Víctor Serrano ya dijo que si tenía la mayoría del pleno de Zaragoza mantendría su plan de ejecutar la supermanzana en la plaza San Francisco. Y algo así es lo que ha sucedido hoy, porque Vox no ha conseguido reunir los apoyos suficientes para que el pleno rechazase destinar fondos a urbanizar el entorno de esta céntrica plaza.

Podemos y PSOE han apoyado a la ultraderecha, mientras que PP y Cs han votado en contra y ZeC se ha abstenido. Un empate técnico que se ha resuelto con el voto de calidad del presidente, es decir, del alcalde Jorge Azcón. Así que Serrano tiene el aval para iniciar el estudio de la reforma, pese al enfado de Vox, que llegó a amenazar con no apoyar el presupuesto del 2021 y proyectos venideros si utilizaba la partida de regeneración de barrios para la supermanzana, dotada con 1,8 millones. Aún así, Serrano seguirá buscando mayorías y consensos antes de mover ficha.

El concejal de Vox, Julio Calvo, ha reiterado que no cuestiona la reforma en sí, más bien las prioridades, ya que considera que hay actuaciones más urgentes en otros barrios de la ciudad. Este mismo argumento es compartido entre los grupos de la izquierda.

Según Fernando Rivarés, de Podemos, Vox debería resolver sus diferencias con el Gobierno de PP-Cs en los despachos, en los mismos en los que negoció el presupuesto. Desde Zec, Pedro Santisteve ha cargado contra el «populismo» de Vox y ha dudado de su defensa a ultranza de los barrios obreros de la capital. Un discurso que ha dicho que no se creía por lo que ha decidido abstenerse en la votación, «para no blanquear» a la ultraderecha, tampoco en este asunto.

El PSOE si que ha votado a favor de la moción de Vox aunque Horacio Royo le ha recordado a Calvo que era el responsable de que PP y Cs sacaran adelante las cuentas del 2021 «que son una patada en el culo a los barrios de esta ciudad». Ha tildado de «numeritos» las diferencias públicas entre PP-Cs y la ultraderecha y acusó al alcalde de no tener un proyecto de ciudad.

Por su parte, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha insistido en que tanto los vecinos como la Universidad de Zaragoza están interesados en la supermanzana. El concejal se ha dirigido a Calvo en busca de complicidad y, sobre todo, de su apoyo a corto plazo. «Van a tener que elegir en los dos años y medios que quedan (de legislatura) si quieren que sus votos sirvan para apoyar proyectos de ciudad, o bloquearlos». Por ahora parece que ha salvado el de la plaza San Francisco, pero no por Vox.