Cuatro traficantes de cocaína aceptaron ayer condenas de entre 18 meses y cuatro años de prisión ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza, tras un acuerdo alcanzado por sus abogados por el que la Fiscalía tuvo en cuenta su adicción a los estupefacientes.

El principal encartado, Ferradis Abel L. B., aceptó una pena de cuatro años de prisión --le pedían seis--, por sus antecedentes, mientras su compañera Johana Paola P. T. (ambos fueron defendidos por el letrado José Cabrejas) pactó una de dos, la mitad de lo que le solicitaban. Ramiro R. P. y Holver M. G., representados por José Luis Melguizo y Carlos Castillo, respectivamente, aceptaron sendas condenas de año y medio de prisión, la mitad de lo que pedía la Fiscalía.

La condena deriva de un alijo de cocaína que la Policía les interceptó el pasado mes de noviembre, cuando Ferradis y Johana lo traían en coche desde Madrid. La cocaína, una vez analizada, arrojó una pureza del 84,98% y su valor en el mercado negro hubiera alcanzado un precio de 39.000 euros.

Antes, la Policía ya les había seguido en varios viajes --en algunos con Ramiro, que quería controlar las operaciones tras algún intento fallido-- en los que traían la droga desde Madrid oculta en un compartimento del motor del vehículo.

A raíz de las pesquisas los agentes localizaron también a Holver, que recibía la mercancía de Ferrandis y la revendía. En casa de todos los acusados se encontraron pequeñas cantidades o restos de droga y material del que habitualmente se sirven los traficantes, como básculas de precisión, bolsas de plástico y cierres de alambre o libretas para reflejar la contabilidad y los pedidos.