El conflicto en Oriente Próximo

¿Cuáles son las conexiones entre Israel y la Universidad de Zaragoza?

La institución pública ha suscrito varios acuerdos con entidades israelís desde 2016, con tres en vigor en este 2024, aunque el rector Mayoral ha anunciado la suspensión de dos

Entre los proyectos destaca la cesión de uso de un software de mapeo a una empresa de drones

Los universitarios zaragozanos llevan acampados en el campus de San Francisco más de dos semanas.

Los universitarios zaragozanos llevan acampados en el campus de San Francisco más de dos semanas. / Miguel Ángel Gracia

Alberto Arilla

Alberto Arilla

La masacre que Israel está cometiendo en Gaza no está dejando a nadie indiferente. Tras más de 75 años de conflicto, siendo esta la definición más suave que seguramente se le puede dar a lo que acontece entre el Estado israelí y Palestina, la respuesta al ataque de Hamás del pasado 7 de octubre, camino de los 40.000 muertos, en su inmensísima mayoría civiles, ha provocado que el presidente, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Defensa vean como la comunidad internacional, al menos en parte, haya dejado de mirar hacia otro lado.

En ese sentido, conocidas son las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional –que también se han emitido contra la cúpula de Hamás– y las acusaciones formales de genocidio, como la lanzada por Sudáfrica hace apenas unos meses en la Corte Internacional de Justicia. Y en toda esa fotografía internacional, la presión universitaria se ha expandido por todo el territorio español, con miles de estudiantes pidiendo a sus respectivos rectorados que corten de raíz toda relación con el Estado israelí y sus instituciones.

Así, la presión de los estudiantes de la Universidad de Zaragoza ha comenzado a surtir efecto tras más de dos semanas acampados en el campus. Sin ir más lejos, el rector, José Antonio Mayoral, anunció el viernes la decisión de suspender dos acuerdos con diferentes entidades israelís. El primero consistía en la cesión de uso de la licencia de un 'software' de mapeo "para drones". El segundo, un proyecto que fabrica los comunicadores para cascos de alta competición que se prueban en Alcañiz. En ambos casos, la institución pública entendía que los servicios podían tener usos "de otro tipo".

Sea como fuere, muchas son las incógnitas que rodean a estos acuerdos y que aún deben despejarse, pues la Universidad de Zaragoza lleva suscribiendo proyectos con diferentes organizaciones israelíes, al menos, desde 2016. Por tanto, ahora toca hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué implica el boicot de la universidad a Israel?

Mapeo para drones

El primero de los proyectos cancelados al que el rector Mayoral hizo referencia el viernes responde a la cesión de la licencia de uso de un 'software' a una empresa de drones israelí. Este acuerdo, suscrito en diciembre de 2022 y con vigencia hasta 2026, significaba que la sociedad en cuestión, Sightec, tenía –pago mediante– el permiso para usar una tecnología desarrollada por el Instituto de Investigación e Ingeniería de Aragón (I3A). 

Concretamente, se trataba del 'software' ORB Slam3, cuya función es, según la memoria pública del proyecto, "calcular la trayectoria en posición y orientación de una cámara en exteriores, interiores, o incluso dentro del cuerpo humano, solamente a partir de las imágenes de la cámara, obteniendo una precisión centimétrica, y una robustez sin precedentes". Aplicándose a un dron, esto podría significar que este podría calcular su trayectoria sin necesidad de usar el GPS.

En cuanto a la 'startup' financiadora, Sightec, en su página web incluyen entre sus funciones el "proporcionar continuamente a los drones una comprensión integral de su entorno en constante cambio". Unas cualidades que le valieron para, el pasado 17 de julio de 2023, suscribir un acuerdo de colaboración con el Ministerio de Inteligencia israelí, destinado al Shin Bet, una de las tres patas de la inteligencia del Estado, y que se dedica al contraterrorismo, entre otras zonas, en Gaza y Cisjordania. Las otras dos caras de la inteligencia israelí son el Mossad (internacional, salvo Israel y Palestina) y el Aman (militar). Con todo, el pasado marzo este ministerio fue suprimido y sus funciones pasaron a depender de la oficina del primer ministro, es decir, Netanyahu.

En cualquier caso, fuentes conocedoras del proyecto aseguran que los investigadores de la universidad no suelen conocer la aplicación que las empresas puedan hacer de sus tecnologías, ya que este software es de libre uso. Además, sostienen que Sightec cortó la financiación al finalizar el primer año, es decir, en diciembre de 2023, más de dos meses después de la nueva ofensiva israelí en Gaza. Por otra parte, según ha podido saber este diario, este programa ya había sido cedido en 2020 a otra empresa israelí, Inuitive LTD, acompañado en ese caso de una "asesoría técnica".

Otros proyectos

El segundo de los proyectos al que Mayoral hizo referencia el pasado viernes radicaba en la fabricación de una tecnología que permite la comunicación para cascos "de alta competición", usada sobre todo para pilotos de carreras, y que por eso se prueba en Motorland. Este acuerdo contemplaba tanto el año 2023 como el 2024 con la empresa Cardo Systems, cuyo "representante oficial" es Barcom, como reconocen ambas sociedades en sus perfiles de internet. Y, precisamente, Barcom es también proveedor de la oficina de Netanyahu, así como del ejército y de la policía israelí, detalle que también aparece en su web oficial. 

Por otra parte, Mayoral habló el viernes de un tercer proyecto que "no depende" directamente de la universidad, sino que es conjunto a otras instituciones europeas y coordinado por una universidad italiana, y que investiga el mantenimiento de las abejas para favorecer su polinización junto a un centro de investigación israelí, dependiente de su Ministerio de Agricultura. Este acuerdo, por el momento, no será cancelado. Además, desde 2016 la Universidad de Zaragoza ha suscrito otros cuatro proyectos europeos con diferentes universidades y entidades israelís. Todos ellos, en principio, han caducado ya.

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