Endesa ganó 1.193 millones de euros de enero a septiembre, el 10% más que durante el mismo periodo del 2017, gracias a los buenos resultados en el mercado liberalizado, la estable evolución del mercado regulado y la recuperación del margen del negocio de gas, según la información facilitada por la empresa. Los ingresos de la firma presidida por Borja Prado se situaron a finales de septiembre en los 15.353 millones, el 4% más que un año antes, mientras que el margen bruto de explotación o Ebitda mejoró en un 10% hasta los 2.791 millones de euros y el Ebit creció el 11% hasta los 1.644 millones de euros. Unas cifras que le dan pie a la empresa presidida por Borja Prado para confirmar el cumplimiento del objetivo para el ejercicio 2018 de 1.400 millones de beneficio y mejorar ligeramente el Ebitda hasta los 3.500 millones.

La deuda financiera neta ha aumentado el 33% hasta situarse en 6.640 millones, respecto al 31 de diciembre del 2017, debido al pago de dividendos, a las inversiones realizadas en nueva capacidad renovable (37% más), a la adquisición de cinco parques eólicos de Gestinver y la compra de Eléctrica de Ceuta.

En una conferencia con analistas, el consejero delegado de la compañía energética, José Bogas, defendió que «no hay bases reales para sostener que la nuclear y la hidráulica tienen beneficios caídos del cielo (windfall profit)» en relación al acuerdo de Presupuestos del 2019 firmado por el Gobierno y Podemos que propone modificar el mercado mayorista de la electricidad para eliminar la sobrerretribución de las nucleares e hidráulicas en el mercado mayorista de la electricidad sigue un sistema marginalista en el que el precio que marcan las tecnologías más caras -gas y carbón- se extiende a todas.

Desde el 2001, según Bogas, Endesa ha invertido 2.000 millones en nuclear y 800 millones en hidráulica, y el valor neto de ambas, a 30 de septiembre del 2018, es de 2.800 millones la primera y 800 millones la segunda.