LIBROS

Crítica de Javier Lahoz de 'Videoclub': El séptimo cielo

Jaume Ripoll escribe con humor, relaciona aspectos cotidianos con momentos inolvidables de la pantalla, ironiza y enseña, y por encima de todo lo demás, rescata a los lectores del tedio

Jaume Ripoll, autor de la obra 'Videoclub'.

Jaume Ripoll, autor de la obra 'Videoclub'. / EL PERIÓDICO

Javier Lahoz

Hay libros que se ocupan de llevarnos por el camino de la memoria y que de alguna manera nos impiden pasar página. Para un amante del cine como yo, encontrarme con la aparición espontánea de abundantes títulos, míticos algunos de ellos, y revivir la aventura que en su día suponía buscarlos entre montañas de carátulas, y a veces incluso encontrarlos, supone un intenso viaje al pasado. Esto seguramente ocurre porque me reconozco en las palabras del creador de esta historia, en el hombre que siempre soñó con formar parte de la industria del cine y dedicarse a regalar fantasía y a propiciar mesas de tertulia donde debatir, con vehemencia y fervor, sobre obras maestras o sobre productos insustanciales, que de todo hay. Es una fortuna tropezarse con quienes se obstinan en construir y en recuperar lo construido.

Soy ajeno a las plataformas, no voy a mentir, no me importa que confesarlo me haga parecer un auténtico troglodita. Hace años opté por el coleccionismo y en él sigo atrapado, sin remisión y sin salida. Pero al zambullirme en este libro titulado 'Videoclub' y escrito por Jaume Ripoll asisto a un recorrido emocional y vital por un oficio que ha evolucionado bajo su atenta mirada consiguiendo que cada persona acceda sin moverse del sofá del salón de casa a numerosas joyas del blanco y negro o del color. Más todavía si se visten de producción independiente. La plataforma en línea Filmin lleva su inconfundible sello, así como el Atlantida Mallorca Film Fest, realidades nacidas de equipos humanos que ponen las imágenes en su sitio.

Nuevas posibilidades y pasión

Jaume Ripoll escribe con humor, relaciona aspectos cotidianos con momentos inolvidables de la pantalla, ironiza y enseña, y por encima de todo lo demás, nos rescata a los lectores del tedio, pues alelados andamos aquellos que en su día aceptamos sin reservas que la realidad supera a la ficción, y que sin embargo con posterioridad hemos comprobado que lo único insuperable es, en efecto, la rutina. Estructurado en capítulos cortos en los que ofrece miradas desde distintas ópticas, la vida va transcurriendo y las experiencias componen el puzle de un número indefinido de piezas. El trabajo familiar deriva en nuevas posibilidades y la pasión por el séptimo arte le vincula a amigos, estudios, vivencias y una creatividad sin parangón.

Títulos de películas se suceden, a velocidad de vértigo, en cada una de estas páginas porque es inevitable que vengan a pelo de cualquier situación cotidiana, y que aludiendo a ellos se dibuje sin aristas la propia existencia. Jaume se autobiografía a la vez que nos biografía a otros, y se ocupa de poner un espejo delante de los ojos de quienes corren el peligro de despistarse. También añade un epílogo de listas, como corresponde entre los amantes del género. Las leo y pienso en la arbitrariedad, tan caprichosa. Cada uno haríamos nuestra selección, obviamente, y ese es otro hecho indiscutible que nos define. En este videoclub tan personal nacido en el ámbito familiar hay anécdotas, curiosidades, homenajes y reflexiones. La suma total es una pasión bien construida que se acompaña de una mirada interior cuya conclusión es que el cine le ha hecho al autor más libre, cosa que finalmente se puede extender a una inmensa mayoría.

Invitación a la sonrisa

Publicada por Ediciones B, esta historia invita a la sonrisa aunque florecen momentos en los que emerge una crudeza a la que la ficción supo hacer frente. Escrita en forma de testimonio, no precisa de diálogos, y sólo surgen en momentos puntuales, más bien cuando se trata de destacar alguna escena digna de guion cinematográfico. Me emocionan los libros como este, porque al ejemplo de emprender le sigue el de permanecer fiel a aquello que supuso refugio y ayudaba a descubrir el mundo. Dirigido a todo tipo de público, no importa a qué generación se pertenezca para reconocerse en tramas y personajes. Y el cómodo formato se presta a cualquier ocasión, lo que lo hace aún más apetecible. Es una lectura fresca y dinámica que tiende la mano e invita a acomodarse en la oscuridad mientras alrededor titilan las estrellas.

Los libros de cine tienen una belleza diferente. Relatan lo que somos y lo que fuimos, porque es habitual conservar el recuerdo de muchos visionados y enlazarlos con episodios que insistimos en mantener vivos en nuestra mente. Jaume Ripoll hace cine mientras escribe sobre cine. Ahora le toca al público disfrutar del libro, y de la película. 

‘VIDEOCLUB’      

Jaume Ripoll           

Ediciones B

240 páginas

19,85 euros