Lucas Porcar se va a marchar cedido y el Xerez es su destino prácticamente seguro. El mediapunta, que llegó al club aragonés a primeros de agosto procedente del Villarreal con un contrato por tres temporadas, no ha convencido en demasía a Manolo Jiménez, que prefiere que salga cedido para que tenga minutos y crezca como futbolista. En todo caso, el Zaragoza, como ya hizo con Doblas, se guardaría una opción para repescarlo en enero si lo viera necesario.

Porcar ni se ha vestido en las dos primeras jornadas de Liga, un claro indicador de que no contaba para el técnico. "Sí existen posibilidades de que salga cedido, aunque hay que hablar con él. Es un jugador con buenas condiciones, pero no me agrada que esté gran parte de la temporada en la grada. Necesita minutos, jugar y hay muchos efectivos en su posición", dijo ayer Jiménez en Aragón TV, dejando claro que la salida era una opción ya más que avanzada. El técnico descartó que Javi Álamo, otro fichaje que aún no ha debutado, vaya a correr la misma suerte que Porcar.

La decisión final está pendiente de esa última reunión que podría tener lugar hoy mismo, aunque la contratación de Babovic, un centrocampista ofensivo que puede jugar en la mediapunta, es otro indicativo, como también la apuesta por Víctor Rodríguez y Ortí en Cornellá o el anhelo de Jiménez de cerrar la contratación de un delantero si hubiera alguna buena oportunidad en estos días.

De hecho, los representantes de Porcar ya asumen desde hace días que lo mejor es que el mediapunta salga cedido. El futbolista desea quedarse en el Zaragoza, porque su ilusión es jugar en la élite, pero está convencido ya de irse, aunque todas las propuestas que tiene son de Segunda. La más firme es la del Xerez, donde el joven mediapunta dispondría de la vitola de titular.

Porcar, formado en las categorías inferiores del Espanyol y que firmó seis dianas el curso pasado en el Villarreal B, es uno de los diez fichajes del Zaragoza en este verano. En todo caso, llama la atención que vaya a irse al mes de su fichaje, lo que revela que no era ni mucho menos una prioridad del técnico. El equipo aragonés acordó con el Villarreal un traspaso en el que el club levantino se reservaba un porcentaje de una futura venta del jugador así como una opción de recompra en dos años.