El Aula Magna del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza se ha llenado de amor y reconocimiento en el Día de los Enamorados. Amor y cariño hacia Ángel Guinda, fallecido el pasado 29 de enero y uno de los poetas más queridos y reconocidos de la comunidad. Se ha comprobado en la presentación de El arrojo de vivir, una antología de poemas de amor escritos por Guinda entre 1977 y 2021 y que acaba de publicar Olifante, la editorial de su vida. La presentación se ha convertido en un gran homenaje a su figura y ha contado con la participación de medio centenar de personas, en su mayoría grandes representantes del mundo literario aragonés.

Ha abierto el acto la escritora y fundadora de Olifante, Trinidad Ruiz Marcellán, para quien Guinda es «uno de los poetas más impresionantes de habla hispana de los últimos años». La encargada de conducir el homenaje ha sido la poeta zaragozana Reyes Guillén, que a modo de presentación ha leído un poema que Agustín Porras le dedicó hace años a Ángel Guinda.

El Aula Magna se ha llenado de autores y sobre todo de grandes amigos del poeta aragonés. Algunos de ellos, como por ejemplo Manuel Martínez Forega, Alfredo Saldaña, Tomás Bosque, Miguel Mena o Nacho Escuín, han recordado a Guinda a través de anécdotas y sentidas palabras. Porque si algo quedó ha quedado en el Paraninfo ha sido que Guinda fue «un ser amoroso con todo el mundo», como bien ha resumido su compañera y actual esposa, Raquel Arroyo.

Ella ha sido precisamente quien ha seleccionado los poemas de esta última antología, poesías que en algunos casos tienen bastantes años pero que «no han perdido ni un ápice de vigencia», como ha destacado Arroyo. «Son poemas que te llegan al corazón, que te conectan con tu pareja y contigo mismo», ha abundado. Y es que Guinda también escribió espléndidos poemas de amor, pese a que se le asocia fundamentalmente con la temática de la muerte y por tener una mirada amargo-realista de la condición humana con asuntos como el paso del tiempo, la enfermedad o la vejez. Los 34 poemas que componen esta última antología han sido leídos por distintos representantes del mundo de la cultura en Aragón, iluminando todo el Paraninfo en esta época de incertidumbres y miedos.

La literatura como bálsamo

Ese leitmotiv, el de la literatura como bálsamo y ancla, ha sobrevolado el homenaje de la misma forma que planea sobre toda la obra de Guinda, un poeta que defendía la utilidad de la poesía para el ser humano más allá de la propia belleza que ella contiene. Como ha recordado Manuel Martínez Forega, Guinda ya reivindicaba en su manifiesto Poesía útil «una poesía que sirva al ser humano: moralmente para vivir; estéticamente, para gozar; y culturalmente, para ensanchar y afianzar su saber». «Estaba convencido de que la poesía podía educar y hacerte mejor persona», ha insistido Martínez Forega.

«Su obra ha ayudado a muchos a resistir. Además, empatizaba y conectaba especialmente con los más desfavorecidos y excluidos», ha apuntado Reyes Guillén. Guinda lo conseguía apostando por un lenguaje claro y sencillo, pero «de una gran hondura». «Sabía decir las cosas desde la sencillez para encontrar la profundidad, como si las palabras estuvieran seleccionadas con una arquitectura precisa», ha destacado el poeta e ilustrador aragonés Josema Carrasco, que hace unos años publicó una versión en cómic del poemario Espectral.

En este sentido, y como ha explicado Martínez Forega, Guinda siempre marcó una clara diferencia con los poetas de su generación, la denominada de Los Novísimos. «Él siguió con su lenguaje comprensible y cercano y como servidor de la verdad poética mantenía que ‘había que escribir como se vive’», ha indicado Forega, que ha aludido a esa «compleja sencillez» a la que tanto aludió Borges.

Un "faro" para otros poetas

Por eso, su poesía, que nunca se olvidaba de la claridad, fue «un faro» para muchos poetas posteriores. «La llamada generación de los ochenta (o postnovísimos), con nombres como García Montero o Benítez Reyes, le debe mucho a Guinda», ha subrayado Forega.

Además de ser un poeta de la vida, del amor y de la muerte, Guinda también fue un poeta «vitalista y subversivo, beligerante contra lo establecido», como recordó Forega. Y es que, además de su compromiso inquebrantable con la poesía, si por algo destacó Guinda es por su pertenencia al ejército militante de la moral y de la defensa de las causas sociales. «Si los pintáramos en una pared, sus versos nos harían reflexionar mucho», ha apuntado Carrasco, que, como el resto de sus amigos, ha destacado «su gran sentido del humor».

Muy querido y valorado en Aragón (fue Premio de las letras aragonesas en 2010), Guinda no tuvo el reconocimiento que se merecía en el ámbito nacional, como consideran muchos autores. «No se le ha prestado la atención que merecía, aunque él nunca hizo nada para conseguirla», ha comentado Forega. «No quiso moverse en los círculos del poder cultural y eso le restó reconocimiento», según Guillén. Algo que, en opinión de Carrasco, Guinda «tampoco necesitaba»; «asumía con tranquilidad su rol de poeta al margen. Ahora nos toca a nosotros reivindicar su obra». 

UN NUEVO TRIBUTO PARA EL OTOÑO

La presentación de El arrojo de vivir, la antología de poemas de amor escritos por Ángel Guinda entre 1977 y 2021, se ha convertido a efectos prácticos en todo un homenaje a su figura. Sin embargo, sus amigos más cercanos y Olifante, la editorial de su vida, ya planean rendirle un tributo en toda regla «y como Ángel se merece». Previsiblemente será en otoño, «la estación que más amaba», y no descartan que ese homenaje cuente incluso con actuaciones musicales. Hoy, la cantautora María José Hernández ya ha interpretado a voz y guitarra el poema Adamar, que fue musicado en 2001 por José Antonio Labordeta y cantado por él mismo y por la propia cantautora zaragozana. Con todo, se pretende que el homenaje previsto para otoño tenga un mayor empaque y cuente con la participación de diferentes artistas. En este sentido, cabe destacar que Guinda mantenía una gran amistad con artistas de diferentes disciplinas como la música (Amaral, Sopeña, Petisme...) y la pintura. Ayer, por ejemplo, también acudieron al acto los raperos Sharif y Rafael Lechowski.