Cuando todo se pone horrible, cuando las noches son más largas y las mañanas se me olvidan, ese momento en el que sientes tanto odio que solo puedes pensar en correr y correr sin rumbo, solamente alejarte de aquel lugar que tanto daño te está haciendo, pero ese lugar eres tú.

Hay veces que no siento nada bueno, no hay ni un recuerdo de felicidad, ni tan siquiera de tranquilidad.

Alguien está siendo feliz.

No soy yo, pero, alguien está haciendo lo que más le gusta en el mundo, con esas personas que le llenan el corazón, y todo le va tan bien que parece que vive en una película con los mejores guionistas de Hollywood.

No soy yo, pero alguien está siendo feliz, y el corazón me sonríe un poco al pensarlo.

Algún día lo fui yo. Fui yo quien estaba con esas personas que te llenan el alma de sonrisas, riendo sin poder respirar buscándole alguna forma a las nubes, y en ese preciso momento pensé que no quería que acabase nunca.

Alguna vez fuimos nosotras las personas más afortunadas del mundo entero, por habernos encontrado la una a la otra. Y solo puedo sentir felicidad por aquellos que lo hacen ahora.

Vivo el presente deseando que alguien esté mejor que yo, para darle algo bonito a este sinsentido que siento nada más despertar.

Pero contigo me pasa lo contrario.

Te veo feliz y no puedo evitar pensar que ya no soy yo quién vuelve contigo de clase, quien hace que seas feliz como lo éramos juntas.

Me alegra que seas feliz, pero odio ver que es porque ya no somos nada la una para la otra.

Mientras sigas siendo feliz, tendré algo por lo que alegrarme cuando todo se acaba