Georgie Dann COMPOSITOR Y CANTANTE: "Era maestro y empecé a componer para los niños"

FORMACION CONSERVATORIO SUPERIOR (CLARINETE Y SAXO) Y PROFESOR DE ENSEÑANZA PRIMARIA

ALGUNAS CANCIONES ´EL KASACHOK´ ´EL PIJAMA´ ´MAMI QUE SERA LO QUE TIENE EL NEGRO´, ´CACHITO´, ´ KUMBO´ ´EL BIMBO´, ´LA BARBACOA´ ´EL CHIRINGUITO´

ZARAGOZA EN LOS PILARES DEL 2004 REUNIO A 20.000 PERSONAS. ESTA SEMANA HA PARTICIPADO EN EL PROGRAMA ´QUE VIENE EL LOBO´

--Es usted un serio instrumentista de jazz. Pero al llegar el calor sale a cantar como las cigarras. ¿Qué ocurre?

--Mi padre era trompetista de clásica. Yo aprendí música a la vez que a leer. Estudié clarinete en el conservatorio y por entonces empecé a interesarme por el jazz. Estaban todos los grandes entonces en París. No había que pagar para escucharles. Llené tanto mis oídos de Stangets que algunos solos de saxo los puedo hacer de memoria después de tantos años.

--¿Cómo empezó a hacer canciones?

Trabajé un curso como profesor de Primaria y hacía canciones porque había tres niños de mi clase que eran fabulosos. En ratos libres las ensayábamos. Un día vino a verme el padre de una alumna y me dijo: Soy el productor de la TV francesa del mediodía y en casa todo el mundo canta esas canciones. ¿Usted no podría venir con los niños al programa?

--Qué golpe de suerte, ¿no?

--Yo me resistía, porque necesitábamos músicos, ensayar y tal. Pero me lo resolvieron y fuimos. Los niños tenían un gran desenfado con el ritmo. Y toda Francia lo vio y empezó a cantar esa canción entre profesor y alumnos. A la mañana siguiente vinieron a verme tres discográficas. Tuve que dimitir como maestro.

--¿Se quedó solo en escena?

--Qué va. Tuvo tal éxito el disco que la Walt Disney quería la voz de los niños. Mis canciones entraron en varias peliculas y vino un productor, Fran§ois Jenás, y me dijo: Si usted escribe las canciones ¿por qué no las canta?.

--Se recuerda su entrada en España como un terremoto.

--Mi canción Todo lo que sé fue seleccionada para representar a Francia en el Festival del Mediterráneo. Y vine a Barcelona. En el escenario era todo rígido: micro de pie, una cruz en el suelo para el cantante y tal. Había ensayado, pero por la noche te ponen los focos y la orquesta detrás y me puse a bailar y me iba del plano. Y todos preguntaban quién era aquel tipo que se movía tanto.

--Y ese toque extravagante obró de nuevo a su favor

--A los 15 días me viene un contrato para ir a México dos semanas y estuve cerca de ocho meses. Y dos meses más en Venezuela y de ahí a Argentina. Estuve dos años por Latinoamérica, encadenando giras. Aprendí español y regresé.

--Ya como un chanssonier tropicalizado: Canciones con palmeras.

--Yo procuro siempre hacer cosas alegres, con ritmo. Pero siempre trabajo mucho las letras. La gente critica La barbacoa , donde parece que no digo nada, pero digo muchas cosas. En México conocí a Pedro Vargas (el de Bésame mucho ), que me invitó a traducirlas al español y a Roberto Cantoral (el de Reloj ) que me hacía las nuevas letras.

--¿Son las canciones del verano un icono español, como el toro de Osborne o la siesta?

--No lo sé. Se dice que nació como una canción per le estate , en Italia. Yo nunca la pretendí. Mi vida es todo improvisación.

--Cada éxito aparecía con su paso de baile. ¿Fue usted un precursor del aerobic?.

--Al principio la gente me criticaba mucho por montar una coreografía con bailarinas para salir a cantar. Fui un pionero. Un señor negro que se llamaba Jimmy me había enseñado de joven en París diferentes pasos.

--Los hombros, la pelvis, las plataformas, el peinado...

--Bueno, yo iba a actuar en el Sur o donde sea y había diez personas vestidas de Georgie Dann (ríe). Y luego iba a otro sitio y allí estaban otra vez, como si siguieran la gira.

--Y las onomatopeyas, bimbós y alusiones picantes sobre los negros. Toda una marca

--Mis canciones están en la mente de la gente y han pasado 20 años. El bimbó es de 1976. Tengo detrás una carrera.

--¿Ahora se fabrican las canciones en los programas televisivos?

--Hoy día una discográfica que tiene un par de canciones se gasta un millones en machacarlas por la televisión. Se pierde la inventiva.