Hasta 19 asociaciones de diferente índole de Zaragoza se han unido para apoyar el traslado del rastro de los miércoles a un emplazamiento más céntrico, como ha solicitado la junta de vendedores ambulantes y que ha generado una gran polémica. Mientras el debate está en la calle, el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) sigue limitándose a decir que están estudiando todas las alternativas. Sin embargo, ya hay estudios completos de cómo se distribuirían los puestos alrededor del estadio de La Romareda y en la explanada de la Estación del Norte. Sobre la posible alternativa en el barrio del Arrabal, Macanaz, no hay informes públicos o, al menos, la junta de distrito no los ha recibido.

Las entidades, entre las que se encuentran las asociaciones de vecinos de Torrero, Actur, Venecia, Venecia o Lanuza Casco Viejo, así como la Federación Asociaciones Gitanas de Aragón, Plataforma Social Rastro, la Red Solidaria Popular de Zaragoza y otras afines a ZeC como A Zofra, El Cantero de Torrero o La Pantera Rosa, consideran que «el traslado es un tema de interés general basándose en la cantidad de vecinos que lo visitaban cuando estaba en Romareda», hasta el 2006, cuando se trasladó a San José. Añaden en su manifiesto que en Huesca el cambio de emplazamiento a la calle Ramón y Cajal ha «beneficiado» a los bares y comercios de la zona, como también sucede en Valencia o Madrid.

Aunque ven positivos los lugares propuestos por la junta, en Romareda y El Rabal, matizan que debería haber un debate real sobre su futuro. Algo que no ha sucedido y que, por ahora, el Gobierno no está dispuesto a iniciar. PSOE y CHA celebrarán hoy su primera mesa de trabajo, a la que han invitado a representantes vecinales, del comercio, del rastro y formaciones políticas, incluido el Gobierno, aunque la Federación de Barrios (FABZ) acordó ayer no asistir. La Cámara de Comercio ha tomado la misma decisión y ha convocado una reunión para el próximo martes donde se debatirá el futuro de la venta ambulante de la ciudad.