Cultura

Los testimonios de los damnificados de la 'crisis cultural': "El veto de Vox demuestra su alergia a la cultura"

El Festival Periferias de Huesca, Etopia, Harinera ZGZ y Eiflok hablan sobre el nuevo rumbo cultural de los ayuntamientos de Huesca y Zaragoza y los factores que han influido políticamente en los recortes de sus proyectos

"Buscan privatizar espacios que son de la ciudadanía", alertan desde el colectivo que gestiona Harinera ZGZ

El festival Periferias de Huesca, en su última edición, antes de que el PP y Vox decidieran cancelarlo.

El festival Periferias de Huesca, en su última edición, antes de que el PP y Vox decidieran cancelarlo. / ÁLVARO CALVO

R. L. M.

Vox lo avisó ya en la campaña electoral. Su apoyo a cualquier pacto de Gobierno en el Ayuntamiento de Huesca debía pasar por una condición «innegociable»: la eliminación del festival Periferias. Al final, el PP cedió y uno de los emblemas culturales de Huesca llegó a su fin tras 23 ediciones. La imposición de Vox se ha repetido luego en el consistorio zaragozano, pero el caso de Periferias –quizá por ser el primero– tuvo una gran repercusión en la comunidad.

La razón de su veto: que el festival solo servía «para regar a culturetas progres con cientos de miles de euros», una afirmación que Luis Lles, uno de los impulsores de Periferias desde su inicio en el año 2000 rechaza de plano: «Han participado artistas de todo signo político. Ahí están los casos de Fernando Savater, Sánchez Dragó o incluso Fangoria».

En su opinión, las razones de Vox van más allá: «En el fondo lo que les pasa es que tienen alergia a la cultura. Para ellos la cultura solo es patrimonio, toros e historia falseada y lo que quieren es imponer un discurso único y que no haya espacios de reflexión para que la gente no piense por sí misma», asevera Lles, que también lamenta el modelo cultural del Ayuntamiento de Zaragoza: «Parece que solo les importa vender la ciudad de cara a la galería y están dejando de lado toda esa cultura participativa que impulsaba el tejido cultural desde abajo».

El ayuntamiento ha cancelado la programación cultural de Etopia. | JAIME GALINDO

El ayuntamiento ha cancelado la programación cultural de Etopia. | JAIME GALINDO / Jaime Galindo

«Todo lo conseguido en Etopia se echará por tierra»

Si no cambian las cosas, Etopia dejará pronto de ser un referente por su residencias artísticas, su laboratorio de sonido o su forma de combinar el arte y la tecnología. El actual equipo de Gobierno del ayuntamiento ya ha reconocido en varias ocasiones que el futuro del centro no pasa por las actividades culturales sino por el emprendimiento. La propia alcaldesa Natalia Chueca aseguró que el consistorio «metía dinero a fondo perdido» en la fundación que gestiona el centro, de lo que se deriva que no ven con buenos ojos que ese dinero se destine a actividades culturales.

«Está claro que quieren convertirlo en un centro empresarial. La semana pasada la empresa Hiberus celebró un evento privado y ocupó todo el centro, y esto es solo el principio», indican fuentes de la fundación. De momento, la programación cultural ya se ha cancelado y lo que más lamentan es que todo lo conseguido «se echará por tierra». «Aquí suceden cosas que no pasan en otros sitios. Toda la investigación en arte y tecnología o los cursos de nuevos medios audiovisuales que se hacían se perderán», lamentan las citadas fuentes, que subrayan que en otras comunidades están abriendo este tipo de centros sin parar. En su opinión, lo sucedido en Etopia es un ejemplo más del cambio de modelo cultural: «¿Para qué sirve traer los premios MIN? Eso no es cultura, es un evento, que lo pague otro departamento».

«Buscan privatizar espacios que son de la ciudadanía»

La Harinera.

La Harinera. / Ángel de Castro

El colectivo Llámalo H dejará de cogestionar la actividad cultural de la antigua Harinera de San José. El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido tomar las riendas para implantar «un cambio de rumbo», si bien asegura que contará con la participación de las entidades sociales.

El colectivo habla de un «desahucio encubierto» y asegura que el consistorio quiere acabar con un modelo en el que reinaba la participación ciudadana. «Cada 15 días hacíamos asambleas en las que los vecinos podían decidir el rumbo de la programación. Ahora quieren acabar con ese modelo para que decidan todo sus técnicos de Cultura, pero más allá de eso lo que vemos es que buscan privatizar espacios que ahora pertenecen a la ciudadanía», denuncian desde Llámalo H.

Así, no saben si podrán seguir reuniéndose en el centro la rondalla del barrio, los jubilados que hacían baile o las mujeres que se reunían para pintar. «Lo que está claro es que quieren acabar con las actividades que se desarrollaban aquí y que fomentaban la sostenibilidad, la igualdad de género o la descentralización de la cultura. En el último año nadie del ayuntamiento nos ha llamado para reunirnos. Al final, lo que buscan es colocar en espacios de decisión a entidades amigas de sus intereses», subrayan las citadas fuentes, que lamentan que no saben qué ocurrirá con la programación que estaba prevista hasta agosto.

«Este ayuntamiento no ve que el folclore también es cultura»

Imagen de una pasada edición del Eifolk. | JAIME GALINDO

Imagen de una pasada edición del Eifolk. / Jaime Galindo

El Encuentro Internacional de Folklore Ciudad de Zaragoza (Eifolk) no celebrará en septiembre la que iba a ser su edición número 33 tras la decisión del ayuntamiento de retirar la ayuda municipal, que representaba «casi el 50%» del presupuesto. La organización del festival no acaba de entender que el consistorio prescinda de una cita «totalmente consolidada» (se celebraba desde 1986) y que permitía a los zaragozanos conocer el folclore de otros países. «Se ha privado al ciudadano de acercarse a otras culturas y además no se dan cuenta de que todos los grupos que venían se empapaban de nuestro folclore y luego lo daban a conocer en sus lugares de origen. Todo ese valor añadido se perderá ahora», lamenta el director del Eifolk, Ángel Martínez, que asegura que la única explicación posible es que «el actual ayuntamiento no entiende que el folclore sea cultura»

El consistorio aseguró que lo único que ha hecho es retirar su ayuda, como ya hizo hace años la DPZ. Pero para la organización «no es equiparable». «Es diferente porque diferentes municipios participaban cada vez más en el festival con un dinero que recibían precisamente de la diputación», indica Martínez.

El director no tira la toalla y asegura que en un futuro lucharán por celebrar una cita que estaba reconocida por la Unesco: «La homologación nos la conservan durante un año, así que lo intentaremos»