L as formaciones aragonesas siguen analizando los resultados electorales del domingo. Una vez pasada la primera semanas, las opciones de pacto siguen sin despejarse, pero se intuyen preferencias en las que Podemos tiene una posición complicada a pesar de que confían en una suma de las izquierdas. Prometen que harán «todo lo posible» al respecto. Pero el haber perdido nueve diputados hace que su influencia a la hora de decidir el próximo gobierno sea limitada, pues las combinaciones posibles pasan por lo que decidan en el PAR y Ciudadanos. El consejo ciudadano autonómico de los morados se reunió ayer en Zaragoza sin convocar a los medios con estas cuestiones sobre la mesa tras abrirse un proceso de reflexión impulsado por el propio secretario general, Nacho Escartín.

Los dirigentes de Podemos en Aragón han reconocido que necesitan «escucha y análisis» en toda la organización, así como en el territorio. Además, está pendiente redefinir la relación con la dirección estatal del partido, después de que Escartín asumiera públicamente que tienen que diseñar «un perfil propio». Por el momento no ha trascendido cómo se concretarán estas maniobras, pues tras el varapalo del domingo los tiempos de las reuniones con taquígrafos parecen muy lejanas. «Se trata de ir sabiendo qué es lo que ha pasado ante un resultado malo, inesperado y que adolece de un problema estructural en el ámbito de Podemos y en todos los espacios del cambio», resaltó ayer.

La formación ha rechazado plantear dimisiones por el momento. Hasta enero del 2020 no se concretará el nuevo rumbo que quieren marcar en la comunidad, en esa búsqueda de «redefinir» su espacio político. «Es el momento de escuchar, debatir y analizar sin hacer ruido, de hacer autocrítica verdadera y realista», dijo.