ENTREVISTA | ALBERTO AYORA Presidente de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme)

Alberto Ayora: "Es el momento de entender que tenemos que ir juntos, de la mano"

Alberto Ayora, presidente de la Federación Española de Montaña.

Alberto Ayora, presidente de la Federación Española de Montaña. / ANGEL DE CASTRO

Sergio Ruiz Antorán

Sergio Ruiz Antorán

Se cumplen dos años de su llegada a la presidencia de la FEDME. ¿Qué balance hace?

No ha sido fácil porque empezar un proyecto, tras una etapa de casi 30 años del equipo anterior, siempre es complicado. Hay resistencia al cambio. Hemos vivido hitos históricos como el oro olímpico de Alberto Ginés o el momento dulce del esquí de montaña, con altas expectativas en el inminente Campeonato del Mundo de Boí Taüll y con la perspectiva de los Juegos de Milano Cortina D'Ampezzo. Además en escalada se ha podido recuperar la retransmisión televisiva y eventos en plazas como en Madrid para ganar en visibilidad. Hemos lanzado una aplicación que recoge la mayoría de los senderos o impulsado la liga ibérica de senderismo, además de las celebraciones del Centenario.

Pero existe el sabor agridulce de no haber podido impulsar otras especialidades. Se ha ido trabajando y se ha dado un salto cualitativo en marcha nórdica, en barrancos... Se pueden hacer cosas que se estaban demandando. Pero estamos supeditados al marco económico que hace que no podamos desarrollar otros proyectos que tenemos.

Apostamos por la proyección social de la federación, que es algo más que un ente deportivo, como frente para defensa del medioambiente, el impulso de la igualdad o el deporte inclusivo, gracias al apoyo del Consejo Superior de Deportes y de Iberdrola.

Se presentó con más de 200 propuestas ¿Qué le falta por desarrollar?

Exacto, propuestas. Siempre dijimos que no llegábamos con promesas electorales, sino con ideas y propuestas para un plan estratégico que debía aprobar la Asamblea General. Y de este plan estratégico emana un programa deportivo y la obligación de conseguir unos presupuestos. En estos dos años se ha cumplido el 80% de los puntos que contempla este plan. El Centenario ha hecho que fuéramos deprisa, porque queríamos dar visibilidad a estas acciones. Lo que falta va a depender del presupuesto.

En 2022 las actividades de montaña fueron las más practicadas en España. Parece que va todo rodado.

No tanto. El tema más preocupante es el presupuesto. Hay unas subvenciones públicas que llegan del CSD, lo que hay que agradecer y felicitar, porque se han incrementado. Ya sabemos el dinero con el que vamos a contar hasta los Juegos de París, lo que permite desarrollar el deporte de alto nivel y da tranquilidad a esos deportistas, el equipo España Team Élite, quienes optan a conseguir medallas en 2024. Pero conseguir patrocinios es complejo en el contexto económico actual y los recursos propios que provienen de la cuota de la tarjeta federativa habilitada FEDME, disminuyen.

Explíquese.

La gente tiene que saber que la FEDME no emite tarjetas, que es una potestad de las autonómicas y que la forma de 'venderlas' incide en nuestros ingresos. Porque la mayoría se federan por el seguro. Las autonómicas ofertan pólizas con coberturas que superan sus territorios, por lo que los montañeros ven sus expectativas cubiertas y no abonan el suplemento nacional, cantidad, que supone apenas un euro al mes, y que si no se cuenta con ella impide que la FEDME tenga presupuesto y desarrolle una estructura que se necesita.

Estamos intentando hacer las cosas bien y con ética. Que se cumpla lo legislado. Hasta ahora no se podía saber cuánto se pagaba de cuota autonómica, de cuota nacional y de seguro. Lo exige un Real Decreto de 1993. Ahora sí, este año por vez primera, en Aragón está reflejado. Un federado C, por ejemplo, con extensión FEDME, paga 61,84 por el seguro, más 43,16 euros de cuota autonómica, más 12,99 euros de cuota FEDME.

