CULTURA EN EL MUNDO RURAL

El bosque sonoro lanzará un ‘crowdfunding’ para paliar las pérdidas por la suspensión de Amaral

La cancelación del concierto por las tormentas del domingo en Mozota deja en una situación económica complicada a un festival que celebraba su último año con este formato en el lugar

El recinto de El bosque sonoro quedó impracticable tras la fuerte tormenta del domingo.

El recinto de El bosque sonoro quedó impracticable tras la fuerte tormenta del domingo. / EL BOSQUE SONORO

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

El bosque sonoro tuvo un abrupto final cuando ya había anunciado que esta sería su última edición en Mozota y que el sueño del bosque concluiría con el concierto de Amaral. Sin embargo, las tormentas dejaron el recinto y los accesos impracticables y hubo que suspender el concierto: «Habíamos previsto que iba a llover, y que lo iba a hacer bastante, teníamos todo preparado, pero se prolongó durante muchas horas la tromba de agua y es lo que tiene hacer un festival en un entorno como este, en la naturaleza, es el riesgo que corres», cuenta el portavoz de los organizadores de la cita, Víctor Domínguez, antes de iniciar un somero relato de la noche: «No dormimos nada porque estábamos pendientes de lo que pudiera pasar y ya de madrugada veíamos que la situación estaba muy complicada. De hecho, los camiones del equipo de Amaral tenían que haber accedido al recinto a las cuatro y media de la madrugada y ya no pudieron. Estuvieron esperando en la gasolinera de Muel esperando instrucciones pero, a partir de ahí, nada mejoró», cuenta Domínguez.

El miembro de El bosque sonoro solo tiene buenas palabras para Amaral y su equipo: «Se han portado muy bien y no se han quejado de nada, al revés, se han puesto siempre a nuestra disposición para cualquier cosa y han entendido la situación. Estaban muy tristes porque tenían muchas ganas de hacer este concierto». 

"Cinco ediciones maravillosas"

La suspensión ha supuesto una desilusión para mucha gente pero Víctor Domínguez asegura que no empaña nada: «Si nos centráramos en este concierto que no se ha podido hacer nos quedaríamos en la anécdota. Lo que hay que resaltar es que hemos levantado un proyecto sostenible en un lugar mágico y precioso y que han sido cinco ediciones maravillosas. De verdad te digo que ayer no estábamos tristes, estábamos felices por cerrar un proyecto tan bonito».

Eso sí, la parte negativa de esta suspensión es la parte económica. Aunque el festival tiene contratado un seguro por cancelación («el más alto que se podía»), eso no garantiza que no se pierda dinero: «No sabemos cómo quedarán las cuentas pero tendremos que hacer frente a la responsabilidad civil con las empresas, los contratos...», se aventura Víctor Domínguez. De hecho, para paliar las casi seguras pérdidas, el equipo de El bosque sonoro tiene previsto lanzar una campaña de 'crowdfunding' para que «la gente que esté enamorada de este proyecto ponga su granito de arena». Las entradas del concierto de Amaral, como no podía ser de otra manera, se devolverán y se informará de qué forma a través de los canales de difusión de la cita.

El Kanka es el último concierto que ha acogido el bosque de Mozota.

El Kanka es el último concierto que ha acogido el bosque de Mozota. / JAVIER ROSA

¿Posibilidad de retomar el concierto?

¿Hay alguna posibilidad de que se retome el concierto de Amaral en otro momento? «De momento no hay nada, pero tampoco lo descarto, lo que venga, si viene, vendrá, aunque en El bosque seguro que no. El último concierto de El bosque sonoro en Mozota ha sido el de El Kanka», dice con firmeza Víctor Domínguez. ¿Sigue en pie la decisión de poner fin a la etapa de El bosque sonoro de grandes conciertos? «Sí, necesitamos parar, en 2025 seguro que no va a haber a no ser, que no creo que pase, que alguien solucione todos los problemas que tenemos, la financiación entre ellos. Necesitamos descansar porque El bosque sonoro es un proyecto que te hace estar estresado casi todo el año», concluye.

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