Hoy en día casi todos los jóvenes tenemos redes sociales, las cuales sirven para comunicarnos con amigos y conocidos, compartir contenido como vídeos y fotos y consumir los mismos de otras personas. Pero estas plataformas también tienen sus desventajas y peligros. Entre otros, está el tema de la diferencia que hay entre el contenido que se muestra en las redes sociales y la realidad. Muchos de los problemas de salud mental que, desgraciadamente, hoy en día tienen muchos jóvenes, se deben a las cosas que ven en estas aplicaciones, ya que el estar constantemente viendo cuerpos, caras y vidas perfectas, acaba por transmitir una idea errónea a su mente.

Uno de los múltiples trucos que usan muchos influencers para atraer a más gente a su cuenta y verse mejor, es utilizar Photoshop para editar las fotos. Repetidas veces modifican partes de su cuerpo o cara para aparentar un físico ideal. Muchos otros creadores de contenido van a lugares especialmente lujosos para hacerse fotos o vídeos allí y demostrar el nivel adquisitivo que tienen (o quieren hacer creer que tienen).

Todas estas cosas, junto con otras, provocan que muchos adolescentes crean que esa es la realidad que tienen esas personas, y aunque algunos sepan que no es totalmente cierto, el estar consumiendo tanto tiempo este tipo de contenido, les hace interiorizarlo y sentirse mal por no poder tenerlo.

Un problema en aumento

Los datos son preocupantes, dado que en todo el mundo cada año se suicidan 800.000 personas. En España cada día se quitan la vida diez personas, hay un suicidio cada dos horas y media, y el suicidio ya es la primera causa de muerte no natural de los jóvenes en España. Aunque obviamente no todo esto se debe a las redes sociales, pienso que influyen bastante en la autoestima de los adolescentes, y por ello creo que se debería plantear alguna solución.

En mi opinión, no hay porqué dejar de retocar las fotos, pero sí que creo que sería conveniente que cuando la gente lo hiciera, avisara de ello, o sí por ejemplo alguien está posando con un coche o en una casa muy cara, mencionara que no es real. De esta forma, cada uno podría seguir creando contenido a su antojo y utilizando los métodos que quisiera, pero advirtiendo de que está modificado o distorsionado respecto a la realidad.