"Leda atómica", el punto de inflexión en la obra de Dalí, llega a Zaragoza

La obra que el propio Salvador Dalí calificó como su primera obra maestra, "Leda atómica", es el eje central y prácticamente único sobre el que gira la exposición "Dalí atómico" que acoge CaixaForum Zaragoza, con una pintura que supuso un punto de inflexión en la trayectoria del genio de Cadaqués tras vivir el estremecimiento sísmico del estallido de la primera bomba atómica.

"La explosión atómica del 6 de agosto de 1945 me estremeció sísmicamente. Desde aquel momento, el átomo fue mi tema preferido. Muchos paisajes pintados en ese periodo expresan el miedo que experimenté con la noticia de aquella explosión", dijo Dalí años después tras el acontecimiento que vivió desde Monterrey (Estados Unidos).

"Dalí atómico" analiza en profundidad el óleo que pintó el genio ampurdanés sobre el mito de Leda y el cisne con su musa, Gala, un tema abordado profusamente a lo largo de la historia de la pintura. La obra con su exposición en Zaragoza abandona de manera excepcional su ubicación habitual en la Sala del Tesoro del Teatro-Museo Dalí de Figueres (Girona).

De hecho, tras su primer paso por CaixaForum Sevilla, la capital aragonesa recibe esta muestra "muy excepcional", en palabras de Elisa Durán, directora general de la Fundación "la Caixa", y que de momento no está previsto que visite ningún otro lugar.

Elisa Durán junto a la directora de los Museos Dalí, Montse Aguer, la comisaria de la exposición y curadora jefe de la Fundación Dalí, Carme Ruiz, y el director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós, han presentado esta muestra que se podrá visitar hasta el próximo 9 de junio en el centro zaragozano.

Dalí abordó esta obra en su exilio estadounidense donde, ha explicado Ruiz, instaló su taller, "con luz natural, un sillón cómodo y rodeado de cosas importantes para él". en un lugar en el que se sentía como si estuviese en su Costa Brava natal y que supuso "un antes y un después en su obra" tras dos años de investigación conceptual y técnica" en la que incorporó la ciencia, de la que durante toda su vida fue un ferviente seguidor, a su trabajo.

La labor de preparación de esta muestra ha permitido incluso ubicar a donde pertenecen los paisajes que eligió para una obra que incluso llegó a presentar en una galería de Nueva York todavía inconclusa para que el público pudiera conocer "el proceso de trabajo" que él seguía.

En este sentido, Ruiz ha apuntado que Salvador Dalí defendía sobre las pinturas que "quien finaliza una obra es el espectador con su mirada y le da el contenido final".

La exposición gira en torno a esta obra, expuesta sola en una sala, emulando su ubicación original en Figueres, y junto a una serie de piezas que ayudan a explicar la historia que esconde tras ella, y en la que incluso se han realizado algunos cambios que "la han mejorado", ha dicho Ruiz, con respecto a la muestra que se pudo ver en Sevilla.

Diferentes ámbitos recogen toda la historia de esta obra en la que su musa Gala es la principal protagonista y en la que se puede ver como la física atómica es uno de los grandes temas de esta pintura en el deseo reconocido por el propio Dalí de "convertirse en un clásico" que busca la divina proporción o proporción aurea. Así el cuadro lo inscribe en una estrella de cinco puntas y un pentágono en busca de una figura armónica, equilibrada y naturalmente proporcionada.

En relación con la física atómica, Dalí realiza una obra en la que, ha destacado Ruiz, "nada toca a nada y todo está flotando en estado de gravitación, que es como podríamos ver un átomo en una fotografía".

Montse Auger ha recordado que se trata de una obra que solo sale excepcionalmente del Teatro-Museo y está en un lugar "emblemático" que eligió el propio Dalí y por eso es como si una parte del cuadro "estuviera aquí en Zaragoza".

Sobre la obra elegida para hacer esta excepcional exposición, Montse Aguer ha explicado que cuando analizaron la posibilidad de hacerla en torno a una única obra y estudiarla a fondo, "la elección fue fácil porque el propio Dalí la consideró su obra maestra".

También se dedica una parte de la exposición al libro de Dalí "50 secretos mágicos para pintar" en los que, ha asegurado Auger, "reivindica su amor profundo por la pintura".