Silvio Rodríguez recita los cuentos de ´Érase que se era´

Érase que se era un cantautor cubano, que llegaría a ser pieza fundamental de la Nueva Trova, junto a otros grandes como Pablo Milanés. Érase un cantautor que componía temas como un torrente de música allá por los años 60 y 70. Y érase, y es, que este cantautor llamado Silvio Rodríguez, presenta en Zaragoza una selección de estos temas unidos bajo el título de Érase que se era, su último disco.

Las ganas que el público tiene de Silvio se reflejan en las fechas de su gira, que se han visto duplicadas en muchas ciudades, como San Sebastián, Logroño o Madrid. También aquí, en la Sala Mozart del Auditorio, el cubano repetirá visita mañana, ambas a las 21.00 horas. Si fuera por el público, podría estar cantando para siempre. Solo hay que remitirse a las dos horas y cinco bises que aguantó el pasado 27 de agosto en Pontevedra, en el concierto solidario que ofreció como compensación por las cancelaciones de La Coruña y Santiago y como homenaje ante la tragedia de los incendios, al tiempo.

Rodríguez acomete esta gira acompañado del Trío Trovarroco, formado por Rachid López, Maikel Elizarde y César Bacaró. También Olivier Valdés y Niurka González secundan al cubano. Entre todos dan vida al directo de este Érase que se era, un disco que fue presentado el pasado 5 de agosto en La Habana. Según explicó allí, había empezado a trabajar en él apenas acabado su anterior trabajo, Cita con ángeles, en 2003. Pero, "por una razón o por otra", había tenido que aparcarlo. De hecho, regresar a él le resultó difícil. Incluye obras compuestas en "el período más prolífico" de su vida musical, entre 1968 y 1970. En cierta manera es una puesta al día, un trabajo "de autoarqueología", ya que "siempre me quedé debiendo muchas canciones de antes", según declaró el cantautor. En cualquier caso, esa deuda con las canciones no publicadas "es casi impagable, porque siempre salen y salen canciones anteriores".

El doble álbum, que trata de exponer los temas "sin artilugios" que distraigan de su esencia, pone música a muchas letras que ya se conocían a través de su libro de poesía Canciones del Mar, concebido en 1969 tras su viaje como marinero en el pesquero Playa Girón. Temas como Oda a mi generación, El matador o Que levante la mano la guitarra, que muestran la diversidad de temas que inspiraban al cubano en aquella época, con la guerra y la paz siempre como referente último. De entre la ingente cantidad de composiciones, Rodríguez ha intentado seleccionar aquellas a las que "se les puede dar una interpretación actual". Además de ellas, el disco incluye dos canciones ya editadas pero no incluidas en ninguno de sus discos oficiales: La canción de la trova y Fusil contra fusil. Ésta es un homenaje a Ernesto Che Guevara, personaje admirado por Rodríguez ("no se callaba los defectos de la Revolución"), y su inclusión es necesaria "ahora que se han difundido muchas calumnias sobre él, como que era un asesino y mataba homosexuales".

Así pues, los conciertos de hoy y mañana darán a los fanáticos de este artista, que son muchos, la oportunidad de conocer el directo de temas nunca antes oídos, además del de sus temas consagrados, como Óleo de mujer con sombrero, Te doy una canción, y tantas otras. Ojalá nada falle, pensarán todos, para que se puedan vivir dos noches mágicas con el aprendiz en el Auditorio.