¿Es justa esta diferencia, y que la cuota autonómica se pague obligatoriamente mientras la nacional es voluntaria? Yo creo que no, y más en un marco de solidaridad. Creo que hay que hacer las cosas bien y pensando en todos. Porque si tuviéramos más recursos, se podría ayudar a las federaciones pequeñas, impulsar competiciones interregionales, apoyar a que en todos los sitios nuestros jóvenes tengan las mismas oportunidades... Cosas que tristemente no podemos hacer.

La creación de la Asociación de Correspondencia Mutua entre Refugios, que promueve descuentos entre federados de hasta once autonómicas, vislumbró este cisma. FEDME no se adhirió y se pronunció contra este acuerdo como 'Un primer paso para dividir y romper la FEDME'.

Este acuerdo insolidario hace mucho daño a la FEDME y lo promueven solo cuatro federaciones. Algunas de las otras que se han adherido lo han hecho casi obligadas, para seguir pudiendo ofrecer descuentos a sus federados. Pero el problema hay que entenderlo y explicarlo. Desde fuera puede parecer que FEDME está en contra de los descuentos en los refugios y no es así. Al contrario. Nosotros queremos más descuentos para los federados y que se les dé un trato diferencial.

Un refugio es una instalación deportiva en el medio natural, que surge de una necesidad derivada de dar servicio y seguridad al montañero, por ejemplo, como base para realizar una ascensión al Aneto o al Monte Perdido. Un refugio no es un albergue, ni un hotel, no es una instalación turística como algunos pretenden. Es un servicio público, construido muchas veces en un monte público y con inversión pública, para una práctica deportiva de montañeros españoles y extranjeros. Por ello el Tratado internacional busca igualmente el beneficio mutuo de montañeros federados entre distintos países, para que puedan sentirse en ellos como en casa, y busca que quienes hacen montaña se federen. El Gobierno de Aragón tendrá que explicar por qué ahora no se hacen descuentos a los montañeros extranjeros que nos visiten.

Ahora mismo la realidad de España es muy diferente. Únicamente el 30% de las pernoctaciones son hechas por federados, porque las diferencias de precios, como ocurre en Aragón, no invitan a federarse. Este problema existía ya en la anterior legislatura y no se solucionó en decenas de años. FEDME pide no incrementar las tasas a los federados y que en todo caso se suban los precios en los refugios a los no federados para cubrir, como demandan esas cuatro federaciones, los gastos de mantenimiento, y que nosotros pensamos que deberían recaer en la administración. Es ridículo, imagínate que una piscina solo la mantuvieran los nadadores federados. ¿Por qué se hace esto ahora? Esa es la pregunta, difícil de responder y lo deberían hacer los que han impulsado este acuerdo, porque se causa un prejuicio muy grave a la federación española.

Usted, ¿por qué cree que se hace?

Según ellos para pagar un mantenimiento de los refugios. Pero ellos saben muy bien que el 90% de los federados se federan por el seguro y luego por los descuentos en los refugios. Si le quitamos a FEDME la posibilidad de recibir recursos, porque las autonómicas amplían las coberturas de sus seguros fuera de su ámbito, y realizan estos acuerdos de correspondencia de refugios, lo que consigues es que en dos años hayamos perdido 300.000 euros. Imagina lo que se podría hacer y no estamos pudiendo hacer. Alguien lo tendrá que explicar, ¿por qué es más importante supuestamente mantener un refugio para que lo ocupen mayoritariamente no federados, que ayudar a cumplir lo que los federados han votado y está reflejado en un plan estratégico?

