La economía aragonesa crece a menos velocidad que la española

La Cámara de Comercio de Zaragoza ha vuelto a rebajar sus previsiones económicas en su último boletín de coyuntura, en el que confirma la desaceleración que viene registrando la comunidad a lo largo de este ejercicio. El informe de la institución cameral prevé que el PIB aragonés crecerá este año el 2,8%, una progresión que se mantendrá también durante el 2017. En su anterior boletín, presentado el pasado mes de enero, el incremento estimado por la Cámara para este ejercicio era del 3,1%. Sus perspectivas, sin embargo, no han empeorado tanto para el conjunto del país, con un crecimiento estimado del 3% para este 2016.

"La velocidad de la economía aragonesa ha sido menor que la de España durante el primer semestre y en el segundo se mantendrá esta diferencia, aunque tenderá a igualarse un poco más", destacó ayer el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y coordinador del estudio, Marcos Sanso, que achacó este distanciamiento al "mal comportamiento" de la industria aragonesa durante la primera mitad del año. De hecho, el PIB regional cerró el semestre con un incremento del 2,7%, frente al 3% nacional.

No obstante, Sanso estimó que Aragón y España irán convergiendo a lo largo del 2017 hasta finalizar con un alza del 2,8%, siempre, eso sí, que no haya cambios sustanciales en el ámbito internacional.

Todas estas previsiones contrastan con las que la Cámara de Zaragoza ofreció en julio del 2015, cuando estimó que tanto España como Aragón crecerían este año en torno al 5%. Según Sanso, este deterioro se debe, en buena parte, a las "incertidumbres políticas" y a la falta de Gobierno, que están haciendo perder impulso a la economía desde finales del pasado ejercicio. "Es necesario que se despeje el horizonte político para que las compañías ganen en confianza", dijo Sanso. "Los empresarios debemos saber a qué atenernos", añadió el presidente de la Cámara, Manuel Teruel, que también participó en la presentación.

RIESGOS A MEDIO PLAZO

Tal y como subrayaron, las cosas aún podrían ir peor de no ser por el contexto internacional favorable, impulsado por una política monetaria expansiva. En este sentido, Sanso señaló que el mayor riesgo es que la Reserva Federal decida subir los tipos de interés, ya que los efectos del brexit no están siendo tan negativos como se preveía. "Las empresas cuentan con coberturas de divisas, así que el impacto será limitado", dijo Teruel, que reclamó políticas industriales en Europa para que el continente deje de perder competitividad.