A plena luz del día y en la céntrica calle Conde Aranda, en El Gancho de Zaragoza, tuvo lugar este viernes una pelea entre un miembro de los Dominican Don’t Play (DDP) y un joven perteneciente a la banda rival Black Panther (BP). El encuentro fue fortuito, pero uno de ellos llevaba consigo un machete que no dudó en esgrimir e intentar atacar al otro. No lo consiguió porque se defendió con unas botellas que le lanzó.
Una reyerta que no pasó desapercibida entre los zaragozanos que en ese momento andaban por esta vía del barrio zaragozano de El Gancho y que no dudaron en llamar a la sala del 091. Eran sobre las 15.00 horas y hasta allí se desplazaron hasta cinco vehículos de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Cuando llegaron solo estaba uno de ellos. Al principio, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, trató de desligarse del tema, mostrando una actitud huidiza. Le pararon, afirmando al principio que no sabía nada de la pelea, si bien varios testigos aseguraron a los agentes que era uno de los implicados.
Territorio DDP
Al verse acorralado, el joven de 22 años y de los BP admitió que había tenido un problema con un integrante de los DDP con el que tiene problemas desde hace varios años y que vive en el barrio de San José, zona considerada territorio didipí.
Explicó que estaba saliendo de una tienda cuando se topó con el otro sospechoso, quien, nada más verlo, sacó un machete que llevaba oculto en el pantalón. Ante ello, el joven se echó a correr por la calle Conde Aranda en dirección a la plaza del Portillo, a la vez que le fue lanzando unas botellas para intentar defenderse.
Una escena que alarmó a varios viandantes que pidieron la presencia policial. Las sirenas espantaron al sospechoso que se fue corriendo calle abajo en dirección al Coso.
Unos hechos que, al tratarse de bandas latinas, está siendo investigado por la Brigada de Información para identificar al otro implicado y detenerle como presunto autor de un delito de amenazas graves y pertenencia a grupo criminal. Un machete no es un arma prohibida y, por lo tanto, no lleva aparejado ningún tipo de castigo penal. Eso sí, la legislación considera que es una falta grave a la seguridad ciudadana y que debe de sancionarse su uso con 600 euros como mínimo. Un expediente que es siempre revisado por la Delegación del Gobierno de España en Aragón y que tiene un año para poderlo tramitar. El arma suele destruirse, aunque hay casos en los que sus propietarios piden la devolución.
Solo hace falta que el DNI atestigüe que uno es mayor de edad y tener 30 euros en la cartera para pagar en la tienda un cortacañas de 61,5 centímetros en cuya afiladísima hoja de 45 centímetros puede leerse: Espartano. Un objeto de deseo y de poder para las bandas latinas como los Dominican Don’t Play (DDP) y los Black Panther, presentes en la capital aragonesa.
