La ópera es, con toda seguridad, el género musical más escasamente representado en Zaragoza. Falta un escenario apropiado para llevar a cabo una temporada o actuaciones periódicas de primer nivel. Quizá por eso, el pabellón Príncipe Felipe ha vendido ya todas las localidades disponibles para disfrutar de un espectáculo que, con el título de Monumental Opera Carmina Burana , ofrece una macroproducción basada en la conocida obra de Carl Orff. En total serán 6.500 los zaragozanos que verán un montaje que tan sólo tendrá dos representaciones, esta noche en la capital aragonesa y mañana en Madrid.

Más de 170 personas participan en este musical que supera la concepción de los montajes operísticos de los coliseos líricos en cuanto a la espectacularidad de su escenografía. Una orquesta con 70 músicos, tres solistas, un coro de 60 personas, 30 bailarines, titiriteros y malabaristas ataviados con estrambóticos trajes, permitirán recrear la época medieval que narraban los 25 poemas en los que se basó Carl Orff para componer esta ópera, estrenada en 1937.

Aseguran sus productores, que este montaje recoge la verdadera versión de Orff, ya que fue concebida tras numerosas discusiones con su amigo y discípulo Walter Haupt, director de orquesta, quien junto al productor Franz Abraham y el diseñador Mijail Chernaiev han sido los encargados de llevar adelante el proyecto que hoy veremos en Zaragoza, y que crearon en 1995 para celebrar, en Munich, el centenario del nacimiento del compositor.

Carmina Burana Monumental Opera presenta el escenario más grande utilizado en una producción operística, de 15 metros de altura, sobre el que se despliegan efectos de luz propios de un espectáculo de rock, proyecciones audiovisuales y pirotecnia. La música de Carmina Burana se convirtió en un éxito internacional y, ha sido utilizada en una gran cantidad de películas y bandas sonoras, como Excalibur . Orff basó esta ópera en 25 poemas y canciones tomadas de un manuscrito escrito entre los años 1220 y 1250 y que fue encontrado en 1803 en la abadía de Benediktbeuern de Baviera. Estos textos hablan de la bebida, el juego, la gula, el amor, la lujuria, el sexo, la belleza de la naturaleza y el poder del destino.