Con 34 años, Luisa Larraga tiene un historial deslumbrante. Ha ganado varios Campeonatos de España y ha competido en Mundiales al aire libre, de cross y bajo techo, Campeonatos de Europa, Iberoamericanos y Superligas. Pero a la atleta del Puma Chapín Jerez le queda una asignatura pendiente. La zaragozana nunca ha corrido en unos Juegos. Si Larraga compitiera en Atenas, colmaría el único sueño que le resta por cumplir.

Pero la fondista lo tendrá muy difícil para defender la camiseta de España en la capital helena. Las lesiones han tenido la culpa de que Larraga no vaya a poder defender su suerte en el maratón debido a un pinzamiento en el menisco de su rodilla derecha que la ha llevado a maltraer durante los meses de marzo y abril. "Llevo muy mal lo de las lesiones y más que física, psicológicamente. Me he quemado mucho de cabeza y, pese a saber que todo se cura, un mes parada me parecen tres años", explica la internacional.

Larraga comenzó la campaña en un gran estado de forma pensando en la mínima del maratón de los Juegos. Sus opciones eran muy grandes puesto que la distancia no está en su mejor momento en España. "Lo planifiqué con Andrés Moreno con la intención de batir la plusmarca nacional y bajar de 2.26". Sus primeros resultados a final de año fueron magníficos en Soria, Llodio y el tercer puesto en Yecla. "Entré codo con codo con Marta Domínguez", recuerda.

No fue seleccionada para ir al Europeo de cross y a mitad de diciembre comenzaron los problemas. "No pude correr el Cross de Zaragoza puesto que me molestaba el tendón de Aquiles. Fui previsora y decidí no forzar". Larraga se entrenó con normalidad en enero y febrero. "No corrí ni un cross puesto que quería hacer las cosas bien. Todo iba fenomenal y asimilaba perfectamente los entrenamientos".

Pero a finales de febrero llegó la terrible llamada de las lesiones. "Me dolía la rodilla andando por la calle. No la podía ni doblar", dice. Para no perder en exceso la forma tuvo que "hacer sesiones de piscina durante un mes entero".

A mediados de marzo una resonancia indicó que tenía un pinzamiento en el menisco. "No era preciso operar, pero el maratón de Rotterdam lo tuvimos que descartar". Después pensó correr el de Turín "con el objetivo de hacer 2.32. Pero muscularmente estaba fatal e incluso tenía problemas en los isquiotibiales".

Cambio de planes

La semana pasada Larraga decidió cambiar los objetivos. Le indicó a su entrenador que "había que pensar en la temporada al aire libre preparando el 5.000 y el 10.000 y abandonar el maratón".

Esta semana ya ha empezado a entrenar con cierta normalidad. La mínima olímpica del 10.000 es muy exigente. "Es de 31.45, pero la tengo en las piernas. Me quedan dos meses de preparación y tendría que estar a tope en julio para disputar un 10.000, posiblemente el Nacional de Gijón". Por otra parte, en 5.000 tendría que correr por debajo de 15.07. "Tengo 15.28, pero veo más factible la marca de 10.000".

El atletismo ha sido injusto con Larraga. Tras muchos años a alto nivel internacional y exigentes sesiones de entrenamiento, no ha recibido todavía su recompensa de los Juegos. Larraga es realista. "Lo tengo realmente difícil para ir a Atenas. En Sydney tuve una gran oportunidad, pero no me quiso llevar la Federación Española".

La aragonesa no se cierra a la posibilidad de competir en los Juegos de Pekín en el 2008. "Si estoy motivada, no descarto intentar correr en China dentro de cuatro años. Mi vida es el atletismo y disfruto corriendo. Pero todo se irá viendo sobre la marcha", afirma.