El éxito aragonés en una prueba mítica

La copiloto zaragozana Lidia Ruba gana el Dakar Classic

"Tenemos doble premio en casa", dice tras conquistar la prueba junto a su marido Juan Morera

Lidia Ruba, natural de Zaragoza, y su marido, Juan Morera.

Lidia Ruba, natural de Zaragoza, y su marido, Juan Morera. / SERVICIO ESPECIAL

Lograr hacerte con la victoria en el Dakar Classic es motivo de alegría, pero lograrlo con tu pareja es un sentimiento indescriptible. Este es el caso de Lidia Ruba y Juan Morera, del equipo MomaBikes Raid Team, quienes este domingo certificaron su triunfo en esta modalidad de coches antiguos. Lidia, que es natural de Zaragoza, sigue todavía sin creérselo, a pesar de que conservaban el liderato desde la segunda etapa, en una prueba que exige regularidad y destreza. "Estamos muy contentos por la victoria. No hemos tenido ningún problema mecánico. Tenemos doble premio en casa porque dan premio al piloto y al copiloto. Esto no suele ser lo normal, porque no suelen vivir juntos", explica entre risas Lidia, que asegura que el coche utilizado, el Toyota 4x4 HDJ80, les permitió "acabar la etapas con seguridad y sin sufrir".

Y es que lograr hacerte con una prueba que consta de un prólogo y 14 etapas no es para nada sencillo. El recorrido de Lidia y Juan comenzó en Yanbu, con la primera etapa y llegó hasta su triunfo en Dammam, este domingo, quince después. Además, competir por distintos terrenos como dunas, asfalto o grava, fue uno de los factores que más afectó a los vencedores. "La desviación media respecto a los puntos de paso en los tramos de regularidad ha sido inferior a un segundo. Y eso es un resultado realmente muy bajo para un rally de tierra", analiza Morera.

De hecho, este triunfo fue conseguido a la segunda. La pareja ya participó el año pasado en el Dakar Classic y aunque no les fuera muy bien y Lidia prometiera no volver a participar, les dio rodaje para, en esta edición, llevarse un triunfo que sabe gloria. "Este año hemos ido con más cabeza. Sabemos cómo van las cosas y obviamente la experiencia es un grado. Las novatadas las pagamos el año pasado. No obstante, estuvimos muy concentrados porque sabíamos que cualquier error de navegación o de regularidad te podía costar el Dakar", puntualiza Lidia.

Lidia Ruba, natural de Zaragoza, y Juan Morera, su marido, tras llevarse el Dakar Classic

Lidia Ruba, natural de Zaragoza, y Juan Morera, su marido, tras llevarse el Dakar Classic / SERVICIO ESPECIAL

Sin embargo, ser líderes desde la segunda etapa es un arma de doble filo. Ambos reconocen que, por un lado, llevar una buena puntuación te hace ver que estás haciendo las cosas bien pero, por otro, no quieres tirar por tierra en las últimas etapas todo lo logrado hasta la fecha. "Mantener el liderato cada día hace muchísima ilusión pero, a la vez, es mucha presión. Es cierto que teníamos un margen", matizan ambos, y señalan que "un día lo aprovechamos y subimos la presión de los neumáticos para no pinchar aunque fuéramos más lentos, porque uno de los problemas típicos en algunos terrenos es la posibilidad de pinchar. Solamente lo hicimos un día. En la etapa siguiente, quedamos primeros otra vez porque sabíamos que si especulábamos con el resultado nos iban a pillar seguro", constata Juan.

Cabe destacar que pocas contemplaciones se pueden tener en una prueba en la que atravesar dunas a alta velocidad puede suponer desviarte y perder un preciado tiempo que a la larga te haga bajar posiciones. En el caso de Ruba y Morera "la desviación media respecto a los puntos de paso en los tramos de regularidad fue inferior a un segundo. Y eso es un resultado realmente muy bajo para un rally de tierra".

El origen del triunfo

Por otro lado, esta victoria no ha sido trabajo de un solo día. La pasión de Juan por el motor y la necesidad de compartir tiempo con su familia fue el desencadenante para sumergirse en esta aventura. "Soy muy aficionado a los deportes de motor, pero es cierto que implican demasiada individualidad. Yo buscaba algo para poder compartir la aventura con ella. El año pasado la apunté sin decírselo hasta pocos meses antes. Se lo conté en una cena con amigos", dice Morera entre risas.

El equipo MomaBikes Raid Team promociona el proyecto solidario de la ONG Biciletas sin Fronteras. Cerca de la capital senegalesa de Dakar, en la región de Fatick, muchos jóvenes tienen que andar hasta 3 horas para recoger agua o acudir al instituto. El proyecto consiste en darles bicicletas para que puedan ir donde necesiten y además, se hagan cargo de ellas. "Moma Bikes es una marca de bicicletas y hemos diseñado unos modelos especiales para este proyecto. Se llaman Baobikes y son más resistentes que el resto y con ruedas antipinchazos. Es como una beca para un niño o una niña. Así no pierden tanto tiempo para llegar a la escuela. Además, nuestra participación en el Dakar les ayuda y consiguen mayor visibilidad", acaban ambos.