NOVEDAD EDITORIAL

Magdalena Lasala arroja luz sobre el feminismo ilustrado con su novela 'Los Lirios del Sol'

La escritora zaragozana busca reflejar la historia de una de las mayores precursoras del feminismo español: Teresa de Vallabriga

La escritora Magdalena Lasala en el Patio de la Infanta de Zaragoza.

La escritora Magdalena Lasala en el Patio de la Infanta de Zaragoza. / Ángel de Castro

Álvaro Jordán

Álvaro Jordán

Con una extensa producción literaria a sus espaldas, la escritora zaragozana Magdalena Lasala (1958) regresa al género de la novela histórica con 'Los Lirios del Sol' (Esfera Libros), que presentará en el Patio de la Infanta el próximo 20 de septiembre, así como en próximas presentaciones en Madrid.

Con esta nueva aventura literaria, Lasala pretende adentrarse en la Zaragoza del siglo XVIII, marcada fuertemente por la riqueza intelectual e ideológica de la Ilustración. De esta forma, su principal objetivo es «entender y resaltar los personajes femeninos zaragozanos que marcaron un avance en el pensamiento, educación y evolución de las mujeres españolas», una corriente que una vez empezó su marcha ya no dio vuelta atrás. Como deja claro la escritora, «las mujeres ya no querían ser obligadas a entretener a sus maridos o vivir encerradas en sus hogares: ansiaban la igualdad».

¿Pero quién fue la encargada de colocar la primera piedra de este trayecto? Ese cargo le correspondió a la aristócrata zaragozana Teresa de Vallabriga, esposa del infante Luis de Borbón y una de las mayores figuras de la Ilustración femenina en España. Vejada constantemente por la corte real, tuvo que ocultar su linaje a causa de su matrimonio morganático, por lo que sus tres hijos no pudieron llevar el apellido real de la casa Borbón ni optar a sus derechos sucesorios

Culta e independiente

Lasala se encarga de representar a esta mujer culta, filántropa e independiente en su regreso a Zaragoza tras haberse marchado a Madrid años atrás. Ya viuda, y frente a una ciudad cada vez más secreta y esotérica (causada por la extensión de la masonería ideológica entre sus ciudadanos, prohibida en 1738), la protagonista creará la logia Los Lirios del Sol en un intento de alcanzar el ideal ilustrado de la educación femenina. Sin embargo, la creciente paranoia del rey Carlos IV por miedo a una revolución igual que en Francia, junto a otras tantas figuras como la Inquisición e, incluso, algunas instituciones femeninas conservadoras, causarán que Teresa sea tan incomprendida como lo fue en la corte real. Como deja claro la autora zaragozana, la creación de esta logia permite a Teresa no solo hacer evolucionar a la propia sociedad a través de un círculo intelectual de gente inquieta, sino también evoluciona ella misma como mujer.

«Esto es digno de resaltar a lo largo de la novela, sobre todo teniendo en cuenta que, en un contexto anterior, Teresa llevaba años sin ver a sus tres hijos», explica la Premio de las Letras Aragonesas. «Intentaba mostrarse sumisa frente a Carlos III a través de varias cartas para que le dejara ver a sus hijos, algo que ella jamás habría hecho por gusto, pero no pudo convencerle», continúa la escritora.

La personalidad de Teresa también permitió que entablase amistad con figuras como Francisco de Goya o Luis Pared. De hecho, «Goya la quería mucho, tanto a ella como a sus dos hijas. Teresa le ayudó en el proceso degenerativo de su sordera y él se lo agradeció siempre», comenta la aragonesa.

Una tendencia precursora

A través de esta escuela intelectual, inspirada en la logia aragonesa de Los Lirios de la Luz, como aclara la escritora, Teresa de Vallabriga acabó marcando una tendencia precursora que revolucionaría por completo la España del siglo XIX, con un avance social constatado por una independencia femenina, liderada por figuras como Josefa de Amar y Borbón o Mariana de Urríes y Pignatelli. Estas dos últimas figuras (también zaragozanas) acabarían siguiendo el ejemplo de la protagonista creando también sus propias escuelas de educación femenina. En el caso de Urríes, se convertiría en directora de la cátedra de pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, mientras que Josefa de Amar y Borbón establecería una base científica para hablar sobre la educación de las mujeres, con lo que la formación femenina pasaría a ser un ornato en el linaje de las mujeres, un complemento a su identidad social.

Otras propuestas como la Junta de Damas de Honor y Mérito, organizada en Madrid, contaría con otras figuras clave como las duquesas de Osuna y Montijo, quienes generaron una forma de pensamiento que hace entender a la mujer su necesidad de participación en la sociedad. «Teresa de Vallabriga era una mujer muy poderosa, con mucha influencia, que acabó movilizando una gran corriente de figuras aragonesas, determinantes en la Ilustración española», enuncia Lasala.

Teresa de Vallabriga fue la precursora del avance y el feminismo social constatados en la España del siglo XIX

Otros individuos, como el Conde Aranda o Floridablanca, pretendieron apoyar la causa para reformar las instituciones monárquicas, lo que sumado al temor de Carlos IV acabaría causando sus destituciones. Como admite la aragonesa, «una revolución del mismo calibre que la Francesa jamás habría podido realizarse en España, si solo hubiera dependido del pueblo español». Sin embargo, las ambiciones de figuras como la de Manuel Godoy acabarían probando que la inteligencia y las aptitudes acabarían importando más que la sangre. «Godoy no era un noble de nacimiento, y sin embargo, estuvo muy cerca de tomar el trono. Su causa se debió en parte a la inspiración de Teresa», asevera la también poetisa.

Próximos proyectos

Con esta novela, Lasala arroja luz a un periodo oscuro, lleno de adversidades para la ola feminista. Con el sacrificio y tesón de figuras como Teresa de Vallabriga, Josefa de Amar y Borbón o Mariana de Urríes y Pignatelli, se consiguió asentar el puente que tendería la mano a las siguientes generaciones de mujeres hasta la actualidad.

Tras diez años de investigación frente a esta historia, frente a la de la Ilustración, la masonería, la monarquía y la Inquisición; la escritora polifacética necesitó de un solo año para condensar toda esta información en las 408 páginas que componen a la obra, donde resalta cómo «la Ilustración fue uno de los periodos más importantes para el desarrollo de la mente occidental».

Figuras como Manuel Godoy fueron inspiradas por la voluntad férrea de Teresa de Vallabriga

Frente a sus próximos proyectos, ella confirma que lanzará un próximo libro de poesía el próximo mes de enero, mientras adelanta que ya se encuentra trabajando en otras dos novelas.