En ocasiones recibimos críticas de por qué tenemos un área de desarrollo rural, de igualdad, de medio ambiente... Pues porque son temas que tenemos que incentivar, porque tenemos que defender el medio ambiente también, porque hay que promover instalaciones sostenibles y homologadas, donde las señaléticas se hagan con cabeza, hacer las cosas bien, estar presentes en los patronatos de los espacios naturales protegidos, defender la importancia de la mujer, de las personas con veteranía, de la inclusión... son aspectos que también forman parte del desarrollo de un deporte y de esta federación. Todo eso se ve dañado por la pérdida de recursos y que por desgracia se está haciendo con toda la voluntad de hacer daño.

Después de relevar a Joan Garrigós, que estuvo 28 años en el cargo, ¿cree que este cambio se ve con recelo?

Más que recelo pienso que algunos se sienten amenazados por algo. Si lo piensas todo esto ya viene antes de ganar las elecciones, hasta el punto de preguntarnos cómo era posible una candidatura de un catalán apoyada por montañeros aragoneses, sin ir de la mano con un candidato aragonés. Eso es lo triste, que en estos dos años, por distintos motivos, que no son deportivos, se merman los recursos de la española y se genera intencionadamente un déficit y una situación de tensión, de estrés que repercute en la salud y el trabajo, en la mayor parte voluntario y altruista de un grupo de personas que se subieron a este barco con ilusión por cambiar las cosas.

Desde fuera no se puedo uno imaginar el infierno que estamos sufriendo. Por ejemplo, recibimos todos los miércoles correos de la vicepresidenta que destituí hace dos años por falta de confianza, denunciando supuestas irregularidades, y que luego van al Comité de Disciplina Deportiva y al Tribunal Administrativo del Deporte, algo inédito antes en FEDME, y todos han sido desestimados. Vivimos una campaña de acoso y derribo permanente. Pero hay razones en las que no quiero ahondar, porque ahora mismo hay aspectos que no se pueden explicar, porque legalmente hay acciones iniciadas. Con el tiempo se entenderá que está pasando. Pero que quede claro, mientras yo sea presidente trabajaré porque brille la ética, se cumpla la legislación y porque nadie se aproveche de una federación deportiva para otros intereses personales, empresariales o políticos.

¿Existe alguna forma de solucionar este distanciamiento?

El próximo 18 de febrero en Madrid está convocada por mandato de la Comisión Delegada una reunión en el Consejo Superior de Deportes con todos los presidentes federativos autonómicos, para intentar llegar a un entendimiento. Esperemos que se entienda que la política de tierra quemada, que algunos están desarrollando, solo genera miseria y pobreza, que esa destrucción será muy difícil recuperar. La estrategia que usan algunos es clara, mermar recursos, impedir desarrollar un programa, crear un déficit y luego acusarnos de malos gestores. Así perdemos todos. ¿Y si nosotros no estamos, vas a pedir luego a la gente que vuelva a federarse FEDME? Pues, mira, la gente no es tonta, y lo que se provoca es una sensación de engaño, una desafección por el mundo federativo, y eso no beneficia a nadie.

Creo que es el momento de entender que tenemos que ir de la mano, diría que, valga la comparación, es la hora de los hombres y mujeres de Estado. La FEDME no puede sobrevivir sin las federaciones autonómicas, y si la FEDME se hunde las autonómicas se hunden igual. Ya pasó con la federación de espeleología. Tenemos que hacernos más fuertes juntos, encontrar un modelo de integración, donde unas federaciones más fuertes apoyen a otras con menos recursos y promover proyectos conjuntos. Veo los resultados del último campeonato de España de esquí de montaña, que se celebraron en Panticosa, y andaluces y catalanes volvieron a copar los podios. Y encima nosotros tenemos nieve y estaciones ¿Por qué no podemos trabajar todos juntos para que en Aragón y en otras comunidades autónomas haya deportistas con iguales oportunidades de tener medallas?

La FEDME se ha pronunciado en contra de la conexión de estaciones por Canal Roya. ¿Cómo justifica este posicionamiento?

