Entrevista

Cristina Gutiérrez, primera española en ganar el Dakar: "A la gente le costaba reconocer que estaba ahí por ser buena piloto"

Campeona de la categoría 'challenger' en el legendario rally, la burgalesa compare en una entrevista su lucha hacia al éxito

La piloto española Cristina Gutiérrez y su equipo celebran la victoria del Dakar 2024 en la Categoría Challenger.

La piloto española Cristina Gutiérrez y su equipo celebran la victoria del Dakar 2024 en la Categoría Challenger. / EFE

Laia Bonals

El Dakar exige muchas cosas. Confianza, determinación, tenacidad y un poco de locura. Recorrer esas dunas y cruzar parajes insólitos solo se puede conseguir si detrás de cada piloto hay un hambre feroz por superarse. Cristina Gutiérrez (Burgos, 1991) lo sabe bien. La piloto se proclamó campeona del Dakar en categoría 'challenger' hace tan solo una semana. Era su último año en la categoría y quería cerrarla bien, aunque nunca llegó a pensar que lo haría de esa manera.

Hay pocas maneras mejores de cambiar de categoría que ganándola, ¿no?

El Dakar este año ha sido un poco más especial porque cambiamos de equipo a última hora. Llevo cuatro años ya en esta categoría y era el último año que competía, y el objetivo era intentar hacer un podio y por supuesto ganarlo. Siempre me decía: 'Me encantaría ganarlo'. Pero sabía que es complicado. Es una categoría muy reñida. Yo sabía que en este Dakar, la regularidad iba a ser muy importante y quería mantenerme mínimo entre los cuatro primeros durante todas las etapas. Es muy complicado a veces porque tienes averías, pero mi mente funcionaba en 'modo ataque', centrada en no cometer errores e intentando llegar al final con el menor número de errores o daño posibles.

Y llegó a la última etapa con 25 minutos de desventaja del primero.

Salí por delante de mi compañero porque en la etapa anterior quedé por delante, entonces salimos a minutos. Por eso nunca vi que él se quedaba parado. Yo esta etapa la hice fuerte, pero yo me di cuenta cuando llegué al final que podíamos ganar porque todo el mundo estaba revolucionado. Fue algo increíble de vivir. Y no había cobertura. Nos decían: 'Vas por delante 50 segundos, pero está la página bloqueada y no sabemos si va a ser o no'.

¿Y cuándo supo que definitivamente era campeona?

Hubo alguien que se acercó en plan: "¡Se ha vuelto a parar!". Ya matemáticamente era imposible porque habían pasado más de 25 minutos y ya éramos campeones.

En ese momento, ¿de quién se acordó?

Me acordé mucho, primero, de mi familia. Han sido muy importantes en mi carrera deportiva. En los primeros Dakar venían conmigo, me acompañaban a todos lados y justamente este año no pudieron venir. Me acordé muchísimo de ellos porque sabía que iban a estar súper emocionados. Luego lo pude comprobar porque les llamé y estaban todos llorando. También pensé en mis amigas, que han vivido también los momentos buenos, pero también los malos. Es ahí cuando se demuestran muchas cosas.

Es una prueba muy dura que la mantiene separada de su familia e incomunicada en muchos momentos.

Sí, además, también me acordé de Carles Falcón, que falleció en el Dakar de este año. Me acordé mucho, un montón, la verdad. Y también me acordé mucho de los niños del Hospital de Burgos, porque este año hice un proyecto con ellos. Tenían que hacer un dibujo sobre medioambiente. Y yo puse cada uno de ellos en mi casco de la Extreme E. Fue un proyecto que iba a ser sencillo, pero fue algo muy bonito, tanto para ellos como para mí. Hicimos una recepción con todos los padres y estaban todos de lo más emocionados. Muchos niños que fallecieron en su día, y que se involucraron en el proyecto... Fue un momento tremendamente emocionante y me acordé mucho de ellos porque me enseñaron la capacidad de resistir, de luchar hasta el final. Y eso es lo que hicimos. Al final me vinieron a la cabeza muchos de ellos.

