Crimen de Boltaña: La autopsia confirma que Úrbez murió acuchillado en el corazón

Fernando Úrbez Sarrablo, el joven de 28 años que fue asesinado el pasado 2 de octubre en Boltaña, murió de un navajazo en el corazón tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Así lo confirman ahora los resultados de la autopsia que practicaron los profesionales del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa). Precisamente, la abogada del presunto homicida, Rocío Notivoli, solicitó este viernes a la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Boltaña un segundo examen forense aunque esto último es imposible porque la víctima fue incinerada antes de darle sepultura.

Alegó Notivoli que, así, se había «vulnerado» el «derecho a la defensa» de Sergio D. E. porque considera que hay unos «hechos controvertidos» que podrían haberse cotejado en profundidad con una segunda autopsia. En paralelo, la penalista solicitó ante el juzgado el cotejo del ADN de la navaja de un amigo de Úrbez que intervino la Guardia Civil al encontrarla «debajo de un palet». «No hay restos de sangre, pero se recoge al día siguiente», refirió la jurista, quien incluso aseguró que la herida que presentaba la víctima en el corazón podría ser «compatible» con la citada arma.

Todo ello llevó a Notivoli a sostener que «no ha sido Sergio» quien acabó con la vida de Úrbez –«estoy segura de su inocencia y considero que es inocente», apostilló–, pese a que su representado «solo» recuerda lo que sucedió con anterioridad y posteridad a la muerte. «No el momento de los hechos», concretó. En aras de esclarecer lo que sucedió en el interior del bar La Plaza, la letrada también ha solicitado la toma de declaración de todas aquellas personas que se concentraron en la plaza una vez se consumó el crimen.

«Luces encendidas»

Precisamente, los agentes detuvieron a Sergio «en las inmediaciones de Boltaña» y Notivoli recalcó que lo encontraron «en un coche con las luces encendidas». Este viernes también fueron citados a declarar estos dos guardias civiles, ante quienes Sergio D. E. negó «rotundamente» los hechos por los que le informaban de su inmediata detención. Junto a ellos desfilaron por el estrado tres testigos referenciales que estuvieron con Úrbez horas antes. «En ningún momento se presenció una riña. Estuvieron tomando unas cervezas con él y no apreciaron ninguna discusión», refirió la jurista en relación a la declaración que prestaron estos tres jóvenes.

También declaró ante el juez el guardia civil que registró la vivienda del detenido, donde le intervinieron cuatro plantas de marihuana. Por eso la causa judicial avanza en paralelo contra Sergio D. E. como presunto autor de un delito de tráfico de drogas.

El supuesto homicida se encuentra en prisión provisional desde el pasado 5 de octubre a petición del ministerio fiscal y la acusación particular. Así lo estimó la jueza a tenor de la documentación aportada por el Instituto Armado y dos testigos.