Cuatro de cada diez pensionistas aragonesas (el 39,2% del total) viven por debajo del umbral de la pobreza. La comunidad cuenta actualmente con 153.900 mujeres que cobran algún tipo de pensión (sobre todo de jubilación o viudedad) y un total de 60.400 no superan esa barrera, que a efectos prácticos supone cobrar menos de 640 euros brutos al mes. En el caso de los hombres, este porcentaje baja en la comunidad hasta el 15%, lo que demuestra la fuerte brecha salarial entre sexos en materia de pensiones. Así se desprende de un informe presentado este jueves en Zaragoza por UGT Aragón, que ha instado a la administración pública a tomar cartas en el asunto para reducir esta «preocupante» discriminación salarial.

Según el estudio, la brecha actual en la pensión media se sitúa en Aragón en el 36,4%. En concreto, los jubilados de la comunidad cobran de media 1.375,2 euros, mientras que las jubiladas reciben 873,8 euros, casi 502 euros menos. De esta forma, Aragón registra la sexta brecha más alta de todo el país. Asturias, con una diferencia del 44% debido al mayor peso de la minería, lidera la clasificación, mientras que Extremadura cierra la tabla con una discriminación del 20%.

Las diferencias salariales que soportan las mujeres a lo largo de toda su vida laboral y la proliferación del contrato a tiempo parcial entre las féminas explican en gran medida (aunque hay otras causas) esta fuerte brecha tras superar la edad de jubilación.

En Aragón, la franja de pensionistas que se sitúan entre el umbral de la pobreza (esos 640 euros) y el salario mínimo interprofesional (900 euros) es del 28,4%. No obstante, este porcentaje entre las mujeres es mucho mayor (del 33,4%) que entre los hombres (23,3%). Así, más del 70% de las pensionistas aragonesas cobra cada mes menos de 900 euros. De hecho, muchas de estas mujeres no podrían llegar a fin de mes si no fuera gracias a la pensión de su marido o, en su caso, a la de viudedad.

Por provincias

Según el informe presentado este jueves por la secretaria de Empleo de UGT Aragón, Pura Huerta, y el secretario general de la Unión de Jubilados y Pensionistas del sindicato, Tomás Yago, Teruel es la provincia aragonesa con la brecha más elevada entre los jubilados con un 38%. Le siguen Zaragoza con un 37,9% y Huesca con un 29%. La diferencia entre estas dos últimas provincias se traduce en 200 euros.

Actualmente, el número de pensionistas en Aragón es de 279.492 (el 47,51% mujeres, 132.801) y el de pensiones de 304.780, ya que 25.288 personas perciben más de una prestación (jubilación y viudedad sobre todo). La cuantía media asciende a 1.047,59 euros. Gran parte de ellas (más de 196.000) son de jubilación y tan solo el 36% pertencen a mujeres. En total, hay pensiones de incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares.

En el informe, el sindicato destaca también las pensiones de viudedad, con un peso muy importante de las mujeres, del 96,93%, y las únicas en las que la brecha es en detrimento de los hombres, del 33,64%, debido a que está ligada al trabajo del cónyuge.

Las propuestas

Para corregir estas desigualdades, UGT plantea la aprobación de una ley de igualdad salarial que tenga como eje central la valoración de puestos de trabajo desde una perspectiva de género o impulsar la corresponsabilidad, explorando el reparto de cotizaciones entre los miembros de la pareja en las reducciones de jornada para el cuidado de familiares.

También reclama reducir la brecha en el acceso al empleo, con la apertura de escuelas infantiles públicas y garantías en el cuidados de las personas dependientes, y la instauración de un nuevo sistema de jubilaciones acompañado de medidas que refuercen los derechos de las mujeres.

Por otra parte, Huerta ha destacado el peso del empleo parcial, que ya alcanza los tres millones de empleos en todo el país. «El 74% es ocupado por mujeres y en muchos casos no deseado», ha indicado Huerta, que ha denunciado que son ellas las que asumen los cuidados de niños y mayores.

Por su parte, Yago ha incidido en que la reforma laboral del 2012 y la de pensiones del 2013 no han hecho sino aumentar esa brecha salarial cuando los aragoneses terminan su vida laboral.