Esta historia comienza con una relación prohibida entre un moraniano y un elfo verde.

Merlín se llamaba el elfo verde, rubio con melena centelleante, ojos verdes esmeralda. Tenía un extraño hábito que nadie tenía, pues Merlín se sentaba en el embarcadero del comercio, frente al embarcadero moraniano y junto a Bask (el barco del comercio verde).

Merlín siempre se sentaba allí, cada noche, cada día.

Pero un día una muchacha de cabello rubio rizado con melena corta y ojos azules y grandes como topacios, se sentó en su lado del embarcadero moraniano; junto al barco Wark (barco de comercio moraniano).

En esos días que se veían hablaban de su desacuerdo, sin saber el peligro que desataría que un elfo verde pisara tierras rojonianas.

Un día salió un tema en particular que les cambiaría la vida a los dos sin saberlo.

–Hay una leyenda que afirma que los elfos del lado izquierda descendemos de los hombres lobos –dijo Merlín entre risas– nos llaman hombres lobos, metamorfos caninos y hasta licántropos, y que nuestros enemigos naturales son los rojonianos. Dicen que son vampiros que se refugiaron en el castillo en busca de cobijo en tiempos de guerras…

Hablaban y hablaban, y un día decidieron ir a una isla, ya que solo se podían ver de noche y de día no. Así que el chico se dio cuenta de que no sabía el nombre de la chica. 

–¿Cómo te llamas? 

–Kasandra Keepler.

–Oye... –empezó Merlín indeciso- podríamos ir a la isla y quedarnos allí a vivir juntos...

–¿Perdona?

–Que si querrías ir a una isla conmigo... a, vivir, –dijo temiendo un no por respuesta–¿Quieres?

–Está prohibido Merlín… tendríamos que ir de noche… y hacer un plan.

–Entonces, ¿quieres?– preguntó emocionado.

–¡Claro!, tengo un plan; mañana, a la luna arriba, estaré aquí con una máquina de mar de esas. Pero... ¿hacia dónde vamos?

–Vamos a Keepler ¿no?

–No, sería muy obvio… ¡ya sé! ¿sabes dónde está Collynn?

–Sí.

–Allí.

Así fue como Merlín y Kasandra se fueron a Collynn, una isla entre Keepler, a-B, -7c, 5 b’a y Berk o Mema.

Después de unos años tuvieron a un hijo, desafiando todas las leyes.

Se llamaba Fenris Kvothe Keepler, lo escondieron allí hasta los 16 años, de pelo corto rizado, y ojos azules topacio, era el vivo reflejo de su madre.

El híbrido. ASIA PÉREZ

A los 17 años de Fenris, Merlín decidió llevarlo a las tierras verdes y hacerlo pasar por un habitante más, con una gran suma de dinero en una cabaña del bosque, que le dio su tatarabuelo Félix a Merlín.

Por sorpresa, o tal vez desgracia Fenris empezó a mostrar síntomas de licantropía, eso hacía que sus padres fueran a encerrarle en una torre todos los días de luna llena. 

Decían que, el control de sí mismo en estado canino se adoptaba con el tiempo. A los 19 años ya sabía quién era en su totalidad mientras estaba transformado: un licántropo y hasta los 21 no aprendió a transformarse y destransformarse cuando ni siquiera había luna.

 Lo que él no sabía era que su futuro sería ser un puente entre los moranianos y los Elfos verdes, tal ancho puente que los uniría del todo y formaría un gran imperio del que sería el emperador, llamándolo:

Imperio Cann.

De momento disfruta de paz y tranquilidad, jugando a producirse alimento, cultivando y a vivir en paz simulando ser un don nadie un medio de un bosque llamado Bosque Blakwolka.