La cineasta aragonesa Pilar Palomero estrena este viernes su segundo largometraje, 'La maternal', un desgarrado drama adolescente lleno de ternura donde se aborda el problema de ser madre con 14 años sin tener un entorno que te proteja, una "injusticia" ya de partida, considera Palomero, a la que hay que sumar incomprensión y culpas.

"Me encantaría que, tras ver la película, el espectador no juzgara a Carla, que pensara que, haga lo que haga y decida lo que decida, 'bien hecho estará'. Ya es suficientemente complicado que una niña de 14 años se vea abocada a ser madre en esas circunstancias como para tener que aguantar encima el juicio por nuestra parte", señala la directora en una entrevista con Efe.

Centro para madres en riesgo de exclusión

'La maternal' se centra en el embarazo de Carla (impresionante debut de Carla Quílez, protagonista de la cinta), una adolescente que ingresa en un centro residencial para madres en riesgo de exclusión, al que llega con toda su rebeldía pero casi sin saber qué ha pasado.

Palomero, ganadora de un montón de premios con su ópera prima, 'Las niñas' (entre ellos, dos Goyas), se mete de lleno en un drama que, a diferencia de su primer filme, no tiene nada que ver con ella, pero que hizo suyo tras la primera charla con un puñado de mujeres que fueron madres siendo niñas, explica.

'La maternal' se estrena el viernes en las salas de cine españolas.

Los casos que conocía la directora habían tenido en su entorno una red de seguridad que les permitió decidir: "esa es la gran diferencia y de lo que va 'La maternal' -explica-, de cuando ya no hay poder de decisión porque estás de cinco meses, como Carla, y vienes de un entorno familiar y social muy vulnerable".

Una adolescente normal

La protagonista es una adolescente de lo más normal que llega al sexo jugando con su mejor amigo, con el que se ríe a carcajadas viendo porno en el móvil -a veces, les da asco-, que sube a Instagram sus vídeos donde se convierte en otra y es la mejor en baile urbano (igual que Quílez), y que juega al fútbol con sus colegas, entre ellos, el padre de su hijo.

"'La maternal' va de cuando ya no hay poder de decisión porque estás de cinco meses, como Carla, y vienes de un entorno familiar y social muy vulnerable"

Es rebelde y desafiante, vive en un pueblo de los Monegros (el bar y el campo de fútbol de 'Jamón, jamón', homenaje de la zaragozana a Bigas Luna) con su madre (inmensa también Ángela Cervantes en el papel) a la que se enfrenta una y otra vez porque se parecen demasiado; de hecho, Penélope también es muy joven y, probablemente, tuvo a Carla en un embarazo muy similar al suyo.

Palomero confirma que sí, que "eso es lo que le pasó", con la diferencia de que Carla pudo entrar en un centro que "le abrió la posibilidad de que la historia no se repita". En ese sentido, destaca que 'La maternal' también es un deseo de que haya más centros como éste, financiado con fondos públicos y que funciona como cooperativa, y sin ningún tipo de vinculación religiosa.

Injusticias desde el inicio

"Ojalá la sociedad priorizara estas cosas, porque son situaciones muy injustas de partida, porque hay chicas que, necesitándolo, no tendrán la oportunidad de entrar en un centro como este. Y cómo lo vivirán, es terrible", se lamenta. "A todas las mujeres nos podría haber pasado, pero el problema es cuando la desprotección es absoluta. Me gustaría que quedara claro que, según en qué casa hayas nacido, tienes más o menos oportunidades, también en un momento así", recalca la directora.

"Son situaciones muy injustas de partida, porque hay chicas que, necesitándolo, no tendrán la oportunidad de entrar en un centro como este"

El guion a veces roza el documental, como la escena en la que las chicas del centro se presentan a la recién llegada; son Sheila Baños, Jamila Bengharda o Claudia Medina, madres adolescentes reales que cuentan sus propias experiencias, y la actriz Claudia Dalmau, que da voz a muchas otras, dotando al momento de una enorme carga emotiva. "Hablaban de cosas que me llevaban de cierta forma a 'Las niñas', de tabúes y vergüenzas y, a veces, todo lo contrario", apunta Palomera.

"Son niñas abocadas a la maternidad"

Carla es el resumen de muchas chicas; sus circunstancias, dice, se repiten en muchos casos, y aunque ella llega al embarazo "a través del absoluto desconocimiento y de la desinformación" también se muestra "que existen los abusos, o la violencia machista". Para la cineasta, es evidente que la falta de educación sexual de los niños y jóvenes está detrás de estos dramas. "Para mí era muy importante no abstraernos nunca de que son niñas, por eso la elección de Carla Quílez, no queríamos que quien la viera pensara que podía tener 18 o 19. Son niñas abocadas a la maternidad". Y no tiene final feliz, pero la última escena demuestra "esa fuerza que tiene Carla, pedaleando cuesta arriba".