Aragón ha perdido 12.020 autónomos jóvenes desde el inicio de la crisis. En concreto, en el segundo trimestre del 2008 había en la comunidad 25.910 ocupados no asalariados de menos de 34 años, mientras que en el mismo periodo de este año la cifra cayó hasta los 13.890 (un 46% menos). Así se desprende de un informe presentado ayer por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) de Aragón, que estimó en 107.000 el número total de autónomos en la comunidad. Es decir, solo el 14% de los pequeños empresarios aragoneses tienen menos de 34 años.

"Los datos aún son menos esperanzadores si se tiene en cuenta que cerca del 80% de los emprendedores que han desaparecido desde el inicio de la crisis son jóvenes", subrayó el secretario de administración de UPTA Aragón, Juan Francisco Lahoz, que presentó el informe junto al secretario general de la asociación, Álvaro Bajén.

Ante esta "sangría imparable" de autónomos en la comunidad, los responsables de UPTA se han marcado un claro objetivo: incrementar en los próximos dos años la cifra de autónomos en 6.000 personas y que la mitad de ellos sean jóvenes. Para ello, han fijado una propuesta en torno a tres ejes principales: fomentar la cooperación entre emprendedores, facilitar el acceso a la financiación y establecer ayudas y políticas fiscales específicas para los autónomos.

En opinión de Bajén, la única forma que tienen los trabajadores por cuenta propia de competir con las medianas y grandes empresas es uniendo sus fuerzas. "No compiten en igualdad de condiciones, por eso deben coordinarse y crear cooperativas de servicios", indicó Bajén, que destacó que ya hay experiencias que están funcionando. En este sentido, puso el ejemplo de Frescoszaragoza.com, el mercado 'on line' creado por la Federación de Galerías de Alimentación y Mercados Detallistas de Zaragoza para vender productos frescos a través de internet.

"Se podría hacer lo mismo en otros sectores como la construcción o el transporte, aunque lo cierto es que las instituciones no están ayudando a esa unión entre profesionales", lamentó Bajén.

Por otra parte, y para hacer frente a la restricción del crédito que ha provocado "multitud de cierres", la asociación aboga por impulsar una red de financiación social para salvar al mayor número de empresas en apuros. Este sistema se basa en el préstamo de dinero entre pequeñas pymes --con bonos de 1.000 euros-- que se devuelven sin intereses o en especie, es decir, a cambio de servicios prestados.

FONDO SOCIAL EUROPEO En esta línea, Bajén criticó que 30.000 millones de euros del Fondo Social Europeo, aquellos que los Estados miembros pueden utilizar para programas de inserción laboral u otros fines sociales, siguen sin asignarse mientras el paro juvenil no deja de crecer. "No sé a qué esperan las comunidades a pedir ese dinero", se preguntó Bajén, que confió en que la ley de emprendimiento que acaba de anunciar Mariano Rajoy para dentro de tres meses incluya este tipo de propuestas y otras que promuevan el autoempleo o el acceso a la innovación.