Yo soy esquiador de montaña, de fondo, alpino. También alpinista, barranquista.... Quiero decir, disfruto del medio natural y uso las instalaciones que hay en él. Y además soy el presidente de una federación donde existe una modalidad, como es el esquí de montaña, que va a ser olímpico, por lo que tengo que respaldar que haya buenas condiciones para su práctica en las estaciones de esquí. Pero, a su vez, tenemos un compromiso con la defensa del medio ambiente para dejarlo como regalo a nuestras próximas generaciones. Es una responsabilidad muy grande.

Me pregunto, ¿qué aporta esta unión al sistema? Desde la óptica del turismo puedes decir que aumenta el número de kilómetros, pero tienes que explicar bien qué es un dominio esquiable, qué son los kilómetros y la superficie esquiable. Un esquiador sabe que hacer cien kilómetros de pistas forestales no es lo mismo que tener cien kilómetros de pistas amplias, que te den el placer de esquiar en condiciones de seguridad, sin masificación. El telecabina no supone la ampliación de un dominio. Los 100 K de algunas estaciones aragonesas, aunque nos duela como aragoneses, no son comparables a otros dominios 100 K en Cataluña o en Alpes. Y estos 300 K tampoco lo van a ser.

¿Qué alternativa da para el desarrollo del territorio?

Yo vería más lógico, por ejemplo, dedicar esa cantidad de dinero a renovar instalaciones obsoletas, y en hacer una estación de esquí de montaña en el embalse de Ip, un proyecto que se ha planteado, que desestacionalizaría la oferta y se puede aprovechar turísticamente en verano como ocurre con el tren de Artouse. En un entorno donde ya hay un embalse y unas instalaciones que podrían rehabilitar ese espacio, con altitud y con buena orientación para que aguante la nieve en invierno. Evitarías además gran cantidad de esquiadores de montaña en Candanchú y Astún.

No se entiende la política que se hace desde Aragón cuando a unos metros ves la otra vertiente francesa, donde existe un Parque Nacional y anidan el urogallo o el quebrantahuesos. ¿Hace unos años sí que había que proteger el entorno de Canal Roya y Anayet y ahora ya no? Es una paradoja. Se nos llena la boca al hablar de Europa y no miramos cómo lo hacen en Europa. Y lo digo yo que vivo en Jaca pero que me he movido por todo el mundo. Porque sientes que son políticas que muchas veces se hacen desde una oficina de Zaragoza, sin entender qué supone el cambio climático, qué es el territorio, su dimensión, porque, aunque se haga, no se pueden replicar el modelo de los Alpes, porque nuestra escala es distinta, en cuanto a extensión. Tienes que ser consciente de que tener en el Pirineo 300 kilómetros de pistas con un dominio esquiable grande, como en los Alpes, supone cargarte el Pirineo, porque no es sostenible. Tenemos que jugar en nuestra escala. Buscar la calidad y no tanto la cantidad, apoyar la promoción de todas las actividades deportivas, como es el esquí de montaña, con cada vez más practicantes, darles espacios propios o forfait reducidos.

Esta decisión no habrá sentado bien en sus relaciones con el Pignatelli.

Seguramente, pero ha sido una decisión de las casi 30 personas de Junta Directiva por unanimidad. Hay que ser coherente. Es un derecho constitucional el poder disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, pero también es un deber constitucional el conservarlo. Mi obligación es defender los derechos de FEDME y apoyar a quienes quieren proteger el Pirineo, aunque pueda molestar a este Gobierno de Aragón. Seguro que también en el mismo Gobierno de Aragón habrá personas que se alegren, porque la FEDME esté defendiendo un espacio que muchos pensamos que debe protegerse. O dentro de unos años otro Gobierno de Aragón agradecerá esta decisión. En ocasiones hay que dar la cara, ser valientes y sobre todo libres a la hora de tomar las decisiones. Hay quienes son rehenes y esclavos de otros intereses.

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