Entrevista | Miguel Martínez Exportero del Real Zaragoza

"Jugar en el Real Zaragoza es lo más importante que me ha pasado"

El portero riojano, que estuvo siete campañas en el club aragonés, cuelga los guantes a los 42 años. «La única espina que me queda es no haber debutado en Primera División»

Miguel Martínez, junto a los miembros de la peña Crianza Rojilla, que le hicieron un regalo el domingo en su despedida del fútbol.

Miguel Martínez, junto a los miembros de la peña Crianza Rojilla, que le hicieron un regalo el domingo en su despedida del fútbol. / CD CALAHORRA

Jorge Oto

Jorge Oto

¿Cómo es el día después del adiós?

Bien, bien. La palabra, seguramente, es liberado. Sabía que este día iba a llegar y que se cerraba una etapa y se abrirá otra que aún no sé cuál es. Ahora se trata de desconectar del fútbol y afrontar lo que venga con tranquilidad.

Y en el Calahorra, donde empezó y acaba todo, con el objetivo de la salvación cumplido.

Así es, aunque nos hemos quedado a un punto de la Copa del Rey, pero contento por la segunda vuelta que hemos hecho.

¿Cuándo decide que se acabó?

A principios de temporada ya me venía rondando la idea en la cabeza. Lo sopesaba y había un alto porcentaje de posibilidades de colgar los guantes. A medida que fue pasando la temporada y tras varias lesiones, cuando estuve bien y jugaba ya decidí que era el momento. Yo quería acabar jugando, en el campo, y ya tuve claro entonces que era la hora de dar un paso al costado, cerrar una etapa y empezar otra, espero, también ligada al fútbol.

¿Entrenador, director deportivo….?

De momento, tengo la formación para técnico, además de mi carrera de INEF. Me gustaría formar parte de un cuerpo técnico y quizá lo que más me llama sea ejercer de entrenador de porteros. 

Lo deja con 42 años. No está mal.

He sido un privilegiado por haberme dedicado a lo que más me gusta y lo que querría hacer mucha gente que no lo consigue. He estado 24 años desde Segunda B hasta más arriba y eso para mí es un orgullo. No puedo pedir más.

Y con el Deportivo Aragón como testigo de su despedida. Un cierre casi ideal.

No había uno mejor. Jugando, en el Calahorra, donde empecé en Segunda B, y contra el Real Zaragoza, el club que me abrió paso al fútbol profesional y que me dio la oportunidad de debutar en Segunda y de formar parte de una plantilla de Primera.

¿Qué recuerdo le viene a la mente cuando piensa en aquella etapa?

La imagen de mi debut con el Zaragoza es la que siempre acude a mi mente y a mi retina. Pasar de jugar en la Ciudad Deportiva, donde apenas tenías a la familia y poco más, a hacerlo con más de 20.000 personas en La Romareda queda grabado para siempre.

¿Fue el mejor momento de su carrera?

Sin duda. Pasar de estar un año en el filial de Real Zaragoza con Rubén Falcón sin jugar mucho al año siguiente estar con el primer equipo, participar en cuatro partidos de Liga y en uno de Copa contra la Real Sociedad (que a punto estuvo de ganar la Liga) y todo eso con apenas 20 año es lo más importante que me ha pasado.

¿Qué significa el Real Zaragoza para Miguel Martínez?

Es mi segunda casa, el sitio donde he estado siete años y en el que tuve la suerte de adentrarme en el fútbol profesional en una ciudad muy importante y en un club grande en el que viví momentos buenos, como el ascenso en la 2003-2004, y malos, como el descenso de la 2007-2008.

¿Le queda la espina clavada de no haber debutado en Primera?

Sí, uno siente el orgullo de estar en el primer equipo del Real Zaragoza pero queda esa pena y esa espina de no haber jugado en Primera. Aunque era consciente de que estaba en un Zaragoza con aspiraciones de estar en Europa y para mí fue un honor. Admito que es la única espina que puedo tener porque, además, cuando parecía que me tocaba, los árbitros redactaban mal un acta y le quitaban la tarjeta a César Sánchez. Pero no me puedo quejar. He estado 24 años viviendo de lo que más me gusta.

¿Le duele el Zaragoza?

Hay bastantes jugadores en el Calahorra que pertenecen o han estado en el Zaragoza y hablamos mucho de eso. Es una pena que el Zaragoza esté tanto tiempo en un sitio que no le corresponde por afición, ciudad y por muchas cosas. Ojalá pronto vuelva al lugar que le corresponde, que no es otro que la Primera División.

¿Muchos mensajes o llamadas desde Zaragoza por su despedida?

Mire, siempre guardaré grabado que jugué con gente como Aragón o Aguado y que este último pusiera en 'X' un mensaje tan cariñoso hacia mí y que alguien de su importancia en la historia del Zaragoza escriba algo así es lo mejor que te deja el fútbol y te hace pensar que algo has hecho bien. Aguado es una institución y es un orgullo que alguien como él me diga esas palabras. Y que recuerde que saqué un balón de La Romareda durante el partido ante el Córdoba en 2002 (ríe). 

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