UN DÍA PARA EL RECUERDO EN LA LOCALIDAD

Lotería de Navidad 2022: el 'Brindis' más rico en Calatayud

Los parroquianos de este bar bilbilitano celebran un premio que se destinará, en la mayoría de los casos, para "apaños y caprichos"

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

En la puerta del bar Brindis, en Calatayud, hay un cartel en el que se ofrecen clases de guitarra. Aunque este jueves, los únicos sonidos en su puerta eran las botellas de champán descorchándose, los choques de los botellines y muchos gritos de alegría. 

El cuarto premio que ha caído en este local bilbilitano ha llenado de jolgorio un barrio «de gente normal, trabajadores de toda la vida», alegres durante la jornada. Sin dejar de pasar vasos y abrazos, la mañana pasaba en un municipio que solo buscaba a dos personas: Sofía y Manolo.

Estos dos hermanos están al frente del Brindis, este bar que desde este jueves ya está en el mapa de los locales agraciados en el sorteo de Navidad. «20 años jugando al mismo número al final han merecido la pena», explicaba Sofía, que se ha entreado de su suerte «porque mi hermano lo vio por la tele y empezó a gritar». Un Manolo con el que era imposible hablar: no ha abandonado la barra, sirviendo a todos los clientes, con los que celebraba este importante pellizco. Algo que contradecía con lo que siempre había pensado la propia Sofía: «Yo pensé siempre que si me tocaba cerraría, pero ya me ves, seguimos sirviendo raciones de callos y sin dar abasto». La pausa llega a partir de hoy: el bar no abrirá ya sus puertas hasta la segunda semana de enero. 

«No somos avariciosos», contaba Luis en la puerta del local, al que la revelación del premio le había pillado trabajando: «Fíjate, que ahí detrás he dejado la furgoneta y todo». 

Aparcado el coche y cada uno en su sitio, su cuñado Paco ha admitido la falta de fe: «Luis me ha dicho esta mañana que seguro que algo nos caía, pero no me he fiado mucho de su sexto sentido». El futuro a medio plazo, no se conoce si también lo ven, tiene mejor pinta: «Utilizaremos el dinero para pagar parte de la hipoteca y para unas buenas vacaciones, si nos llega». 

Porque los 20.000 euros que llegan con el décimo son mucho o poco, según a quién se pregunte. Rosa, que tiene tres boletos en casa, se ha enterado junto a su hija, de tan solo seis meses, del buen montante que iban a cobrar: «Mi marido quiere cambiar el tractor y yo quiero pagar parte de la hipoteca, pero te aseguro que la conversación ya la he ganado yo». 

Julia, de 86 años, ha sido la más veterana de las personas que celebraban junto al Brindis. «Me he enterado cuando salía de la peluquería», ha explicado esta vecina bilbilitana, que le dará casi todo el premio «a mi hija y a mi nieto». Por otro lado, Paco y Miguelo, miembros del club de corredores El Brindis, afincado todo el año en el bar, intentarán que el importe les sirva para cumplir un sueño: «Viajar a Nueva York y correr la maratón». 

Se acercaba el mediodía y aún se oían las últimas bolas caer en el bombo. Pero en Calatayud nadie hacia caso. Ni siquiera a Raúl, también agraciado con el premio, que pasaba lista entre sus familiares y amigos para comer todos juntos: «Ya no sé si somos seis o nueve, pero comeremos todos los que vayamos». Una última parada para el último brindis, el más alegre.