupan los solares, ahora en obras. En todo caso, si no es por el transito de algún que otro trabajador que acude al bar en su rato de descanso, no se ve ni un alma en las calles de Malpica.

Los obreros trabajando en el nuevo centro logístico de Zara.

Los obreros trabajando en el nuevo centro logístico de Zara. / Laura Trives

Coches, más bien camiones, sí que circulan por una carretera que parece recién asfaltada. Pero lo hacen a cuentagotas en un día que es jornada laboral y en el que, lo más lógico, sería el trajín de vehículos en un polígono tan grande como Malpica.

A los lados de la calzada, unas aceras de cemento gastado se agrietan en la lucha por impedir que las malas hierbas ganen terreno. Se percibe dejadez, pero el polígono de Malpica está a punto de vivir una segunda etapa con la llegada del gigante de Inditex. 

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