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Los jóvenes se sienten cada vez más solos

Aunque se suele asociar a personas mayores que viven solas, el sentimiento de soledad afecta en mayor medida a los adolescentes y tiene consecuencias negativas para su salud mental

Una joven sola en la calle usando su teléfono móvil.

Una joven sola en la calle usando su teléfono móvil. / EL PERIÓDICO

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

La soledad se ha convertido en un grave problema social, entendida como una situación no buscada por quien la padece. Desde hace tiempo se habla de la soledad no deseada como una epidemia silenciosa, a la que los gobiernos tratan de poner freno con distintas medidas y políticas públicas. En Aragón, por ejemplo, se creó en 2020 el Observatorio Aragonés de la Soledad que realiza informes y actividades centradas en las personas mayores.

Sin embargo, aunque suele asociarse con mayores que viven solos, la soledad tiene cada vez más rostro de persona joven. Según dicen algunos estudios y constatan los profesionales, los adolescentes son el colectivo que más sufre el sentimiento de soledad, aunque las causas y la forma de afrontarlo son distintas.

Andrés Esteban, asesor para la infancia y adolescencia del Justicia de Aragón, institución de la que depende el Observatorio Aragonés de la Soledad, diferencia entre la soledad no deseada, que es la que afecta más a las personas mayores por factores como no trabajar, el fallecimiento de la pareja o haber perdido contacto con su entorno, y el sentimiento de soledad, que sufren más los jóvenes y está más relacionado con situaciones de acoso o con un uso excesivo de la tecnología.

Desde la pandemia la soledad que sienten los adolescentes ha aumentado

"Después de la pandemia, ha habido una situación de retraimiento, a los chavales les cuesta más salir y se encuentran cómodos en las relaciones online", afirma Esteban, que señala esto como un factor de riesgo, ya que las relaciones que se construyen son "más frágiles", menos "potentes y duraderas", y si estas se rompen, aparece la sensación de aislamiento.

Un sentimiento no siempre negativo

Para la psicóloga Laura Gallardo, del Observatorio Aragonés de la Soledad y especialista en soledad y relaciones sociales de los adolescentes, la soledad es un sentimiento que no siempre tiene que ser negativo sino que también depende de nuestra personalidad. 

Las relaciones que se cren en el mundo digital son más frágiles, menos potentes y duraderas..

Las relaciones que se cren en el mundo digital son más frágiles, menos potentes y duraderas.. / EL PERIÓDICO

"Hay personas solitarias que nunca se sienten solas y personas que están rodeadas de gente que sienten soledad", distingue la experta, que detalla que hay personas más sensibles a la soledad, todo depende de su capacidad para adaptarse a estas situaciones.

Además, Gallardo indica que la soledad es un sentimiento que se puede tener de manera puntual, y eso "no es malo porque nos hace valorar cuando estamos en colectividad", pero si se mantiene en el tiempo puede tener consecuencias para la salud. "Cuando esas emociones afectan a la vida cotidiana, con cambios en la alimentación, obsesión por los likes y la aceptación, o cambios físicos para agradar, hay que acudir a un especialista", indica.

El papel de la sociedad

Con ella coincide Toñi Morcillo, del Colegio Profesional de Psicología de Aragón. "Cuando hay cambios de hábitos de sueño, comida o no se quiere salir a la calle ni hacer nada, eso nos tiene que hacer saltar las alarmas". 

Según esta psicóloga educativa, desde la pandemia la soledad que sienten los adolescentes ha aumentado. "Nos ha pasado a todos, pero a ellos más porque son más vulnerables, incluso en menores de 14 años".

"La sociedad va cada vez más encaminada a que te quedes en casa contigo mismo"

La familia y los centros educativos tienen que estar atentos a las señales, ya que "los adolescentes no comunican muchas veces su estado de ánimo porque piensan que la soledad es un estigma de nuestra sociedad y les da vergüenza". Ante esto, Morcillo aconseja a los jóvenes hablar y pedir ayuda a su entorno más cercano. 

La sociedad en la que vivimos no ayuda a que los jóvenes se sientan más arropados. "La tecnología y el uso de las redes sociales no favorecen para nada la comunicación interpersonal, nos estamos volviendo personas más individuales con un circuito cerrado de amistades y que se miran el ombligo continuamente", dice Morcillo.

El sentimiento de soledad, si se mantiene en el tiempo, genera problemas de salud.

El sentimiento de soledad, si se mantiene en el tiempo, genera problemas de salud. / EL PERIÓDICO

A todo ello se une el auge del ocio digital, y es que "la sociedad va cada vez más encaminada a que te quedes en casa contigo mismo", explica la experta, que recuerda que la comunicación por redes carece de emociones, algo clave para nuestro bienestar: "Las relaciones cara a cara son muy importantes precisamente por eso".

¿LA SOLEDAD, DESEADA O NO DESEADA?

Cuando hablamos de soledad hay que distinguir la soledad deseada y la no deseada. La soledad no tiene porqué ser mala cuando es buscada y es querida. Estar solo de vez en cuando o realizar actividades en solitario nos puede servir para valorar aquellos momentos que pasamos con nuestros amigos y nuestra familia, y para poner en orden nuestras ideas. El problema viene cuando la soledad no la eliges tú. Es entonces cuando aparece el sentimiento negativo que puede tener efectos sobre la salud mental, como ansiedad o depresión. Si eso ocurre, hay que pedir ayuda a la familia o al centro educativo y acudir al psicólogo.