Fútbol

Pedro Rocha vive una Supercopa de perfil bajo encorsetado por la la incapacidad para convocar elecciones

El presidente interino hace malabares a la espera de la Orden Ministerial que autorice la convocatoria de los comicios para la RFEF

La tercera denuncia de Galán no cambia el escenario, apuntan desde fuentes federativas, donde no se plantea una inhabilitación

De izquierda a derecha, en la Embajada de España ante Arabia Saudí, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid; Pedro Rocha, presidente interino de la RFEF; Jorge Hevia, embajador español en Arabia Saudí; y Joan Laporta, presidente del FC Barcelona.

De izquierda a derecha, en la Embajada de España ante Arabia Saudí, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid; Pedro Rocha, presidente interino de la RFEF; Jorge Hevia, embajador español en Arabia Saudí; y Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. / RFEF

Denís Iglesias

A pesar del caos, rápidamente se ganó Pedro Rocha una buena imagen cuando asumió de modo interino el mando de la Real Federación Española de Fútbol. Hubo abrazos con Víctor Francos, quien ya no ejerce de presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD). A pesar de las tensiones con las territoriales, propias de un vacío de poder y de aire de cambio, existía la sensación de que en Las Rozas se habían abierto rápido las ventanas para ventilar el 'caso Rubiales'. Sin embargo, casi seis meses de aquella solución teledirigida por Rubiales, cuando solo estaba suspendido, Rocha se encuentra encorsetado por la incapacidad para convocar elecciones.

Estando en Arabia Saudí, donde hoy concluye la Supercopa de España que negoció su antecesor en el cargo, llegó la noticia de que el Gobierno, a través del CSD, decidía elevar al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) una denuncia de Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol de España (CENAFE) contra Pedro Rocha y el resto de miembros de la comisión gestora de la RFEF.

Luis de la Fuente, Albert Luque o Rafael del Amo

El motivo principal es no haber convocado elecciones (parciales) a la presidencia tras la dimisión de Rubiales. El TAD deberá decidir si, en efecto, se incumplieron los estatutos o se ha actuado conforme a ellos. En el entorno de la Federación entienden que no ha existido una infracción, puesto que existió un aval del Gobierno. Éste tuteló el adelantamiento electoral para el primer cuatrimestre de 2024. Por tanto, estiman que no prosperará la denuncia.

Pero Rocha y su gestora no dieron el paso de convocar unas elecciones que se activaban con el mecanismo de urgencia y ahora se encuentra en un limbo. La interinidad le convierte en un representante que tiene las manos atadas. Su presencia en los partidos de Supercopa de Arabia ha sido reservada. Le han acompañado otras figuras destacadas en el organigrama de la RFEF como Luis de la Fuente, seleccionador nacional, o Albert Luque, director de la selección que confirmaba en una entrevista con 'As' la continuidad del riojano hasta el final del Mundial de 2026.

En la nutrida expedición de la Federación también viajaron cargos como Rafael del Amo, presidente del Comité Nacional del Fútbol Femenino, quien declaró en el juicio por Jenni Hermoso, quien confirmó las presiones en el vuelo de regreso del Mundial de Sídney. El presidente de la Federación Navarra de Fútbol le dijo a Rubiales en el mismo avión, según comentó, que "su tiempo había acabado".

Acto en Arabia Saudí con Florentino y Laporta

La figura del expresidente resurge en citas como la Supercopa, un torneo que se juega en Arabia Saudí merced al acuerdo y renovación que llevó a cabo Luis Rubiales con la intermediación de Gerard Piqué. El presidente de Kosmos también ha estado estos días en el país de Oriente Próximo, donde ha tenido lugar el reencuentro formal entre Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y Joan Laporta, máximo mandatario del Barcelona.

No se había producido un encuentro institucional de este tipo desde el 2 de marzo de 2023, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. El 'caso Negreira' y la personación de la entidad blanca cambiaron las relaciones entre dos socios que están juntos en ententes como la Superliga. Florentino y Laporta participaron en la previa a la final de la Supercopa en un acto presidido por el embajador español en Arabia, Jorge Hevia, y Pedro Rocha, presidente de la gestora de la RFEF.

El extremeño fue el encargado de cerrar el acto, asegurando que la Supercopa "permite al fútbol español abrirse al mundo", en línea con su predecesor en el cargo. Cabe recordar que Rocha fue el único vicepresidente que Rubiales no destituyó, para de este modo cederle el testigo. "La Supercopa de España debe traer unión, fraternidad e igualdad", defendió Rocha, valores que parecían asociados a su figura en la transición que estaba construyendo. Esto lo han manifestado algunos clubes. Sin embargo, el nuevo proceso se ha roto tras enquistarse una transición formal.

La incompatibilidad entre la interinidad y ser candidato

Ahora, denuncias como la de Galán y otras opiniones críticas consideran que Rocha está utilizando su posición para ganarse el crédito de los asambleístas, cuando sus funciones están circunscritas a la interinidad. El relevo en el CSD, con José Manuel Uribes al frente, junto al rescate de la denuncia del presidente de CENAFE han puesto en el punto de mira a Rocha y no precisamente para reforzar su perfil de presidente de la RFEF.

Por tanto, la no convocatoria de unas elecciones de emergencia en septiembre, solo a la presidencia, que se acompañarían después de un proceso asambleario, ha terminado por ser un lastre para Rocha. Su planteamiento parecía el correcto, porque a pesar de que los mecanismos así lo indicaban, dos procesos, uno parcial y otro total, tan seguidos, tampoco ayudaban a la estabilidad de la Federación. Pero así son las reglas.

Durante este tiempo ha vivido la anomalía de ejercer un cargo sin poder hacerlo por completo, a pesar de que ha firmado contrataciones o patrocinios. La denuncia de Galán le pone en el disparadero como candidato más que como figura de mera transición. Según ha informado este diario, la previsión del CSD en su día era que pudiera haber un nuevo presidente de la Federación hacia el mes de abril, pero este retraso afectará también a esos plazos.

De hecho, no es en absoluto descartable que las elecciones no se celebren hasta después de los Juegos Olímpicos y que, por tanto, Rocha apure como interino el mandato de Rubiales. Una ampliación de su ejercicio como funambulista desde el papel de un presidente y un candidato que no pueden serlo al mismo tiempo.