Santiago Hernández, el exjefe de la Policía Local de Teruel contra el que se cursó una orden de búsqueda durante la operación Enredadera de la semana pasada, se personó anteayer por la mañana en la Jefatura Superior de Policía de Aragón, tras volver de sus vacaciones en Italia, y declaró ante los agentes por su presunta implicación en la trama de corrupción vinculada a los sistemas de gestión policial de la empresa Gespol.

Según publicó Heraldo, el mando policial llegó acompañado de su abogado y, tras prestar declaración, quedó en libertad con cargos, como lo fuera su homólogo en Huesca, Alberto Edroso, que sí fue localizado durante los registros en los ayuntamientos de la capital oscense y la turolense, la semana pasada.

La operación, que sigue bajo secreto de sumario, se saldó con una treintena de detenidos, entre empresarios, políticos y jefes de policías locales, por una presunta trama corrupta con sistemas de gestión policial.