Biscarrués sigue adelante. Este es el mensaje que lanzó ayer por la tarde la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, que salía al paso de las dudas que había generado en Aragón un informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), que ponía impedimentos al proyecto. Ante la incertidumbre, el Gobierno autonómico presionó "al más alto nivel" a los responsables ministeriales para que ratificasen que el embalse no se aparcaba.

Según dijo Aguilar en ningún momento se ha sopesado la posibilidad de no llevar adelante la construcción de la obra. De esta forma la ministra dejaba clara su postura y marcaba la línea a seguir. Y eso que en los últimos meses, desde la secretaría de Estado de Cambio Climático, dependiente de su ministerio, se había recomendado, siguiendo los informes del Cedex, que se aparcase el embalse de Biscarrués y se apostara por otras alternativas. Una postura que planteó dudas en el equipo de la titular de Medio Ambiente, que llegó a sopesar la posibilidad de dar un nuevo rumbo al proyecto.

NEGOCIACIÓN Por eso, el Gobierno de Aragón ha tenido que emplearse al máximo para salvar el embalse, puesto en duda por la secretaria de Estado de Cambio Climático del propio ministerio. En las últimas semanas se ha producido una "intensa" y "dura" negociación para amarrar el proyecto, tal como se había acordado en la Comisión del Agua. La última conversación se produjo ayer mismo, entre Rosa Aguilar y la consejera de Presidencia, Eva Almunia. La también candidata socialista al Ejecutivo autonómico le hizo saber la importancia de Biscarrués para el Alto Aragón y para el resto de la comunidad.

Y Rosa Aguilar, horas después, ratificó que se "está trabajando con rapidez, rigor y responsabilidad para dar respuesta a un proyecto, el de Biscarrués, que sabemos perfectamente que lo necesita Aragón y los regantes". Pero además, dio un paso más al asegurar que el ministerio, que se ha comprometido en repetidas ocasiones --sin resultados-- con el proyecto va a convertirlo "en realidad". También restó importancia al informe del Cedex por no ser "preceptivo" y recordó que para la declaración de impacto ambiental se barajan y se tienen en cuenta "todos los informes". En este sentido, insistió en que se sigue trabajando en el análisis de todos los dictámenes, vinculantes o no, para poder emitir el veredicto definitivo.

Con estas palabras salía al paso, después de los contactos mantenidos con el Gobierno de Aragón, al comunicado que también ayer envió al ministerio el Departamento de Medio Ambiente. En el escrito se remarcaba la importancia de Biscarrués para la regulación del Gállego, y se recordaba que había sido aprobado por parte de la Comisión del Agua de Aragón en el año 2006. El responsable de la consejería, Alfredo Boné, remarcó que el Ejecutivo autonómico iba "a exigir que se haga la obra y las balsas laterales en los mismos términos en los que fueron aprobados".

Tras las palabras de Aguilar y después de los contactos mantenidos, desde el Gobierno de Aragón se espera que la declaración de impacto ambiental se produzca en el plazo de varias semanas. Y todo hace prever que el embalse de Biscarrués y sus cinco balsas recibirán el visto bueno.