Y Javier Marión se rompió. El gerente del Salud no pudo (y tampoco quiso) reprimir este miércoles las lágrimas cuando la rueda de prensa sobre el balance de la situación del coronavirus en Aragón enfilaba la media hora. Fue tras una pregunta de EL PERIÓDICO sobre cuántas mascarillas iban a llegar a la comunidad tras el cargamento procedente de China y a raíz de la que Marión aprovechó «para hacer una reflexión», aventuró. En sus palabras, donde no quiso olvidarse de nadie, ya se intuía una voz quebrada, a punto del llanto, que aguantó como pudo.

«Quiero agradecer a los profesionales el esfuerzo que están haciendo en esta situación que entiendo que no es fácil. De manera especial a los servicios hospitalarios que están recibiendo a pacientes. Las urgencias, las ucis, los servicios de infecciosos, de medicina interna, de microbiología y además también a los médicos, enfermeras, técnicos, auxiliares, celadores y al personal de limpieza. Todos ellos están haciendo un trabajo encomiable», dijo un ya emocionado Marión.

«Y por cierto, a los centros de salud también», remarcó. Antes, el gerente ya había reconocido que «la disponibilidad» de los equipos de protección individual «está muy ajustada» y ensalzó el «esfuerzo importante» por hacer una utilización eficiente de los recursos.

Están siendo muchas las quejas y las reclamaciones sobre la falta de material y la escasez por parte de diferentes sectores. Marión quiso recalcar que están haciendo lo imposible por atajarlo . «Estamos haciendo desde hace semanas todo lo posible por incorporar estos equipos a lo centros, si bien es cierto que hace dos meses los mercados están cerrados y está siendo muy difícil», explicó el gerente.

Volviendo al tema de las mascarillas y de la donación, Marión retomó su agradecimiento. Y ahí llegaron las lágrimas que se venían intuyendo desde hacía minutos y que le venían provocando un nudo en la garganta. «La situación durante el fin de semana ha sido bastante crítica, pero se ha mejorado bastante con las donaciones que hemos recibido de empresas, de particulares...» Y ahí tuvo que parar. Marión bajó la cabeza, se apartó del micro y dejó brotar el lloro. «Perdón», se disculpó. «Ya continúo yo», dijo la consejera Pilar Ventura, que estuvo al quite mientras el gerente se recomponía.

El momento cogió por sorpresa a muchos (la rueda de prensa se retransmitía en streaming) y su gesto volo rápidamente por las redes sociales y los medios de comunicación. Sorpresa por tratarse de un responsable político que muestras sus emociones, sin tapujos, en público. Algo a lo que la ciudadanía no está acostumbra. Sin embargo, fue precisamente esa respuesta social lo que hizo aflorar los sentimientos de Marión. Pasados unos minutos retomó su participación en la rueda de prensa como gerente del Salud, como si nada hubiera pasado, pero antes ya había salido el Marión más humano.