EL FESTIVAL DEL AÑO EN ZARAGOZA

El Vive Latino empieza a echar raíces en el recinto de la Expo

El festival llena el recinto y se queda cerca del ‘sold out’ en una fiesta de la música surgida a ambos lados del Atlántico

La mayoría de los casi 22.000 visitantes proceden de Zaragoza y su entorno, pero la cita también ha atraído gente de fuera de la comunidad

Rubén López

Rubén López

Aún es pronto para hablar de consolidación, pero el Vive Latino ya empieza a echar raíces en el recinto de la Expo de Zaragoza. Esta segunda edición está demostrando que el festival ha sido recibido con los brazos abiertos por los zaragozanos, que han respondido con creces a la llamada de la música en directo. De hecho, la cita se ha quedado muy cerca de colgar el cartel de no hay billetes al congregar a cerca de 22.000 personas este viernes (el sábado se espera la misma cifra). En la primera edición, el Vive Latino reunió a 33.736 personas, 16.103 el viernes y 17.633 el sábado.

El festival ha celebrado este viernes su primera jornada, que se ha convertido en una auténtica fiesta de la música surgida a ambos lados del Atlántico. Diez horas de conciertos ininterrumpidos en las que los asistentes han disfrutado de lo lindo con la música de artistas tan consolidados como Juanes, Calamaro, Lila Downs, Julieta Venegas o Xoel López. Para este sábado quedan otras diez horas por delante de un festival que, según sus promotores, ha venido para quedarse y que podría hacer de Zaragoza una referencia para la música creada a los dos lados del charco.

Carolina Durante hace vibrar al Vive Latino en el primer gran concierto del viernes

JAIME GALINDO

Aunque la mayoría de asistentes proceden de Zaragoza y su entorno, el Vive Latino también ha logrado atraer a visitantes foráneos. Como Cris, Ire, Yosi e Iván, un grupo de ecuatorianos que han venido 'ex profeso' desde Bélgica, donde residen desde hace más de 20 años. «El año pasado ya quisimos venir pero no pudo ser. Estamos muy emocionados porque nos encanta el cartel», ha subrayado Cris poco después de acceder al recinto. «De momento está todo muy bien organizado y el montaje es bien bonito», ha apuntado Iván, quien ha destacado que han venido a pasar una semana para «aprovechar y hacer turismo».

Su caso confirma que el festival también está impulsando el sector hostelero de la ciudad, ya que no cuenta con zona de acampada. El año pasado, el impacto económico se fijó en torno a los cuatro millones de euros.

Andrés Calamaro y Kase.O, juntos en el Vive Latino

Jaime Galindo

La cita ha pasado con buena nota la prueba de fuego de la primera jornada. Por el momento no se ha producido ningún incidente reseñable y los asistentes, pese al incremento de público, han podido transitar con tranquilidad y sin agobios por buena parte del recinto gracias a su gran tamaño (nada menos que 80.000 metros cuadrados). «Lo bueno es que no es nada agobiante, porque recuerdo que hace años fuimos al Arenal Sound y eso era una locura», ha indicado Arancha mientras se tomaba una cerveza con sus amigas Olivia y Silvia.

Eso es precisamente lo que perseguía la organización cuando decidió fijar el aforo máximo en esas 22.000 personas por día: priorizar la comodidad de los asistentes. El festival también tomó buena nota el año pasado de las quejas por las largas filas que se formaron por momentos en algunas barras, sobre todo a la hora de cenar.

Por eso en esta edición ha decidido incrementar el número de puestos de comida. Este viernes se ha notado bastante, aunque en algunos estands gastronómicos se han seguido formando colas, algo, por otra parte, habitual en este tipo de festivales. Las filas también han sido recurrentes en algunos baños, pero menos que en la pasada edición.

A nivel de infraestructuras, la primera jornada ha constatado también que la organización ha elevado su apuesta. Por ejemplo, este año hay más pantallas gigantes que en la primera edición.

De 30 para arriba

Las puertas se han abierto a las 16.00 horas y poco a poco un goteo de asistentes ha comenzado a entrar de forma progresiva y ordenada en el festival, que ha vuelto a demostrar que su público objetivo supera de media los 30 años. Y es que en el recinto de la Expo se han visto pocos estudiantes y casi ningún adolescente. 

La oferta es tan variada que hay de sobra donde elegir. Nada más y nada menos que cerca de 40 artistas van a actuar durante estos dos días en el festival. Este viernes, el escenario principal ha sido uno de los que más interés ha despertado gracias a las propuestas de Delaporte, Xoel López, Juanes (con un concierto multitudinario) y el gran Andrés Calamaro. Y eso que a esta hora aún no ha comenzado el concierto de Calamaro y Viva Suecia, dos de los grandes reclamos.

Concierto de Juanes en el Vive Latino 2023

JAIME GALINDO

El Vive Latino también ha permitido recuperar el anfiteatro de la Expo, que llevaba desde 2014 sin acoger conciertos, y reivindicar culturalmente un recinto idóneo para estos proyectos.

Además de la música, el festival ha tenido este viernes otros alicientes, como la variada gastronomía (peruana, venezolana, mexicana...) o estands para hacerse fotos en formato 360. También se ha habilitado una carpa para que algunos artistas firmaran autógrafos. Este sábado aún quedan otras diez horas de conciertos. El recinto de la Expo las recibirá con los brazos abiertos.