En el destino de Grumetal estaba escrito que sería una de las principales empresas exportadoras de Aragón. Nació en 1962 como fabricante de envases de conservas para alimentación, pero, ante las dificultades por la competencia, en los años 80 dio un giro radical para reinventarse en productor de aerosoles en hojalata. Su primer pedido de este producto salió rumbo a Argelia. Desde entonces, no ha dejado de sumar clientes en el extranjero. "Exportamos el 70% de nuestra producción, pero debemos afrontar un problema importante: transportamos aire, lo que repercute en nuestro coste de venta y, por tanto, nos limita a países cercanos o a los que se pueda llegar por transporte marítimo rentable", explica Luis Alfonso Sacacia, gerente de Grumetal. "Nuestra ventaja competitiva es la reactividad y la agilidad en el servicio", añade.