Un 70% de las mujeres podría desarrollar miomas uterinos en su vida y, según lo expuesto por ginecólogos aragoneses en un encuentro celebrado esta semana, una de cada tres desarrolla esta patología a partir de los 35 años. Se trata de tumoraciones benignas localizadas dentro de la pared del útero, en la parte externa o entre los músculos, y la mayoría son asintomáticos.

«Los factores que pueden aumentar la probabilidad de tener miomas uterinos son varios: la raza, la edad en mujeres mayores de 40 años y también tiene cierta frecuencia la historia familiar», explicó Sira Repollés, médico especialista en Obstetricia y Ginecología en el hospital Clínico de Zaragoza.

En la reunión, organizada porGedeon Richter, empresa farmacéutica especializada en salud de la mujer, participaron expertos en miomas uterinos de diversas comunidades. Estas patologías, si bien en muchos casos pueden pasar desapercibidos y no causar síntomas, en otros afectan de manera considerable la calidad de vida de las mujeres. «Pueden provocar sangrado abundante, dolor abdominal y problemas de fertilidad, entre otros», dijo Repollés.

En este sentido, una de cada tres experimentará síntomas que pueden interferir «seriamente» en su ritmo diario y calidad de vida. Los más comunes son periodos irregulares o prolongados; periodos con sangrado abundante que pueden causar anemia; molestias durante las relaciones sexuales o dolor abdominal y presión pélvica en la zona baja del abdomen.

También puede provocar necesidad de orinar frecuentemente, estreñimiento, así como problemas de fertilidad. «Su existencia no debe preocupar pero es importante hacerse revisiones periódicas para detectarlos, ver la evolución de los mismos y controlar los posibles síntomas», insistieron los especialistas.

Las causas del mioma uterino son desconocidas, aunque según los expertos pueden relacionarse con aspectos hereditarios o con problemas hormonales. No suelen aparecer antes de los 20 años o después de los 55 años, cuando la mujer se encuentra en período de menopausia y baja el nivel de hormonas sexuales.

CONCIENCIACIÓN

La doctora Repollés, que expuso varias líneas de trabajo e investigación durante la jornada, trató cuestiones como la patología, cómo abordarlos, sintomatología y avances actuales en tratamientos médico-quirúrgicos.

Otra de las líneas principales de los especialistas es la importancia de concienciar a las mujeres acerca de una patología común «que con frecuencia no se diagnostica», señalaron. En este sentido, apuntaron a que muchas consideran estos síntomas de dolor y sangrado son «una parte normal» de ser mujer y, por tanto, «no acuden a su médico para buscar ayuda», se apuntó en la jornada. Se estima que un 10% de las afectadas no están diagnosticadas.

El encuentro formativo celebrado en Zaragoza también contribuyó a encontrar el tratamiento adecuado para cada paciente, mejorando drásticamente la calidad de vida de aquellas que sufren diariamente.