La Montaña en Aragón

La escalada entra en el cole

Más de 1.000 estudiantes tendrán en junio la experiencia de subirse a un rocódromo gracias al programa ‘Trepa entre amigos’ que lanza la Federación Aragonesa de Montaña

Imagen de uno de los cursos de escalada.

Imagen de uno de los cursos de escalada. / FAM

S. R. A.

La difusión de la escalada vive buenos tiempos. La eclosión como disciplina olímpica, su dimensión deportiva dentro de los rocódromos, hace que las paredes estén cada vez más pobladas de aspirantes a treparriscos. La Federación Aragonesa de Montaña (FAM) y el Gobierno de Aragón se alían para potenciar esta oportunidad entrando hasta las aulas. Más de mil escolares de diez centros se beneficiarán en este fin de curso de la experiencia Trepa entre amigos, un programa que dará a conocer la escalada como una alternativa de ocio para jóvenes y, quién sabe, si sirve para ampliar una cantera que siga los pasos verticales de María Laborda, Santiago Oronich y Eloi Lorente.

«Se ven cada vez más escaladores en roca y, sobre todo, en rocódromos por el reclamo de los Juegos. En 2020 impulsamos este programa pero no pudo desarrollarse. Ahora es un buen momento», indica Carmen Maldonado, gerente de FAM. Las cifras confirman esta afirmación: casi 500 competidores han participado dentro de la 40ª edición de los Juegos Escolares y existen 24 escuelas dentro de la red de clubs aragoneses. Este salto se quiere consolidar con esta propuesta que alcanza a estudiantes de cuarto de Primaria a primero de Bachillerato, que dispondrán de diez sesiones para engancharse a la emoción de lo vertical. 

Trepa entre amigos forma parte del Banco de Actividades promovidas en los centros educativos de Aragón. Hasta 37 colegios e institutos se inscribieron a este proyecto como primera opción y otros 19 como segunda, entre todas las ofertadas, sin embargo, sólo se podrá hacer en diez: cinco de Zaragoza y otros cinco entre Huesca, Barbastro, Tamarite de Litera, Caspe y Ricla. «Estamos muy contentos con la aceptación recibida, que haya habido 56 colegios inscritos, aunque al final sólo vayamos a poder actuar en los diez primeros que se presentaron por cuestiones de presupuesto», indica Carmen Maldonado.

Los más pequeños aprenden a escalar.

Los más pequeños aprenden a escalar. / FAM

Tres monitores impartirán durante dos semanas estas lecciones en grupos de 25 alumnos, donde la seguridad será el primer mandamiento para progresar, indicándose la forma de realizar los nudos, por ejemplo. La Federación proveerá del material y el seguro necesario para realizar las sesiones. No sólo hablamos de cascos, arneses y cuerdas, también se trasladará un rocódromo portátil de siete metros de altura porque «en muchos centros y localidades no disponen de la instalación necesaria, por eso se la llevamos nosotros», señala Maldonado, por lo que, «este plan sirve para reivindicar que Aragón, un lugar de montañas, no dispone aún de un rocódromo con homologación olímpica, una infraestructura necesaria y que únicamente es viable con la implicación de las instituciones». 

Físico y mental

Una de las razones que potencian la aceptación de la escalada es su polivalencia educativa, dado que es una disciplina que ayuda a aspectos físicos como la coordinación, fuerza, agilidad, equilibrio o elasticidad, pero también ayuda a desarrollar condicionantes mentales (autoestima, gestión de miedos, superación...) y sociales como la cooperación y la confianza en el otro. 

«En Francia empezaron con estas experiencias en los años 80, certificando el poder de integración de la escalada y su potencial para el crecimiento de menores en situación de riesgo social», incide Carmen Maldonado. La FAM quiere que esta inauguración se extienda en próximas ediciones y que sirva como guía «para que se integre la escalada dentro del currículo de las clases de Educación Física y no solo como una extraescolar», finaliza Maldonado, animando par ello a los colegios a construir pequeños boulders.