Wagner y la Sinfónica de Düsseldorf brillarán este martes en el Auditorio de Zaragoza

No es habitual que el ciclo de Grandes Conciertos del Auditorio de Zaragoza incluya ópera en sus programaciones. Por eso, la actuación que acogerá este martes la sala Mozart aún será más especial si cabe. Nada más y nada menos que la Orquesta Sinfónica de Düsseldorf, una de las más relevantes de Europa, será la encargada de interpretar el drama musical 'Tristán e Isolda', compuesto por Richard Wagner en 1857.

Bajo la dirección de Adam Fischer, la orquesta estará acompañada además de cinco cantantes líricos de primer nivel: la soprano Daniela Köhler, la mezzosoprano Dorottya Láng, los tenores Corby Welch y Juan Noval-Moro y el bajo Miklós Sebestyén, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza.

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Wagner, que para componer la música y el libreto se basó en un poema medieval homónimo, dividió el drama en tres actos. En el concierto de este martes en la Mozart (19.30 horas) se representerá completo el segundo en una velada para el recuerdo.

De las más antiguas de Alemania

La actuación permitirá disfrutar de la Sinfónica de Düsseldorf, una de las orquestas más importantes de toda Europa y una de las más antiguas de Alemania. Su actividad se desarrolla principalmente en la sala de conciertos Tongalle y en la Deutsche Oper am Rhein, así como en giras con el objetivo de difundir la música, lo que ha hecho que adquiera una reconocida reputación como ciudad cultural.

El maestro Adam Fischer es el director titular desde el año 2015. Nacido en Budapest, Fischer ha dirigido muchas orquestas, entre ellas la Filarmónica de Viena, la Orquesta de París o la Filarmónica de Londres, trabajando también con la Sinfónica de Boston y de Chicago.

'Tristán e Isolda' aún brillará con más fuerza en la Mozart con la participación de los cinco cantantes líricos citados, entre los que se encuentra el tenor Juan Naval-Moro. Nacido en Pola de Siero (Asturias), ha actuado en importantes auditorios como el Liceu, el Teatro Real el COC de Toronto.

Con esta actuación se supera el ecuador del ciclo de Grandes Conciertos del Auditorio, cuya programación sitúa año tras año a Zaragoza como una referencia de la música clásica en España.