Así es el proyecto para transportar medicamentos mediante drones en Aragón

La movilidad y la distribución de mercancías viven estos días su pequeña gran revolución con la introducción en el mercado de nuevas formas de moverse y la desaparición de los motores de combustión. Y en este contexto, los drones van a ganar cada vez más protagonismo, motivo por el cual surgió hace ya algunos años la alianza entre Novaltia y Delsat, que juntas impulsan el proyecto Pharmadron, que prevé repartir medicamentos por toda la comunidad sustituyendo en parte el transporte por carretera en un plazo no muy lejano en el tiempo.

En estos momentos, esta iniciativa, pionera en toda Europa, se encuentra en fase de pruebas. Este mes de junio se realizará un vuelo con un dron capaz de transportar carga entre el Parquin Sur de la Expo, en Zaragoza, y las instalaciones de Novaltia en la carretera de Huesca. «En estos momentos estamos trabajando en todo lo que tiene que ver con la normativa. Tenemos que establecer un espacio aéreo segregado para poder hacer la prueba de vuelo de forma segura, ya que se hará más allá del alcance visual del piloto. Para ello hay que hacer toda una serie de estudios aeronáuticos», explica Francisco Yuste, director de Delsat, la empresa dentro del proyecto que se encarga del desarrollo de la tecnología de los drones .

El pasado jueves, Francisco Yuste, junto con Daniel Yuste, director comercial de Delsat, y Fernando Castillo, director general de Novaltia, expusieron los avances del proyecto Pharmadron en Congreso Industria 4.0 organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales y el de Ingenieros de Telecomunicación.

«Para nosotros este proyecto es fundamental», explica Castillo. «Cada día hacemos con nuestras furgonetas 17.000 kilómetros yendo y viniendo a todas las farmacias que hay en Aragón para repartir medicamentos. Es como si vas a Kiev y vuelves cuatro veces en el mismo día. Y eso, en el contexto en el que estamos ahora, en el que tenemos que intentar conseguir reducir la huella de carbono, no es sostenible. Y también es muy caro. El 30% del presupuesto de Novaltia es para gastos en transporte. Los drones nos van a permitir ahorrar tiempo, dinero y emisiones», añade.

Cuando el proyecto Pharmadron sea una realidad, el sistema de reparto de medicamentos de Novaltia cambiará drásticamente. La cooperativa tendrá repartidos por la comunidad varios hubs hasta los que llegarán las furgonetas con la mercancía. Y desde esos puntos, que estarán instalados en cabeceras de comarca como Jaca, Ejea de los Caballeros y Alcañiz, entre otros, los drones volarán de forma automatizada para hacer llegar las medicinas hasta las farmacias de los pueblos de alrededor. «Esperamos poder tener todo montado en dos años y que podamos estar volando con normalidad», dice Castillo. «Pero somos los primeros, este es un proyecto pionero en Europa. Y eso suena muy bonito y es muy mediático, pero también te comes todos los marrones, porque tienes que tener todo previsto en cuanto a la seguridad: ¿qué ocurre si el dron se desprograma en pleno vuelo? ¿Y si colisiona con un pájaro? ¿Es mejor incorporar un paracaídas en el dron o que se autodestruya? Todo eso es en lo que estamos trabajando ahora», añade el director de Novaltia.

El transporte de medicamentos con drones tiene además una serie de condicionantes adicionales. «Además de la seguridad, debemos transportar la mercancía en un cajón cerrado y que mantenga la temperatura entre los 15 y los 25 grados centígrados.

En 2019 el proyecto Pharmadron ya hizo una primera prueba en la que un dron voló desde el aeropuerto de Teruel hasta Gea de Albarracín. «La tecnología tiene que servir para acercar a las personas sus necesidades. Y con los drones podemos garantizar el acceso universal a los medicamentos cualquier zona del territorio, de manera que en esas localidades en las que hay población envejecida y pocos habitantes, tengan también los servicios básicos cubiertos», cuenta Francisco Yuste.

Pero el potencial de los drones para el transporte de mercancías es mucho mayor. «Se facilitarán muchos trabajos. Por ejemplo, se podrán transportar pequeños enseres de forma rápida. Imagina que, en medio de una operación, un hospital necesita X material con el que no cuenta. Desde otro hospital podría partir un dron y entregar lo que falta», cuenta Daniel Yuste.

En estos momentos, el principal freno para que todo esto sea una realidad es «el desarrollo de la normativa». «La legislación va muy por detrás de lo que la tecnología ya nos permite hacer. Y España está a la cola de Europa», lamenta Yuste. «Y también hay que disponer de toda una infraestructura para que los vuelos sean autónomos y seguros, puntos de recarga de baterías, zonas de aterrizaje y despegue...», zanja Yuste. 

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