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Crítica de 'El orgasmo puede ser parte del vacío': El destemplado ritmo de los pasos del mundo

Bajo un título tan contundente, Adolfo Burriel ofrece este poemario, editado por Olifante, en donde su vertiente lúdica no oculta esos "tiempos menguantes" en los que el autor se encuentra desde el título del poema que abre el libro

Adolfo Burriel.

Adolfo Burriel.

Miguel Ángel Ordovás

Bajo un título tan contundente como 'El orgasmo puede ser parte del vacío', Adolfo Burriel ofrece este poemario, editado por Olifante, en donde su vertiente lúdica no oculta esos «tiempos menguantes» en los que el autor se encuentra desde el título del poema que abre el libro. Ante la constatación de que, efectivamente, el orgasmo puede ser parte del vacío, el poeta se ve «perdido / en la penúltima revolución / desactivada», y ha de echar mano a un tono sosegadamente burlón para esperar otros tiempos «junto a las damas virtuosas, / por si alguna tuviera / el deseo improbable de adoptarme».

Tiene en su forma y su fondo este poemario un hálito que recuerda el espíritu del 68, o quizá del 65, aunque el referente que lo desencadena esté mucho más cercano en el tiempo. Adolfo Burriel lo explicita con la fecha que incluye en el título de la segunda parte del libro: el 20 de enero de 2017, día en el que tomó posesión de la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump, quien como si fuera un señor oscuro genera a su alrededor un ambiente sombrío.

El autor se enfrenta a esos escenarios con sorna e ironía, recurriendo a la libertad que le dan los versos y rindiendo homenaje a quienes así lo han hecho antes que él: «leía antipoemas de Ene Parra / recostado en mi lecho de azucenas». Pero también recurre a las canciones infantiles para expresar su perplejidad ante un mundo que se le ha vuelto extraño, aliviada por versos cantarinas que recuerdan a Gloria Fuertes, aunque también pueden resultar corrosivos en su aparente ingenuidad: «y el Museo de Ciencias Naturales / ha clavado al Monarca, / qué bella mariposa, / con un fino alfiler».

Como de costumbre, también deja entrar Adolfo Burriel en estos poemas inspiradas imágenes puramente líricas, que desde otra vertiente apuntan igualmente a esas atmósferas de tono más bien gris: «La luna nueva viaja por mis sombras, / y los olvidos cavan cunetas congeladas». Por esta orilla o por la otra más irónica, el poeta ofrece generosamente la interpretación de lo que divisa su mirada. 

'EL ORGASMO PUEDE SER PARTE DEL VACÍO'

Adolfo Burriel    

Editorial Olifante 

77 páginas