¿Cómo se gestionan todas esas emociones?

Me costó mucho reaccionar. Por fuera estaba muy tranquila, pero por dentro... Les decía: '¡Me va a dar algo! U os calmáis o a mí me da algo'. Cuando ya fui más consciente fue cuando me dieron el trofeo. Dentro del casco, ya cuando me fui me puse a llorar, porque al principio no me salían ni las lágrimas. No me salían las palabras. No sé ni lo que dije. Estaba en 'shock'. Y luego, cuando tuve un momento conmigo, sin móviles ni nada, es cuando me acordé de todo lo que había pasado, lo que había crecido, lo que había evolucionado y superado. La gente me transmitió mucha emoción. Se me acercó mucha gente llorando. Que vivan esto de una manera tan emocionante cuando es algo tuyo... Me emociona muchísimo.

Es la primera mujer española (segunda en la historia, tras Jutta Kleinschmidt ) que gana el Dakar.

Esto iba a llegar. Es verdad que aquí somos muy poquitas, pero cada vez voy viendo que las chicas que entran tienen esa libertad de poder elegir lo que quieren hacer y no tienen ese miedo de entrar en un sitio que parece todo súper oscuro y masculino. Es un deporte tan bonito porque nos tratamos de tú a tú, competimos de tú a tú. No hay categorías. Me ha pasado a mí, soy la segunda o la primera, pero lo importante es que seamos. Y que si no he sido yo, que sea otra y que vendrá la tercera y la cuarta y la quinta. Lo importante es reivindicar la presencia libre, para que tú como mujer puedas decidir que si te gusta esto, lo puedes hacer. No pido tampoco que haya un 50% de mujeres y 50% hombres. Pido que las que quieran estar, que estén, porque pueden y porque quieren.

Usted está rodeada de hombres durante la competición, compiten por lo mismo y de la misma manera. ¿Pero ha sentido en algún momento esa diferencia de trato por ser mujer?

En todos los deportes en general, incluida la vida laboral, ocurren estas situaciones incómodas que poco a poco la gente va sintiendo más rechazo. Me refiero a que no te den valor, que no te den crédito, que te subestimen, que te traten como a una niña, a que no te tengan en cuenta para algunas cosas. No creo que sea solo en el deporte, creo que también es en el ámbito laboral, que nos ven niñas y que no te ven con esa capacidad de poder liderar un grupo, o de ser jefa o poder mandar sobre 'x' personas o que tengas ese carácter para poder ganar ciertas competiciones. Esto sí que me ha ido pasando a lo largo del tiempo: a la gente le costaba reconocer que yo estaba ahí porque era buena piloto. Siempre era lo mismo: 'O están mal los tiempos, o has tenido suerte, o tal o cual".

¿Cómo le afectaban esos comentarios?

Porque yo soy una persona muy pasota, pero eso al final hace daño y si no lo decimos no se cambia. Es importante ser conscientes o ser realistas en el ver a una chica ganando y que no sea noticia, que sea algo normal. Y cada vez va pasando más. Es importante educar con actos, con acciones, con comentarios. Esto va cambiando poco a poco.

¿Y qué papel tienen ahí las referentes? Porque usted claramente es una.

¿Qué mejor piropo que puedas inspirar a alguien, ¿no? Es importante tener gente que ejerza de espejo. Porque a mí me pasó. Cuando era pequeña quería entrar en el karting y no tenía esa figura. Quizás que me animó. Yo quería entrar en el mundo de la competición y no me atreví porque era la única. Soy una persona muy vergonzosa y a mí me daba miedo entrar ahí. Al final me olvidé de ese tipo de sentimientos y entré. Me daba igual que no hubiera nadie delante haciendo eso. Es importante ser referente y tengo una responsabilidad. Por eso, cada vez me gusta hablar más de mi experiencia. Antes no, pensaba que de qué servía hablar de mí y mi historia. Pero me he dado cuenta con el tiempo de que puedo ser una inspiración, ya sea hombre o mujer, para que esa persona realice su sueño.